Mousse de limón y jengibre: receta veloz en pocos pasos
Un postre refrescante puede realizarse en pocos pasos sencillos. Esta receta combina un sabor y una textura irresistible para comerlo sin culpa en verano.
Esta receta logra un sabor intenso del cítrico que lo rebaja el azúcar.
En verano, las recetas frescas son una tentación y prepararlas en casa pueden realizarse en pocos minutos. Este postre de limón y jengibre combina ingredientes ácidos pero se complementan con otros que dejan una sensación exquisita. Puede hacerse en vasitos y no necesita mucho tiempo de realización.
Este postre puede resolverse con alimentos que ya tenemos en la cocina. En este caso, hay que preparar una base crujiente y crema que incentivan el armado de la receta. El resultado se mantiene estable durante varias horas sin perder volumen ni suavidad.
mousse de limón y jengibre
Esta receta logra un sabor intenso del cítrico que lo rebaja el azúcar.
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Los ingredientes que potencian el sabor del mousse de jengibre y limón
Ingredientes:
100 g de galletitas de vainilla.
50 g de manteca derretida.
2 yemas de huevo.
2 claras.
Jugo de 2 limones.
1 pizca de sal.
1 pizca de jengibre (rayado o en polvo).
100 g de crema semi batida.
La receta necesita estos alimentos para que el volumen no se pierda y el sabor se mantenga equilibrado.
Las galletitas de vainilla trituradas junto con la manteca derretida son el sostén de la receta y generan una base firme dentro de los vasitos. Esa combinación absorbe bien la humedad y sostiene la mousse sin hundirse.
El toque de jengibre, rayado o en polvo, equilibra la acidez y aporta un aroma fresco sin dominar por completo.
La crema semibatida le da la consistencia mientras que las claras batidas deben estar a punto nieve con el resto del azúcar.
Paso a paso para realizar la mousse cítrica en casa
Primero debemos triturar las galletitas de vainilla hasta volverlas polvo, para luego fundir la manteca y mezclar estos componentes hasta obtener una textura arenosa.
A continuación debemos colocar la mitad en los vasitos y reservar el resto.
Para la mousse, debemos batir las yemas con la mitad del azúcar hasta que se vuelvan más claras y espesas. Incorporamos rápidamente el jugo de los limones, la sal y el jengibre para lograr una base aromática que sostiene todo el sabor.
Para el siguiente paso debemos sumar la crema semibatida que aporta untuosidad sin volver pesada la mezcla.
Las claras deben alcanzar el punto nieve firme junto con el azúcar restante para que la mousse mantenga estructura y no se desinfle con el frío.
Para que tenga consistencia, debe integrarse en movimientos envolventes evitando perder el aire que sostiene la textura final. Derramamos la mezcla sobre las bases de galletitas y se termina con el crumble reservado.
El reposo en heladera es clave para conseguir firmeza. Antes de servir, solo se necesita retirar unos minutos para que tome temperatura y libere mejor los aromas para disfrutar la combinación desabores frescos de verano.