Megajuicio a Bento: el “Rengo” Aguilera aseguró que lo tentaron a pagar coimas en dos ocasiones

El exjefe de la barrabrava de Godoy Cruz declaró ante la Justicia que fue contactado por Diego Aliaga y el abogado Jaime Alba, integrantes de la asociación ilícita que presuntamente encabezaba el juez federal Walter Bento. Le ofrecieron el pago de 100 mil dólares para “frenar” una causa de narcotráfico.

El Rengo Aguilera complicó aún más al juez Bento

Foto: Gustavo Rogé / Los Andes
El Rengo Aguilera complicó aún más al juez Bento Foto: Gustavo Rogé / Los Andes

Este miércoles se retomó el megajuicio contra el juez federal Walter Bento, acusado de liderar una asociación ilícita que cobraba coimas a procesados por beneficios judiciales. En la lectura de requerimientos de elevación a juicio, se conoció una declaración que dio el exlíder de la barrabrava de Godoy Cruz, Daniel “Rengo” Aguilera, quién se encuentra preso cumpliendo una condena por narcotráfico.

Aguilera le indicó a la Justicia que años atrás, fue abordado en dos ocasiones por distintos miembros importantes de la asociación ilícita para pedirles sobornos a cambio de favores judiciales y en ambas se negó. Primero fue el exdespachante de aduana Diego Aliaga (asesinado en 2020) mientras estaba en libertad y luego el abogado Jaime Alba, cuando ya estaba detenido por una causa de violencia de género. Los encuentros se dieron antes de que fuera procesado por narcotráfico.

Según la Fiscalía, a cargo de Dante Vega, se trataba de un modus operandi que consistía en contactarse con personas ya apuntadas como posibles imputados a futuro (información proveniente del Juzgado Federal) a quienes se les pedía dinero para que no ingresaran en el “circuito judicial”, o sea en el ámbito del Juzgado Federal a cargo del Juez Bento. Quien se encargaba de esas tratativas era generalmente Diego Aliaga, valiéndose de su información privilegiada como mano derecha del magistrado y como informante de la Policía, pero también intervinieron otros abogados de la banda, aseguran.

El juez federal Walter Bento, acusado de ser el líder de una asociación ilícita que requería dinero a cambio de favores en las causas que instruía.

Foto: Orlando Pelichotti
El juez federal Walter Bento, acusado de ser el líder de una asociación ilícita que requería dinero a cambio de favores en las causas que instruía. Foto: Orlando Pelichotti

El primer contacto fue con Aliaga en un café de la Galería Tonsa, a fines del año 2016. Allí el exdespachante de aduana se le acercó a la mesa dónde estaba ubicado y sin conocerlo, le anticipó que la Justicia Federal lo estaba investigando y que sí estaba dispuesto a pagar dinero, podría evitarlo. “Me dijo que tenía un arreglo en la Justicia Federal que me podía servir, que al que tenía adentro es al juez federal Walter Bento. Me pidió que apagara el teléfono celular”, afirmó el barrabrava y desconoció porque lo abordaba, ya que hasta el momento “no tenía problemas con la justicia federal”.

A todo esto, Aguilera contó que Aliega le replicó: “Me dice que me puede servir a mí, para un amigo, para alguien que conozca del palo, que él tenía arreglos en la justicia federal”.

Un año después, Aguilera se encontraba detenido en el penal de Bolougne Sur Mer por una denuncia de su exmujer y fue visitado de sorpresa por Alba. Aguilera fue citado para una audiencia en la sala de abogados, lo que le pareció “raro”, ya que sus representantes legales (Omar Venier y Yemina Venier) no le habían manifestado que “iban a ir a visitarlo”.

Entonces, cuando ingresó a la sala se encontró con Alba y éste le afirmó que buscaba charlar con él. “Me dijo que venía de parte del muchacho que me había visto en el café”, indicó Aguilera. Entonces Alba le aseguró que “no lo tomara como una boludez” porque si él iba a visitarlo es porque “realmente” tenía un problema más complejo que la causa de violencia de género y le ratificó: “Tenés una investigación en la justicia federal”.

Entonces Aguilera le preguntó a Alba de qué se trataba la cuestión y el abogado le respondió: “100 mil dólares para frenar esto ahora y arriba de 200 mil si la causa es más compleja o si la situación se agrava”. Ante esto le preguntó cómo podía saber si no le estaba mintiendo, a lo que Alba le respondió “te puedo decir hasta hoy, ahora, que tenés los teléfonos intervenidos”.

El abogado Luciano Ortego, junto a Jaime Alba.

Foto: Orlando Pelichotti
El abogado Luciano Ortego, junto a Jaime Alba. Foto: Orlando Pelichotti

“Al mencionar la plata, le pregunto que no recordaba el nombre del juez que me habían nombrado en el café, por lo que él me vuelve a nombrar al mismo juez federal, pero él lo describió como el Jefe directamente”, manifestó Aguilera, comprometiendo a Bento.

Entonces le confirmó su rechazo a Alba y recibió una advertencia: “Cuando dije que yo no tenía esa plata y que me costaba creer lo que me decía, él me dijo ‘mira, vengo yo, porque soy el que puede entrar a la cárcel, pero Aliaga ya te dijo, o te advirtió que vos ibas a necesitar de su ayuda, y el Jefe no te va a dejar pasar una’”.

La causa a la que hicieron alusión tanto Aliaga como Alba fue la de narcotráfico que se desarrollaba con secreto de sumario y terminó luego, en 2020, con una condena de 12 años de cárcel para el líder de “La Banda del Expreso”.

En el libro de registros de visitas a la Penitenciaría Bolougne Sur Mer no figuraba puntualmente la cita de Alba con Aguilera, pero sí quedó asentado que el abogado había ingresado para visitar a algunos de sus representados. “De modo que se encuentra probado que Alba aprovechó una de esas visitas para entrevistar a Aguilera y ofrecerle el arreglo espurio”, afirmó la fiscalía y aseguran que el abogado usó de excusa a otro interno para entrevistar a quien en realidad quería ver.

La prueba del encuentro fue un papel con el número anotado de Alba que tenía Aguilera en su celda y fue incautado por Gendarmería en un allanamiento producido en 2017. Todo esto forma parte del extenso documento que se lee en esta primera etapa, durante las audiencias del juicio a Walter Bento y demás imputados.

Enriquecimiento

Además de ventilarse el supuesto vínculo de la banda de Bento con Aguilera, se detalló el crecimiento patrimonial de la familia del magistrado en sus años como juez, lo que ha generado las imputaciones de enriquecimiento ilícito y el lavado de dinero.

“Cuatro de los cinco integrantes del grupo familiar Bento-Boiza han contado con altos ingresos en concepto de sueldos que se han fusionado con las ganancias ilícitas. A su vez, la confusión del dinero obtenido lícitamente con el de origen ilícito ha permitido a los nombrados abrir cuentas bancarias en distintas entidades, obtener créditos, adquirir bienes muebles registrables e inmuebles, entre otras operaciones comerciales”, detalla una de las partes de la acusación fiscal.

Se agrega la existencia de “numerosos y suntuosos viajes al exterior” sin comprobante de los gastos. Y entre otros datos, las adquisiciones de inmuebles de Bento y su esposa Marta Boiza en 2011 y 2012: 9 en total, en apenas dos años.

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