Hay recetas que parecen complicadas, de nombre elegante y apariencia sofisticada, pero que en realidad se preparan con lo que tenés en la heladera y en pocos minutos. El soufflé de espinaca es una de esas joyitas de la cocina casera: fácil, rápido, nutritivo y con un plus de que parece que hiciste algo mucho más elaborado.
Ideal para una cena liviana, un almuerzo sin carne o para sumar a la mesa como acompañamiento, esta receta se convierte en una aliada cuando buscás comer rico sin complicarte. La clave está en aprovechar la espinaca, que es una verdura noble, versátil y con beneficios para la salud.
Esta verdura aporta hierro, fibra y vitaminas, y si la sabés cocinar bien (nada de pasarse con el hervor ni ahogarla en agua), su sabor suave se luce en preparaciones como esta. Además, no hace falta hacer una salsa blanca ni usar harinas.