La sopa de lasagna es la receta perfecta para combatir el frío con algo distinto y delicioso. Esta preparación mantiene todos los sabores tradicionales de la lasagna clásica, pero con una vuelta original que la convierte en una especie de guiso que deja a todos sorprendidos.
En lugar de armar las capas, las láminas de masa se cortan en pedazos dentro del relleno, lo que genera una textura similar a una crema con fideos, ideal para esos días en los que se quiere algo casero, pero sin complicarse demasiado.
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Esta receta es ideal para combatir el frío y no perder el sabor italiano de este plato.
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Para los fanáticos de este plato italiano que prefieren no complicarse demasiado en la cocina, esta sopa de lasagna es la opción ideal. No hace falta dedicar horas a preparar cada capa ni esperar el tiempo de horno habitual. Con pocos pasos y en menos tiempo, podés lograr una preparación sabrosa para calentar tu panza.
Además, esta receta permite jugar con los ingredientes según lo que tengas a mano o tus gustos personales. Podés agregarle más verduras, cambiar tipos de quesos o sumar especias para darle un toque distinto cada vez.