Consulta a $6.000 o coseguro: semana clave en la lucha entre los médicos con las prepagas y obras sociales

Los médicos exigen que el valor mínimo de la consulta ambulatoria sea de $6.000 y se acorten los plazos de pago a 30 días. Las prepagas sacarán relucir que el Ministro de Economía Sergio Massa congeló los aumentos en las cuotas por tres meses. El 1 de septiembre es la fecha clave.

Consulta a $6.000 o coseguro: los médicos no se bajan del reclamo a las prepagas y obras sociales. Foto: Orlando Pelichotti
Consulta a $6.000 o coseguro: los médicos no se bajan del reclamo a las prepagas y obras sociales. Foto: Orlando Pelichotti

La batalla entre los médicos y las prepagas más las obras sociales sobre la actualización en el valor de las consultas ambulatorias entró en una semana decisiva.

A través de 21 entidades representativas del sector de la salud, los médicos solicitaron que el valor mínimo y ético de la consulta se ajuste en $6.000 ($8.000 en el caso de psiquiatría) y, de no ser así, comenzarán a cobrar un coseguro a los pacientes por la diferencia a partir del viernes próximo, 1 de septiembre.

Además insisten en que los pagos se acorten en el tiempo a no más de 30 días, ya que actualmente están cobrando con un retardo de tres o cuatro meses.

La semana pasada recién cancelaron abril y mayo y a valores de aquellos meses”, argumentó Cristian Palomba, vicepresidente de la asociación de Ginecólogos y Obstetras de Mendoza (OBUM).

Lo que no estaba previsto dentro de la discusión era la irrupción del ministro de Economía, y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, que anunció la suspensión del aumento previsto para la medicina prepaga por 90 días.

Si antes era difícil atender el reclamo de los profesionales, que nadie discute que sea legítimo, ahora se hace cada vez más complicado”, reconoció el directivo de una prepaga pequeña que presta servicios en Mendoza.

Semana clave en la negociación

El 15 de este mes, las entidades médicas que nuclean a las especialidades de terapia intensiva, dermatología, cirugía general, pediatría y neurocirugía, obstetricia, oftalmología, cardiología, otorrinolaringología, endocrinología, urología, ortopedia, traumatología, gastroenterología, hepatología, neurología, anestesiología, medicina familiar, medicina respiratoria y neonatología hicieron público el malestar reinante.

Aseguran que no pueden estar cobrando una consulta a $2.500, en promedio, “y encima tres meses tarde, con un 8% de inflación más o menos, así no se puede”, lanzó el doctor Flavio Rodríguez que representa a la asociación que agrupa a los traumatólogos (AMOT).

Hasta el fin de semana, las esperanzas en los profesionales de alcanzar un acuerdo estaban intactas y le ponían todas las fichas a la unidad que alcanzaron en esta oportunidad para reclamar en bloque.

“Calculo que iremos viendo cómo se van dando las negociaciones en estos días. Tenemos varias reuniones previstas. Esta vez, lo bueno es que no es uno solo o una sola especialidad la que hace el pedido. Sentarse a negociar uno solo con las prepagas es imposible, es una negociación muy desigual, pero esta vez estamos todos juntos porque es un problema que concierne a todos por igual”, afirmó Palomba.

“Creo que va a haber una contraoferta de las prepagas porque están al tanto de este problema y el reclamo que estamos haciendo”, agregó el profesional.

Lo que no estaba en los planes de nadie y ahora puede ser un factor altamente influyente que, todos asumen, aparecerá de inmediato arriba de la mesa de negociación, es el congelamiento por tres meses de los aumentos en la medicina prepaga.

Si bien la resolución del Palacio de Hacienda alcanza a las familias cuyos ingresos no superen los $2.000.0000 “eso es lo mismo que decir que una prepaga no le puede aumentar la cuota mensual al 98% de sus afiliados”, indicó el directivo de la única prepaga que respondió a Los Andes, pero solicitó reserva de todo nombre.

“Hay que entender que dentro de los costos de una prestadora las consultas tienen un alto impacto. Primero están los gastos en internación y después siguen las consultas. Por lo tanto, si antes pedían un aumento del 50% o más en el valor de la consulta, ahora que se van a congelar por tres meses los ingresos de los prestadores, yo no sé quién va a poder pagar eso”, agregó la misma fuente.

Para Rodríguez, traumatólogo “y ahora se van a agarrar de esa situación pero sería lo mismo si corre viento zonda, acá siempre pasó lo mismo, no es nuevo y lo cierto es que no se ponen a tono nunca, nunca pagan un valor digno”, sentenció.

En tanto Palomba consideró que, más allá del decreto del Gobierno Nacional, no piensan echarse atrás ya que “nuestro reclamo viene de antes” y si bien “creo que obviamente puede afectar la resolución del problema”, si no llegan a un acuerdo que sea satisfactorio “a la larga va a resultar más factible todavía que se habilite el cobro del coseguro”, indicó.

De aplicarse esa decisión, las asociaciones acordaron que a partir del viernes, 1 de septiembre, empezarán a solicitarle al paciente la diferencia entre los $6.000 que piden y lo que les paga efectivamente una obra social. Aproximadamente el coseguro rondará los $3.500 a $4.000 o incuso más, según la especialidad.

Una ya arregló

El traumatólogo Flavio Rodríguez confirmó que, al menos en su especialidad, “ya hay una que arregló”, se trata de la Obra Social del Personal de Dirección de Sanidad, Luis Pasteur.

“La única, al menos en mi especialidad, que avisó que va a pagar a 30 días y el valor de los $6.000 es la Luis Pasteur, porque no quieren tener a toda la gente pidiendo un reintegro”, confirmó el médico.

En cuanto al resto de las prestadoras “alguna que otra puede llegar a aparecer en estos días y creemos, más que nada, que serán las obras sociales sindicales porque ya lo hemos vivido en otras situaciones similares, cuando lucha cada asociación por individual, y las prepagas más grandes, son muy poderosas y tratan de alargar todo esto, es la estrategia que utilizaron siempre”, dijo sin tapujos el traumatólogo.

El sistema es muy burocrático

El reclamo que va atado al ajuste en el valor de las consultas, es el de los tiempos de pago. En este sentido, los médicos no están dispuestos a esperar meses para cobrar sus honorarios por lo que están solicitando firmemente acortar los plazos a 30 días.

“Cobrar a tres meses con una inflación de 3% o 4% es una cosa, pero con una inflación del 10% o 15% mensuales es inviable. El año pasado los gastos para mantener un consultorio, contando alquiler, sueldo (secretaria), mobiliario, aumentaron entre un 110% y 120% mientras que los honorarios nuestros aumentaron un 50% o 60%, entonces ese desfasaje arrastrado en los últimos cinco años, porque este no es un problema de ahora, hace que no se pueda tener un consultorio abierto”, explicó Palomba.

En la visión de las prepagas, consideran que será casi imposible acortar los plazos debido al proceso burocrático del sistema de salud.

El directivo de la prepaga, explicó que “el sistema tiene algo que se llama auditoría de la facturación. Una vez que el médico emite la factura, el financiador la audita obligatoriamente. Primero hay que ver si son los honorarios convenidos, segundo si la práctica está de acuerdo a la situación terapéutica del paciente, después si el paciente tiene la cuota al día o no, entre otros aspectos. Es decir que hay una serie de controles que se hacen internamente y ese proceso lleva como mínimo 30 días. Es difícil para el sistema bajar esos tiempos”, concluyó.

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