Repitencia: el 81% de la matrícula logró promocionar al año siguiente

En 2022, dos de cada diez alumnos permanecieron. El impacto es mayor en tercer año. Entre otros factores, influyó que para promocionar se volvió a exigir que quedaran solo dos espacios pendientes en lugar de tres,como se había flexibilizado. La repitencia en la escuela privada es menor que en la pública.

Tras varios años de descenso, aumentó la repitencia en la secundaria de Mendoza
Tras varios años de descenso, aumentó la repitencia en la secundaria de Mendoza

Tras haber concluido la instancia de recuperación de saberes de marzo, 2 de cada 10 alumnos de secundaria en Mendoza permanecieron en el mismo año, lo que antes se denominaba repitencia.

Para hablar en términos de proporciones: de la totalidad de la matrícula que cursó secundaria orientada el ciclo lectivo anterior, 81% logró promocionar al año siguiente pero 19% no pudo.

De casi 73.959 estudiantes, 58.796 están en el año siguiente que les corresponde. Pero además, la Dirección General de Escuelas (DGE) registra que unos 1.000 alumnos dejaron de asistir al colegio por lo que poco más de 14.000 son los repitentes.

Esto implica un aumento -o una baja en la promoción- tras varios años de mejoras en la permanencia.

En 2016 la permanencia había sido de 28,34% y en 2017 de 31,8%. En 2018, cuando comienza el descenso, 25,36% de la matrícula no logró promocionar, en 2019 el 22,1% y en 2021 el 18,19%. Es decir que entre 2021 y 2022 se registró un alza de 1 punto y rompió la racha de descensos. Cabe señalar que en el ciclo 2020 no hubo repitencia ya que, debido a la pandemia de Covid y los cambios que conllevó, todos los alumnos pasaron al año siguiente y se consideró unidad pedagógica este ciclo junto con el 2021, ante lo que se implementó la promoción acompañada para quienes presentaban dificultades.

Por otra parte, Emilio Moreno, director de Educación Secundaria Orientada de la provincia, señaló que estos últimos años ha habido un aumento sostenido de la matrícula, tal cual se verifica en los datos estadísticos. El último ciclo volvió a aumentar y así pasó paulatinamente de 62.791 alumnos en 2016 a los 73.959 mencionados, casi 18% más.

En la escuela Técnica la proporción de repetidores fue similar aunque levemente superior, también con un repunte en 2022 que fue más notorio. Tras la instancia de recuperación de saberes que concluyó a fines de marzo, de una matrícula de 39.242 estudiantes, promocionó el 79,13%. Es decir que 8.191 estudiantes permanecieron lo que implica un 20,87% del total. En 2021, había repetido 16,42% de la matrícula.

En tanto, el sector privado muestra un mejor desempeño. Según datos aportados por la DGE de una matrícula de 32.341 alumnos, promovió el 88,49% mientras que permaneció el 11,51%.

Lo más complicado

El mayor escollo se presenta en tercer año, donde hay una mayor proporción de repitentes. Se trata del nuevo año difícil del secundario, tal cual adelantó Los Andes en otra nota y así destronó al primer año, tradicionalmente complejo para los chicos por el pasaje de un nivel a otro.

“Hasta fines de febrero (antes de la recuperación de marzo) en primer año había promoción de 82% y el más bajo era tercero, con 67%; en segundo y cuarto era de 77%. No están los datos después de marzo pero no ha cambiado mucho, los que más han permanecido son los de tercer año y los que más han promocionado son los de primer año”, detalló. En este punto hay que señalar que los últimos ciclos se han implementado diversas estrategias para apoyar la transición que implica el primer año, en particular con un programa de articulación con séptimo grado.

La profesora de historia Cecilia Zaile con alumnos de 5to año
En la escuela Normal Tomas Godoy Cruz comenzaron las clases con poca concurrencia de alumnos
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En cuanto a los espacios - o materias para la concepción antigua- que presentan más dificultades, Moreno dijo que siguen siendo los tradicionales: “Matemática en primer lugar, Lengua y Lengua extranjera y eso se debe fundamentalmente a la comprensión lectora; también Física y Química, aunque son menos significativos porque no están en todos los años del bachiller”. Ya las evaluaciones de aprendizajes han puesto en evidencia los bajos resultados en esas áreas.

