Aislamiento, enemigo de la lucha contra las ludopatías

La cuarentena y la oferta online hacen muy difícil detectar la situación de quienes están en tratamiento

Pantallas. Son de fácil acceso para comenzar a jugar y apostar.
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Pantallas. Son de fácil acceso para comenzar a jugar y apostar. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Si existe una un enemigo natural para el manejo de adicciones es el aislamiento, ya que la situación de permanecer ajeno al contacto humano que involucra a la familia, amigos y otro tipo de vínculos -como los laborales- establece el microclima ideal para que la persona se relaje con los límites autoimpuestos y resulte más proclive a perder contacto con la realidad de la adicción que padece, o tener recaídas en caso de estar en recuperación. Desde que se inició la cuarentena, los casinos de la provincia se encuentran cerrados, sin embargo la facilidad con que un ludópata puede tener acceso a otro tipo de juegos -por ejemplo, online- enciende la alerta entre los profesionales encargados de contener a las personas que están en tratamiento. En el otro extremo, los menores también pueden estar expuestos a muchas horas de juego virtual, y aunque esto no implique una futura adicción, las consecuencias socioafectivas son muy profundas, según explican los especialistas.

Qué es la ludopatía

Por definición, es un trastorno de conducta que produce una urgencia incontrolable de jugar y apostar de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa su vida personal, familiar y vocacional.

Tiene como rasgo predominante la repetición y el aumento de la frecuencia para obtener los efectos placenteros deseados, lo cual la convierte en una adicción. Diferentes sustancias químicas, como la dopamina y las endorfinas, actúan como estimulantes y refuerzan esta conducta patológica. Aunque no tiene una relación directa con ninguna causa, se atribuye a un conjunto de factores internos y externos a la persona, entre los que se pueden encontrar la genética, ya que si bien no se hereda, se ha constatado que los hijos de padres jugadores tienen mayor riesgo de acabar siendo ludópatas.

Juego online

Carola Blanco, jefa del Departamento de Responsabilidad Social del Instituto Provincial de Juegos y Casino (IPJyC) explica que en Mendoza no hay casinos con juego online “por eso no tenemos manera de contabilizarlo ni saber cuántas personas hay en esa situación”.

Lo cierto es que cualquiera con acceso a internet tiene una cantidad incalculable de páginas donde hacer todo tipo de apuestas.

Una de las más conocidas es pokerstars.com, en donde simplemente completando los datos de un formulario y validando la cuenta mediante mail o celular, se puede acceder a la más variada gama de juegos online. Para empezar a apostar es necesario realizar un depósito en dólares o pesos argentinos, para lo cual solo basta tener una cuenta en alguno de los bancos asociados o mediante algún sistema electrónico, tarjeta de crédito o débito.

Hasta aquí sería bastante inocuo, sino fuera porque en muchas de estas páginas, el dinero ganado se cobra en dólares y mediante algunos artilugios, la persona puede hacerse del efectivo “sin ser detectado por autoridades fiscales”, admitió un conocedor del tema.

En Youtube hay tutoriales que explican cómo obtener el dinero ganado: “te paso un dato: si tenes plata en Neteller, Paypal, Skrill, etc., podes usar la página saldo.com.ar que ahí te la pasan a tu cuenta de Mercado Pago, Ualá u otra (te cobran comisión, pero sirve para los que no tienen cuenta bancaria), yo uso esa pagina y anda bien” puede leerse debajo de uno de los videos explicativos.

Qué ocurre en Mendoza

El Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) tiene un Programa de Juego Responsable que depende del Departamento de Responsabilidad Social. Un equipo interdisciplinario se ocupa de atender aquellas personas con un problema de adicción y también a familiares de ludópatas. Está estructurado como un equipo de salud mental coordinado entre el Instituto y el Ministerio de Salud.

Gabriela Álvarez, psicóloga del programa explicó que en 2009 el Casino generó un convenio con el Plan Provincial de Adicciones y desde entonces “atendemos tres veces por semana en el Centro Tejada Gómez de 14 a 20”.

En este lugar se realiza un proceso parecido a los centros preventivos asistenciales: “hacemos una entrevista interdisciplinaria de admisión” y explica que “a lo largo de la historia no se identificaba a la ludopatía como un problema de salud mental, se lo pensaba cercano a un vicio”, asegura Álvarez.

Programa de Juego Responsable

Hasta el año pasado cada casino de la provincia tenía distintas formas para identificar ludópatas. En general, todos proveen folletería acerca de este problema y dónde asistir en caso de necesitar ayuda. “Tratamos de que sea gente que va al casino o que juega a la Quiniela”, explica Carola Blanco, jefa del Departamento de Responsabilidad Social del Instituto de Juegos y Casino.

