Un informe nacional dio cuenta de que en lo que va de 2025 en Argentina hubo 181 víctimas de violencia de género. Se trata de un relevamiento de La Casa del Encuentro, a través del Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano.
Hubo 167 femicidios y 166 chicos perdieron a su madre. El último caso, de enorme conmoción, es el triple crimen de Florencio Varela, en Buenos Aires.
Un informe nacional dio cuenta de que en lo que va de 2025 en Argentina hubo 181 víctimas de violencia de género. Se trata de un relevamiento de La Casa del Encuentro, a través del Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano.
Según detalla el trabajo entre enero y septiembre de este año hubo 167 femicidios y “vinculados” de mujeres y niñas. La organización explica que el término femicidio “vinculado”, parte del análisis de las acciones del femicida, para consumar su fin: matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce la dominación.
Detalla que en esta definición se registran dos categorías:
El último caso que ha causado enorme conmoción es el triple crimen de Florencio Varela, en Buenos Aires, donde fueron asesinadas Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), quienes además fueron torturadas y cuyos asesinatos, aún en investigación, ocurrieron en un contexto de gran perversidad.
Además, durante los primeros 9 meses, hubo 12 femicidios vinculados de varones adultos y niños, 1 trans/ travesticidio y 1 lesbicidio.
Como consecuencia, 166 hijos e hijas quedaron sin su madre de los cuales la mitad (52%) son menores de edad.
De las 181 víctimas 63% fueron asesinadas en sus hogares mientras que 59% tuvieron como victimario a su pareja o ex pareja
En tanto, las provincias con más casos son Buenos Aires con 68, Santa Fe con 19, hubo 10 femicidios en Córdoba y 9 en Chaco.
En este aspecto hay que tener en cuenta qué provincias con más población como las tres primeras.
“Hablemos de violencia de género, violencia económica, explotación sexual, red de trata, narcocriminalidad, redes sociales. Todo tiene que ver con todo. Las mujeres somos objeto de una crueldad inimaginable, nuestros cuerpos se transforman en campo de batalla, descartables, usadas como moneda de cambio, de venganza; recibimos una violencia habilitada por un sistema patriarcal y por los discursos de odio que circulan en redes sociales, streaming, publicidades, radio y televisión. Malas víctimas, investigadas y juzgadas como si eso justificara el crimen”, refieren las autoras del trabajo.
Las investigadoras buscaron en su análisis tener en cuenta las diversas variables y contextos en torno a este tipo de dramáticos hechos que determinan lo que consideran una naturalización de la violencia.
En ese marco, trajeron a colación: “En estas últimas semanas dos ‘pseudo’ publicidades difundidas en redes sociales mostraban como cuando una mujer ‘molesta’ se la mete en una bolsa y se la elimina. ¿Premonitorio? No. ¿Naturalizado? Si. El miércoles 24 de septiembre Morena Verri, Brenda Loreley del Castillo ambas de 20 años y Lara Gutiérrez de 15 fueron encontradas asesinadas” , advierten.
Otros dos aspectos que se ponen evidencia arriba que sucede con otros estudios de esta índole es que la proporción de mujeres que denuncia es escasa. Según los registros del observatorio de las víctimas solo 25 mujeres habían hecho denuncias previas. Esto pone en evidencia que definitivamente hay algo por resolver. Según dicen los expertos inciden temores para hacer denuncias, la dependencia económica, pero también hay que tener en cuenta quizás los desafíos para acceder al espacio de denuncia.
También es cierto que hay casos en los que las víctimas suelen menospreciar las amenazas o evitar concretarlas en una denuncia por temor a mayores represalias.
Además 9 de las víctimas tenían medidas cautelares de prevención y 15 de estos asesinatos ocurrieron en contexto de narcocriminalidad.
“Pongamos en contexto: vulnerabilidad, pobreza, desocupación, precarización de la vida, complicidad política, policial y judicial y un Estado que, sistemáticamente, ha desmantelado todas las políticas de protección y prevención de las violencias negando el agravante de género”, expresa la publicación del trabajo.
Y luego, nuevamente en referencia al contexto del triple crimen resalta: “Nuestro observatorio de femicidios en su informe final del 2022, incluyó entre sus variables los femicidios en contexto de narcocriminalidad. El narcotráfico es un delito complejo en el que intervienen múltiples variables, cuyo análisis debe incluir la perspectiva de género y es por esta razón, que desde La Casa del Encuentro consideramos necesario incorporar esta categoría específica de femicidio”.
Asimismo exigen que se cumplan en su totalidad las leyes nacionales que contribuyen a la prevención, asistencia y erradicación de la violencia, así como también pactos y convenios internacionales suscriptos por nuestro país. “Gestionar no es destruir, es cumplir con las obligaciones”, subrayan para concluir.