Aumentó la proporción de alumnos universitarios que trabajan y estudian

En la UNCuyo son la mitad, 16,83% más que hace dos años. Así se desprende de un censo realizado por la casa de estudios. También son más los que son sostén económico del hogar y la mitad realiza tareas de cuidado.

Estudiantes de Arquitectura de la UNCuyo.
Estudiantes de Arquitectura de la UNCuyo.

Según un relevamiento realizado por la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), más de la mitad de los alumnos que asiste a alguna de sus facultades trabaja además de estudiar. Esta proporción es 16,83% mayor a la que obtuvo la misma casa de estudios en 2020 en un abordaje de similares características. Los resultados del Primer Relevamiento Académico de Estudiantes Universitarios fue presentado ayer y arrojó que el 52,13% de los consultados está incorporado al mercado laboral.

Este censo fue de participación optativa y se relevó cuando los alumnos realizaron su reinscripción anual, a partir de segundo año. Participó el 50% de la población estudiantil total, que es de 15.000 alumnos, lo que implica que 7.820 están en esta situación.

En la “Encuesta y talleres estudiantiles 2020″, realizada ese año por la misma universidad, esa proporción era de 35,3%.

También son más los alumnos que son el principal sostén económico del hogar: ahora son 19,6% de los consultados versus el 13,8% del 2020.

Quienes han estado a cargo del abordaje advierten que ahora hay que cruzar datos socioeconómicos con trayectorias para interpretar el impacto pero no necesariamente es algo perjudicial.

Ezequiel Potaschner, quien coordinó el relevamiento desde el Laboratorio Académico refirió: “Son factores que caracterizan las trayectorias, por supuesto que no es lo mismo un estudiante que tiene toda la disponibilidad que el que no la tiene”, pero remarcó que esto no necesariamente es negativo. Para ello hay que tomar otro dato que arrojó el censo y sobre lo que hizo hincapié: 45,8% realiza un trabajo relacionado con su carrera mientras que un 42% considera que su empleo incide positivamente en su carrera.

A esto se refirió Potaschner, quien destacó que implica la incorporación temprana al mundo del trabajo respecto de los estudios.

Por el contrario, 32% dijo que impacta de manera negativa.

Además se incrementó, aunque muy levemente, la proporción de quienes realizan tareas de cuidado; mientras en 2022 son 50,8% de los consultados, antes eran 49,7%. Esto implica que la mitad destina tiempo a esta responsabilidad. Por otra parte, el 15,3% tiene hijos.

Más estudiantes trabajadores

Es algo que notan los docentes, incluso en secundaria.

Consultada sobre condicionantes de las trayectorias académicas que propicien el abandono, y el impacto en el desempeño que pudo haber tenido la pandemia, Patricia Puebla, secretaria académica de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, señaló, esta, entre otras causas. “No es que debido a la pandemia abandonan, la situación agravó algo que ya existía, hay más chicos trabajando y eso complica, antes los teníamos desde 4°o 5° año trabajado y ahora desde 3°”, explicó.

En secundaria, a fines de 2021, en ocasión de una nota con Los Andes, los profesores también notaban esta particularidad asociada al deterioro de las condiciones socioeconómicas. El descenso del poder adquisitivo ha empujado a más miembros de la familia al mercado laboral.

“Hay chicos que vienen por la tarde directamente de trabajar, sin comer, a buscar la merienda, en la que no están incluidos”, comentó Marisa Irusta, directora de la escuela El Plumerillo de Las Heras.

Otros docentes refirieron que más alumnos de nivel medio trabajan y que en muchos casos eso impacta en el ausentismo y el desempeño.

Diego Aranda, profesor de taller de Electromecánica del colegio Técnicos Mendocinos de Guaymallén, opinó en la misma línea. También tiene alumnos que tuvieron que salir a trabajar y dijo que algunos ya desde mediados del año pasado habían dejado de ir al colegio.

La encuesta de 2020 expresaba la posibilidad de que condicionantes familiares y sociales tuvieran consecuencias en términos de desempeño académico, atraso, frustración y posterior abandono.

Repensarse y conectar

El sistema educativo, en sus diversos estamentos, ha iniciado luego de la pandemia un proceso de reformulación en el marco de cambios necesarios y atendiendo más a las necesidades de los alumnos. Este insumo del relevamiento es en este sentido sustancial para encarar este proceso, según advirtieron durante la presentación diversas autoridades, ya que consideran que les da un recurso fundamental para conocer a los alumnos, qué viven y que piensan.

Dolores Lettelier, secretaria académica de la UNCuyo destacó la importancia de contar con estos datos sistematizados para generar políticas y estrategias más específicas y acordes a las necesidades de los alumnos. “Es útil para repensar los desafíos que tiene la educación superior”, subrayó.

Por ello, entre los objetivos del censo, que esperan realizar cada tres años, se cuentan conocer las características, opiniones y percepciones de todas y todos las y los estudiantes en relación a la vida universitaria, la situación laboral, familiar y de salud, los procesos de aprendizaje, los hábitos y preferencia de estudios, las actividades recreativas y consumos culturales que realizan y sus expectativas acerca de la universidad.

Entre la información importante que recabaron se pudo saber que el acceso a dispositivos para realizar actividades de manera virtual es alto: 98%. Esto incluye computadora, tablet o teléfono y la disponibilidad no es igual para todos: 63% tiene uso exclusivo de ese dispositivo mientras que 35% lo comparte con otra persona. “Eso de alguna manera restringe los tiempos de uso”, mencionó Potaschner

Además, casi 98% tiene acceso a internet, pero casi 10% por paquete de datos, lo que dificulta la realización de las actividades.

Otro tema que se expresó es una alta valoración de los recursos virtuales para el aprendizaje, como el uso de plataformas, videos y otros recursos.

La mayoría prefiere estudiar solo antes que en grupo y a partir de sus apuntes pero también con una alta valoración de los apuntes de los profesores.

Potaschner consideró que esto es un disparador para saber cómo repensar y hacer una evaluación interna, para pensar su proceso educativo a partir de la pos pandemia. Dijo que hay que trabajar en “la necesidad de asegurar esa conectividad, si bien es importante la cantidad de alumnos que acceden a dispositivos y tiene conectividad hay que ver cómo se pone en juego a partir de las expectativas que tienen los estudiantes, hay que recordar que la mayoría de las carreras se dictan de manera presencial”, remarcó.

Por eso señaló también que otra de las necesidades que se desprenden es reconsiderar cómo se generan más espacios virtuales en las carreras, dentro de los parámetros permitidos.

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