Causales de repitencia

“Aumentó la matrícula y disminuyó la promoción en porcentaje”, aceptó Moreno. Sin embargo, el funcionario consideró que pese al tropezón que implicó el leve repunte de repitentes, creen que es un buen resultado si se tienen en cuenta las condiciones. En particular las que determinaron la pandemia pero no solo esto: tras haberse flexibilizado los requisitos para promocionar, y permitirse tres espacios, este año se volvió a exigir que solo queden dos.

“De todas formas estamos conformes porque hemos vuelto a los dos espacios y hemos logrado un 80% de promoción”, apuntó.

De este modo se volvió a las condiciones de 2019 y en ese sentido, la promoción del último ciclo fue mejor: aquel año la repitencia había sido de 22,1% y este fue 3 puntos por debajo.

“Si se compara con 2019 estamos mejor pese a haber pasado por una pandemia”, subrayó.

Entre las causales de que casi 2 de cada 10 alumnos no hayan logrado promocionar señaló en primera instancia el impacto de la pandemia.

“Del 2021 al 2022 veníamos de la promoción acompañada, trayectorias débiles, enseñanza virtual, chicos que se habían conectado y otros no. No podíamos volver a dos espacios como antes entonces dijimos de flexibilizar espacios y decidimos que fueran tres”, refirió. En algunos casos fueron incluso más porque se estableció un mínimo de espacios que debían promocionarse. Pero en 2022 se decidió que ya era tiempo de superar la flexibilización y se volvió a dos espacios lo cual puede haber implicado mayores dificultades para los alumnos.

Muchos adolescentes sufren de diferentes estadios relacionados con la salud mental.
Muchos adolescentes sufren de diferentes estadios relacionados con la salud mental.

Para Moreno, y a tono con la postura de la DGE, el ausentismo es un gran problema. En este punto expresó que se da un común denominador: en general quienes permanecen suelen tener un alto grado de inasistencias. “Hay que recalcar la valoración de que el chico esté todos los días en la escuela, el chico que falta tres días,cuando vuelve está perdido (...) cuando se hace una cadena de faltas es muy difícil de remontar”, remarcó.

Es inevitable pensar en otros elementos que los últimos años han incidido en el desempeño. Por un lado, la cuestión socioeconómica: además de la posible falta de recursos para asistir, más personas se han incorporado al mercado laboral ante el deterioro del poder adquisitivo, entre ellos, los mismos adolescentes, lo que redunda en una reducción del tiempo disponible para estudiar. Incluso, si hay otros miembros de la familia que se incorporan, muchas veces ellos deben asumir tareas domésticas y de cuidado de otras personas del grupo familiar. Una encuesta realizada por Unicef el año pasado, concluyó que 1 de cada 4 adolescentes trabaja asociado al ingreso insuficiente de sus hogares. Con más de 100% de inflación interanual, cabe suponer que hoy las condiciones son peores.

Pero además, los adolescentes se cuentan entre quienes recibieron el mayor impacto en salud mental durante la pandemia y el regreso a la vida social. Ansiedad, dificultades para socializar, depresión, entre otras cosas, son parte de lo que las escuelas han evidenciado en las aulas. Esto además, ha tenido consecuencias en la convivencia escolar lo que impacta directamente en el desempeño académico.

“El tema es que no van, por distintos factores, económicos, porque tuvo que cuidar al hermanito, porque tuvo que ir a trabajar o hacer una changa”, señaló Moreno.

De todas formas dijo que no necesariamente ven que haya peor desempeño por sectores, como en colegios urbano marginales, porque está asociado a la valoración de la educación y la escuela. Y justamente por eso consideró que hay mejor promoción en las escuelas privadas, porque, entre otros factores, los padres pagan una cuota, incluso muchos hacen un gran esfuerzo para ello, y no permiten con tanta facilidad que sus hijos falten porque valoran ese espacio.

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