Reflexiones sobre la cuestión ambiental - Por Facundo Rojas

Reflexiones sobre la cuestión ambiental - Por Facundo Rojas
Reflexiones sobre la cuestión ambiental - Por Facundo Rojas

"En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la 'Historia Universal': pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer." 
Nietzsche (1873). 

Desde junio de 1972 se celebra, todos los años, el día Mundial del Medio Ambiente, propuesto por la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el fin de sensibilizar a la población mundial sobre las problemáticas ambientales. En la actualidad, abundan los textos, programas y debates sobre la cuestión ambiental, pero.Ahora bien, ¿todos hablamos de lo mismo cuando nos referimos a “lo ambiental”?

Una confusión común en la comunicación surge cuando se habla sobre el clima, aduciendo un cambio (o no) de ciertas variables a partir de impresiones personales, series cortas de datos o mezclando la descripción de una tendencia (de temperaturas o precipitaciones, por ejemplo) con la explicación sobre la causa que generaría tal tendencia.

Las precipitaciones de origen Atlántico han aumentado en gran parte de la Argentina extrapatagónica, a partir del siglo XX. Pero ello no significa estar a favor o en contra del cambio climático, sino haber comprendido una variabilidad expresada en series obtenidas sistemáticamente a partir de estaciones meteorológicas.

La noción de cambio climático alude a la importancia de incluir la causa social en dichas variaciones. A la inversa, si la humanidad no tuviera capacidad para producir -por ejemplo- la disminución de precipitaciones desde el Pacífico (que viene sufriendo el Chile central y patagónico), entonces nos limitaríamos a hablar de variabilidad climática.

También encontramos otro concepto: el cambio global. Esta noción refiere a todos los cambios ambientales (no sólo climáticos) que estaría sufriendo el planeta por influencia de la humanidad.

Según el último informe del Ipbes, estamos cerca de la extinción masiva de un millón de especies, situación principalmente generada por factores antrópicos. Este informe de la ONU, que cuenta con el aval de cientos de expertos e instituciones científicas de diferentes países, alerta además sobre otros problemas ambientales y de graves consecuencias para la humanidad.

Sandra Díaz, una investigadora argentina que lideró dicho informe, expresó sobre el tema: “La batalla se libra con respecto a la gobernanza, con respecto a la política mundial, regional, nacional y local. Estamos hablando de cambios profundos que afectan a políticas. Pero también se libra en el interior de cada uno de los ciudadanos. Los cambios profundos no pueden venir solo de arriba para abajo, también tienen que ser una especie de movimiento que surge de abajo para arriba” (Diario El País 6/5/19).

Sandra Díaz se refiere a una ecología que es política, porque no sucede en abstracto, depende de decisiones sociales. No se entiende, sino, porqué la bióloga recuerda en varias notas periodísticas las reivindicaciones ambientales de los “chalecos amarillos” y del movimiento de jóvenes para combatir el cambio climático. Se habla de especies, de biodiversidad, pero cada vez más se lo asocia a las formas de producción y de consumo.

Se traspone la frontera entre lo biológico y lo social, entre lo humano y lo no humano.

Las disciplinas y las teorías clásicas se quedan cortas ante la complejidad del problema. 
En casi todos los países de la Unión Europea, cada vez más, se utiliza la noción de transición ecológica, en lugar de desarrollo sostenible. Incluso España ha creado en 2018 el Ministerio para la Transición Ecológica.

¿Las razones? Son varias, que podríamos resumir en las consecuencias prácticas de una noción altamente equívoca y vacía como “lo sostenible”, que se puede seguir utilizando sin imprimir cambios sustantivos en el problema que apunta a solucionar.

La idea de transición -más allá de sus múltiples acepciones- implicaría un cambio progresivo que pueda medirse.

Además, las acciones en pos de la transición socio-ecológica se vinculan con la transición energética, incluyendo dimensiones –como el transporte- en donde los diversos territorios deben implementar y cumplir planes de reducción de emisiones, aumentar el consumo de productos regionales, y reducir su “huella ecológica”.

“El sentimiento de perder el mundo, ahora, es colectivo” pues el debate sobre el calentamiento global lo trastoca todo, expresa Bruno Latour (2018). Sin embargo, como toda trama social, no es homogénea, como tampoco lo son los sentimientos generados o los diversos debates al respecto.

Los ambientalismos, en países que podríamos denominar genéricamente “Tercer Mundo”, pueden ser bien diferentes, tanto entre sí, como en relación a los ambientalismos de los países del “Primer mundo”. Se suelen combinar con demandas y valores previos. Tienen lógicas globales, pero también locales.

Como si los dilemas fueran pocos, reconocemos otros, como el que presenta la lógica de anclar el diagnóstico a la solución. Quienes rechazan una propuesta de solución -por ejemplo- consumir menos o de forma diferente, suelen -automáticamente- negar el problema.

Más allá de nuestra posición sobre el cambio climático, la matriz energética requiere un cambio profundo. Las leyes de la termodinámica nos establecen estrictos márgenes sobre el abuso que hacemos de la energía. Miles de millones de seres humanos obsesionados con un consumo que exigiría varios planetas Tierra, estalla por algún lado.

Pero, como con la medicina, hay otras posturas sobre “lo ambiental”. Se habla de conspiraciones chinas o inglesas. Podemos pensar también, que la tecnología todo lo solucionará, sin tener en cuenta, quizás, los conflictos por su apropiación y difusión.

En cualquier caso, amigo lector, puede disentir. Puede significar al ambiente como mejor lo considere.

Sólo lo invitamos a extender la reflexión más allá de esta nota y a emprender alguna “transición”.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA