Hay postres que entran directo en el ranking de favoritos como el tiramisú fácil de limón que tiene lo mejor del clásico italiano, pero con un giro fresco, liviano y bien veraniego que lo convierte en una opción irresistible para estos días de calor.
Además, es de esos postres que parecen más elaborados de lo que realmente son: se arma en minutos, no lleva horno y queda increíble en cualquier tipo de molde.
Este tiramisú tiene una textura suave, cremosa y con ese toque ácido justo que levanta cualquier mesa. Es ideal para el domingo familiar, para una cena improvisada o para cuando querés llevar un postre sin complicarte.
La clave está en el equilibrio entre el queso crema, la crema de leche batida y el limón, que aporta aroma y frescura sin resultar invasivo. Si usás mascarpone, como en la receta original, queda aún más sedoso, pero con un buen queso crema común también funciona perfecto.