Hay recetas que nos devuelven a lo simple, a lo casero, y los medallones de banana, aunque suenen exóticos o nuevos para algunos, tienen ese espíritu. Son crocantes por fuera, suaves por dentro y con el sabor irresistible del azúcar y la canela envolviendo todo.
Aunque en otros países los llamen de otra forma o usen ingredientes difíciles de conseguir, esta receta fue adaptada al paladar argentino, con ingredientes accesibles, sin vueltas raras y con ese toque criollo que no falla. Es ideal para una merienda distinta, para agasajar a alguien en casa o simplemente para darse un gusto dulce sin necesidad de horno ni batidora.
Una masa suave, con levadura, que envuelve la fruta y luego se fríe hasta quedar dorada y crocante. Y como si eso no bastara, se rebozan en azúcar con canela para que cada bocado sea una explosión de sabor. Se pueden comer tibios o fríos, y aunque suenen elaborados, la receta es sencilla y se hace con cosas que seguro tenés en casa