Riviera maya: Cirque du Soleil Joyá

El sentido de la vida en un mundo de fantasía enmarcado por la selva desmesurada y cenotes.

Un mundo fantástico dentro de un mundo fantástico es la experiencia que presenta Cirque du Soleil Joyá en el teatro que lleva el mismo nombre ubicado sobre una mágica laguna desde la cual se obtiene una panorámica de la jungla maya.

Al ingreso, los visitantes caminan sobre la pasarela de madera en suave pendiente que los conduce hacia el magno teatro, unos 11 metros más arriba. Y, como en un cuento, sienten transportarse a otro sitio en el que todo es posible: exuberante vegetación y cascadas, con riqueza de flora y fauna, alejada del ajetreo y bullicio de la ciudad.

Cuando aún no hay ojos para abarcar tanto, comienza la historia sobre el escenario. Una adolescente es la protagonista que es repentinamente catapultada al corazón de una misteriosa selva producto del universo mágico de su abuelo. Un hombre extravagante amante de la naturaleza, quien, rodeado por un grupo de asistentes que son mitad animales y mitad humanos, busca sin cesar el sentido de la vida. Envuelta en este mundo donde no cabe la lógica, Joyá se enfrentará a una serie de retos místicos que su travieso abuelo ha preparado para ella, incluida una importante misión que el hombre heredó de sus propios ancestros. Inspirado en la migración de la mariposa monarca, en donde se pasan los secretos de la vida de una generación a otra para asegurar la supervivencia de la especie, Joyá se mueve entre personajes fascinantes que trabajan en conjunto para inmortalizar el amor a la vida.

La atrapante historia, junto con la arquitectura del teatro y la naturaleza que todo lo invade, sin olvidar y rendir admiración a los artistas, brinda sutiles alusiones a la historia y cultura mexicana. El escritor y director del espectáculo Martín Genest, eligió a la mariposa monarca y su conexión con esta tierra. Resulta que cada año, cuando llega el otoño, millones de estas mariposas hacen el largo trayecto de 5.000 kilómetros del sur de Canadá hacia el centro de México, en donde hibernan.

Solamente las monarcas nacidas a finales del verano o principios de otoño emprenden el viaje de migración de ida y vuelta. Para cuando el círculo comience nuevamente hacia el invierno siguiente, varias generaciones habrán vivido y muerto, y son los nietos de los viajeros del año anterior los que emprenderán el largo trayecto al sur. Otro punto que toca es el supuesto asteroide que impactó en la Península de Yucatán hace 66 millones de años, causando la extinción masiva de los dinosaurios. El eco de aquel elemento celeste causa el caos en el Naturalium -el marco imaginario del espectáculo- al principio del show y trae a Joyá, la nieta de Zelig, hacia el lugar. La transmisión de conocimiento de las culturas ancestrales como el arte mexicano, son parte de la obra. Además de la referencia a Diego Rivera, las vides, la flor enorme y la jungla, hay una referencia indirecta a la artista Frida Kahlo.

Hay muchas otras alusiones como luchadores enmascarados, mariachis, leyendas piratas (piratas famosos que se refugiaron en Isla Mujeres en los siglos XVII y XVIII), marionetas de cucarachas, películas de terror (referentes al maestro del terror, Guillermo del Toro) y hasta esculturas submarinas de Jason de Caires Taylor.

El ambiente, la creación de un escenario

Cuando se imaginó el teatro y el plano de ubicación para JOYÀ™,  el arquitecto Arturo Hernández basó sus diseños en tres principios rectores: respetar al máximo el medio ambiente de la jungla; ocultar el teatro dentro de los manglares y jugar con las líneas sinuosas y formas orgánicas. También incluir al gran cenote en la selva - pozos natural resultantes del colapso de roca caliza que expone las aguas subterráneas por debajo- considerados por los mayas puertas sagradas a la vida después de la muerte. Así la arquitectura y estética refleja y celebra a los antiguos habitantes e invita a los visitantes a ser parte de esa cultura y sus creencias a través de un laberinto subterráneo intrincado de ríos y cenotes. De hecho, da la impresión de pisar un gran cenote al interior de manglares, complementado con estanques de agua clara como cristal, piedras corales y una cascada magnífica.

El respeto profundo por el medio ambiente se nota en la adecuación de todas las estructuras a lo que ya existía naturalmente. La pasarela de madera que dirige al teatro fue construida, a propósito, por encima del suelo para permitir el paso libre de los animales para preservar su hábitat. El final de la pasarela de madera que lleva al Teatro Cirque du Soleil evoca una palmera inclinada hacia delante, como una gran flor que ligeramente toca el agua. La estructura se parece a una palapa, una vivienda abierta con un techo de paja hecho de hojas secas de palmera, muy común en la playas mexicanas.

