Hay recetas que atraviesan generaciones y que, por más años que pasen, siguen siendo un símbolo de casa. La tarta de manzana y nuez es una de esas preparaciones y lo mejor de todo es que para hacerla no necesitás técnicas complicadas ni ingredientes complejos.
Esta versión es ideal para quienes disfrutan de la repostería casera y buscan algo que sea rendidor, aromático y muy fácil de hacer. La combinación de manzanas tibias, un toque de canela y nueces queda espectacular, y la masa, aunque parece elaborada, se arma en minutos.
Es una receta que funciona tanto para una tarde de mates como para una ocasión especial, y que nunca decepciona cuando la llevás a una juntada. Además, podés hacerla con harina común o con premezcla sin gluten, lo que la vuelve aún más accesible para todos.
tarta de manzana
Otro punto encantador de esta tarta es que no necesita estirarse con palo ni requiere demasiada prolijidad. La masa se arma, se divide en dos partes y una de ellas se desmenuza por arriba como un crumble rústico.
El paso a paso para hacer la mejor versión de la tarta de manzana y nuez
Preparar la masa. Batir la manteca con el azúcar hasta obtener una crema. Agregar el huevo e integrar bien. Sumar la harina y el polvo de hornear. Unir hasta formar una masa suave.
Dividir. Separar la masa en dos partes. Con una mitad, forrar la base de un molde previamente enmantecado.
Cocinar las manzanas. Pelarlas, cortarlas en cubitos y llevarlas a una sartén con el azúcar, el jugo de limón y la canela. Cocinar hasta que estén tiernas pero no deshechas.
Armar la tarta. Volcar el relleno sobre la base. Con la otra mitad de masa, desmenuzar pedacitos por encima para cubrir de forma irregular.
Agregar las nueces. Espolvorear por arriba las nueces picadas.
Hornear. Llevar al horno precalentado a 190 °C durante 35 minutos, o hasta que esté dorada.
Enfriar antes de cortar. Dejar que se asiente completamente para lograr porciones prolijas.
Una tarta clásica, rica, simple y perfecta para cualquier momento del día.