18 de junio de 2025 - 18:15

Cómo hacer el más sabroso falafel casero con pocos ingredientes e ideal para una picada

Recetas. Este falafel casero es ideal para cocinar en cantidad, es súper económico, rendidor, saludable y lleno de sabor.

Esta preparación es ideal para quienes no comen carne o buscan alternativas más livianas, sin resignar sabor. El falafel es una croqueta o albóndiga de garbanzos muy popular en Medio Oriente. Se puede servir en un pan pita, acompañado de verduras frescas, hummus, ensalada o una buena salsa de yogur y limón.

Y si bien hoy podemos encontrarlo en algunos restaurantes vegetarianos o tiendas gourmet, la buena noticia es que se puede hacer en casa sin complicarse, sin freír (aunque esa parte va en gustos) y sin ingredientes exóticos.

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Falafel, de las recetas más simples y deliciosas.

Falafel, de las recetas más simples y deliciosas.

Ingredientes para el falafel

  • 300 g de garbanzos crudos (no cocidos), remojados por al menos 8 horas o toda la noche
  • 1 cebolla chica (puede ser cruda o salteada previamente)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 taza de cilantro fresco (podés reemplazar con perejil si no tenés)
  • 1 cucharadita de comino molido
  • Sal y pimienta negra a gusto
  • 1 taza de avena instantánea (aproximadamente 100 g)

Para la salsa de yogur

  • 1 taza de yogur natural sin azúcar (puede ser griego o común)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Jugo de ½ limón
  • Menta fresca picada finita (si no tenés, podés usar perejil)
  • 1 cucharadita de pimienta negra molida
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    Falafel, de las recetas más simples y deliciosas.

    Falafel, de las recetas más simples y deliciosas.

Paso a paso para preparar el mejor falafel

  1. El primer paso es fundamental: dejá los garbanzos crudos en remojo durante al menos 8 horas (o de una noche para la otra). No se cocinan, se usan crudos pero hidratados. Escurrilos bien y secalos con un repasador limpio para que no quede exceso de agua.
  2. En una procesadora o licuadora potente, colocá los garbanzos remojados junto con la cebolla, los dientes de ajo, el cilantro (o perejil), el comino, la sal y la pimienta.
  3. Procesá hasta obtener una mezcla algo granulada, no tan pastosa, que puedas manejar con las manos.
  4. Sumá la avena instantánea y mezclá bien. Esto va a ayudar a unir la preparación. Si la mezcla está muy húmeda, agregá un poco más de avena. Si está seca, un chorrito de agua. Llevá la mezcla a la heladera por 30 minutos para que tome más cuerpo.
  5. Con las manos, formá bolitas del tamaño de una nuez o discos chatos, como prefieras. Podés hacerlos más grandes o más chicos, según el uso: para picadas, sándwiches o ensaladas.
  6. Podés freírlos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados (unos 3-4 minutos por lado), cocinarlos en sartén con un poquito de aceite o al horno (200 °C, unos 20 minutos, dándolos vuelta a la mitad). También podés usar freidora de aire si tenés.
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Preparar la salsa de yogur

En un bowl, mezclá el yogur natural con el aceite de oliva, el jugo de medio limón, la menta picada y la pimienta. Si querés, agregale una pizca de sal. Guardala en heladera hasta el momento de servir.

¿Cómo servirlos?

Servilos en pan pita con lechuga, tomate, cebolla y la salsa de yogur, o simplemente como parte de una picada con hummus, aceitunas y pan casero. También quedan geniales en ensaladas, bowls o como snack.

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