El teatro sugiere un Naturalium, una biblioteca grande y un lugar de conocimiento, cuya arquitectura se mezcla con el entorno natural. Precisamente Naturalium está lleno de libros coleccionados por Zelig, un viejo naturalista, y sus asistentes, los maestros. También hay una máquina del tiempo que hace saber al espectador que el conocimiento ha sido recabado al pasar de los años. No hay un período de tiempo fijo per se, sino que es un cúmulo de períodos de tiempo: vemos una radio de la década de los 20, patrones renacentistas en el suelo, relojes de la época victoriana, una escalera preindustrial, un gran mural contemporáneo, etc.

Un espacio versátil - A lo largo del espectáculo, el espacio experimenta una serie de transformaciones sobre la base de la narración. Cortinas grandes separan el escenario de la audiencia para sugerir un mundo acuático. Hordas de piratas emergen de un libro grande para tomar el escenario -y a la audiencia-. El Naturalium se vuelve una jungla cuando una vid gigante desciende al escenario alrededor de una flor de 8,5 metros de altura. Un enorme mural del estilo del pintor mexicano de frescos, Diego Rivera, aparece en el escenario para representar el mundo interior de la nieta de Zelig, Joyá.

El vestuario, otra atracción en sí misma

La dimensión temporal del espectáculo está pensada para transmitir la sensación de un pasado familiar, pero que en realidad es uno que corresponde a nuestro futuro. Para el vestuarista James Lavoie, fue importante mostrar una evolución del pasado al futuro conforme Zelig transmite su misión a su nieta. Zelig, el viejo naturalista, es una combinación de Don Quijote, Charles Darwin, Fausto, Leonardo Da Vinci y otros grandes hombres reunidos en un adorable personaje. Él dirige el Naturalium y ha hecho su misión de vida el recolectar todo el conocimiento del orbe. Su vestuario se refiere a un pasado mezclado con elementos contemporáneos y futuristas. Lavoie imaginó lo que Zelig escribiría y dibujaría en su libro de conocimiento. Los diseños sobre su traje con diversas capas, está inspirado en ilustraciones científicas y naturalistas de diferentes períodos: desde el pre victoriano hasta el contemporáneo.

Y como para confirmar que nada es azar en el espectáculo, los patrones en las prendas de los Maestros están basados en sus áreas de especialidades: los diseños en el vestuario del Entomólogo están inspirados en viejos libros sobre insectos; el Maestro del tiempo tiene imágenes de relojes solares y meridianos; el pliegue a un costado del vestido del archivista evoca el lomo de un libro; el alquimista cuenta con símbolos inventados de alquimia basados en la espiral de Fibonacci, la cual evoca la cabeza de carnero de cuernos largos que él está usando.

Melodías que encantan

La música toma un papel fundamental. Los compositores Bob & Bill usaron un enfoque cinematográfico para apoyar la narrativa basada en la aventura. Los estados de ánimo varían de festivo, de baile y ritmos latinos a percusiones con base en sonoridades mayas, calmantes sonidos debajo del agua y ritmos que conducen las escenas de lucha de piratas con espadas. La trompeta -instrumento básico en el jazz mexicano y conjuntos de mariachis- es omnipresente al igual la guitarra acústica e instrumentos de percusión.

Una cena que sumerge en la fantasía

Cocina de nivel internacional con exquisitos productos del territorio mexicano se sirve una hora antes del show con champán. En las exclusivas butacas 194 personas bajo los intrincados candelabros, ponen a prueba sus cinco sentidos. Comenzando por la carta comestible que los asistentes pueden romper y sumergir en deliciosos aderezos o la canasta de pan llena de naturaleza, esculpida en forma de una planta que contiene diferentes panes y galletas con hierbas y semillas. Los inusuales maridajes -presentados en piezas de cerámica y loza para seguir con la temática de la presentación- son una mezcla de inspiración y audacia.

Tras probar diferentes y exquisitos aperitivos (Natura) que sirven como preámbulo de la cena, los clientes pueden elegir el principal, entre los que está la cocina molecular con el "aliento de dragón" -uno de los personajes- que logra que salga humo de la boca de los comensales. La cena culmina con una sorprendente gama de suculentos postres presentados dentro de un libro. Y no es todo. Para esperar el show en forma colectiva y con el espíritu del saludo maya "In Lak'ech Ala K'in", que significa "Yo soy tú y tú eres yo", que habla de unidad e identidad.

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