El problema es que en cuarentena y con los casas de juego cerradas, es muy difícil identificar si la persona que estaba en tratamiento agudizó la adicción por el aislamiento o si hay más ludópatas. “Perdemos de vista qué cantidad y en qué situación se encuentran, si bien tenemos guardias pasivas ante necesidades o emergencias para que el programa preste asistencia con seguimiento telefónico, hay mucha gente a la que no podemos llegar”, explica la funcionaria.

Programa de autoexclusión

Consiste en un sistema que le permite a la persona solicitar la prohibición de ingreso a un casino.Hasta el año pasado los centros de juego no estaban coordinados, por lo que un autoexcluído del Casino de Mendoza, podía entrar a cualquiera de los privados si lo deseaba. “El problema era que cada uno de los casinos tenía su propio registro y modalidad”, explica la psicóloga Gabriela Álvarez.

“Desde el año pasado se hizo un convenio entre todos y se elaboró el registro único de autoexclusión por el cual se creó un software que comparten todos los casinos de la provincia. De esta forma, cuando una persona pide al autoexclusión en uno queda registrado en todos”, detalla.

Si bien el programa coordinado ya está en funcionamiento, la provincia además instaló un sistema de identificación facial que estará en funcionamiento próximamente. “Es decir que ni siquiera podrán ingresar, porque antes teníamos el problema de que el autoexcluido entraba pero no se detectaba en la puerta sino adentro, y ahí es otro conflicto sacarlo porque no lo podés echar, lo tenés que invitar a retirarse, es un acto voluntario”, comenta Carola Blanco.

Además explicó que este sistema funcionará coordinado con el Ministerio de Seguridad “vamos a trabajar en conjunto para las listas de gente buscada”, asegura.

El problema de la cuarentena

Aunque el grupo interdisciplinario esperaba un incremento de solicitudes de admisión durante la cuarentena, esto no ocurrió “cuando el casino está abierto las personas que van tienen la lógica de ‘yo no quiero ir pero se me quiebra la voluntad’. Al tener los casinos cerrados no hay opción de ir. Algunos se pueden haber volcado al juego online pero también se fueron volcando a otros consumos” explica Gabriela Álvarez, y agrega “la compulsividad del juego funciona tapando otra cuestión psicopatológica de base y otro problema de contexto social”.

Qué pasa con los chicos

Desde el inicio de la cuarentena cambiaron rotundamente las rutinas y las formas de vincularse tanto dentro como fuera de la casa. Tanto los chicos como los adolescentes pasan muchas más horas frente a los dispositivos ya sea jugando o en redes sociales.

Ésto, según la psicóloga infantil Paola Laspada (Mat 3048) tiene incidencias profunda: “a grandes rasgos hay dos consecuencias. Una es la hiperestimulación a nivel del Sistema Nervioso Central y del cerebro con una excitación de la que después les cuesta mucho bajar, les cuesta dormir, están más irritables, tienen más discusiones. La segunda es una gran disminución en la socialización, que por una cuestión lógica de aislamiento no tienen contacto con otros niños o adolescentes, pero también en la casa con los miembros de la familia, porque está cada uno en su pantalla” explica.

Según advierte, esto “se convierte en una olla a presión que estalla, sobre todo en pubertad y adolescencia”.

En cuanto a la posibilidad de vincular el uso dispositivos para juegos y el uso de redes sociales, con una futura adicción, Laspada explica que sería muy arriesgado aventurar esta idea, ya que no hay pruebas que lo sostengan. Sin embargo advierte acerca de los efectos actuales en este sentido “Se subestima la consecuencia de estar todo el día frente al televisor o la computadora. Se cree que el chico está en su mundo pero a nivel del sistema nervioso y a nivel de vínculos hay secuelas muy profundas”, concluye.

Síntomas

· Planificar continuamente cómo ganar más dinero con las apuestas

· Sentir necesidad de apostar sumas de dinero cada vez más altas para lograr la misma emoción

· Intentar controlar, reducir o detener las apuestas, sin éxito

· Sentirse inquieto o irritable al intentar reducir las apuestas

· Apostar para escapar de los problemas o aliviar los sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión

· Intentar recuperar el dinero perdido con más apuestas

· Mentirles a los miembros de la familia o a otras personas para ocultar la magnitud de las apuestas

· Poner en peligro o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades académicas o laborales debido a las apuestas

· Recurrir al robo o al fraude para recuperar el dinero de las apuestas

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