Si bien todavía no termina de haber una definición política que lo confirme, este año los mendocinos vivirían una experiencia en las elecciones 2025 con un solo antecedente en su historia: la doble urna.
Dependerá de que haya una alianza electoral entre Javier Milei y Alfredo Cornejo para las elecciones. Cuándo y cómo se votó por primera vez con doble urna.
Si bien todavía no termina de haber una definición política que lo confirme, este año los mendocinos vivirían una experiencia en las elecciones 2025 con un solo antecedente en su historia: la doble urna.
Esto ocurrió solamente en 2005, cuando, a la par de los candidatos legislativos, la ciudadanía votó la enmienda del artículo 151 de la Constitución provincial que se había propuesto con el objetivo de eliminar la indexación salarial por inflación de los magistrados.
Aquella vez, en una urna se votaron los candidatos y candidatas y en la otra fueron a parar las boletas del "Sí" y el "No" a la reforma constitucional. En forma contundente, se impuso el "Si".
Con características y en circunstancias muy diferentes, la doble urna podría reaparecer en las elecciones 2025. Esto sucederá si finalmente el Gobierno provincial decide unificar las elecciones provinciales con las nacionales.
De ser así, los mendocinos votaremos en ese momento con dos boletas únicas papel: una con los candidatos y candidatas a diputados nacionales (cinco), la otra con los candidatos y candidatas a diputados y senadores provinciales del distrito electoral correspondiente. Se votan en este caso 24 diputados y 19 senadores en total.
Cada papeleta tendrá su propia "caja", ya que la ley que creó la Boleta Única Papel nacional estableció que en comicios simultáneos no corresponde incorporar categorías provinciales y municipales a la boleta nacional y fijó como procedimiento la votación en "urnas separadas".
La experiencia de 2005 tuvo condimentos muy especiales. Aquella vez, en un escenario de plena confrontación del gobierno de Julio Cobos con la Justicia provincial por la indexación salarial automática de los jueces, el mandatario radical decidió impulsar una enmienda de la Constitución (cambiar un solo artículo) para cerrar la disputa.
El procedimiento de enmienda constitucional establece un plebiscito para ratificar o no lo sancionado en la Legislatura. En ese punto, recrudeció la batalla política por este tema.
El oficialismo quería pegar la boleta del "Sí" a la enmienda constitucional a la de los candidatos propios para mejorar las chances de ganar el plebiscito, pero la Junta Electoral bloqueó esta posibilidad y todo se encaminaba a que las boletas del "Sí" y el "No" quedaran solas, apartadas, dentro del cuarto oscuro.
Para el radicalismo, eso le quitaba visibilidad al plebiscito. Fue entonces que el vicegobernador, Juan Carlos Jaliff, tras compartir la idea con quien hoy ocupa el cargo de secretario de la Junta Electoral provincial, Jorge Coco Albarracín, inventó la doble urna y la hizo debutar en Mendoza.
Jaliff explica que aquella decisión se motivó en la necesidad de que la gente no se olvidara de votar la enmienda. "Mejoraba en que la gente tomaba conocimiento de que había dos elecciones. Si era una urna con un solo sobre, la gente podía olvidarse del plebiscito", señaló el exvicegobernador.
La Corte provincial se opuso a la doble urna, pero el instrumento fue aceptado por la Cámara Nacional Electoral.
Y la estrategia resultó exitosa para el Gobierno, que logró imponer cómodamente el "Sí" a la enmienda constitucional, más allá de que por entonces reinaba la interpretación jurídica de que para ello debía reunir los votos equivalentes a la mitad más uno del padrón general de electores.
Eso obligaba a que el "Sí" consiguiera mucho más de la mitad más uno de los votos emitidos y prácticamente convertía en votos por el "No" a todos los que no asistieran ese día a las urnas.
En números concretos, por el "Sí" al final se inclinó 76% de los que votaron, en una elección de la participó 62% del padrón general. Fueron 683.300 sufragios por el "Sí" y apenas 68.370 por el "No".
Pero para que la historia de 2005 se repita 20 años después, al menos una cosa debe ocurrir: que el radicalismo mendocino, de la mano de Alfredo Cornejo, concrete una alianza electoral con el partido del presidente Javier Milei, La Libertad Avanza.
El meneado acuerdo llevaría de la mano la elección unificada de cargos nacionales y provinciales y, consecuentemente, la doble urna. Ninguna chance habría de que esto ocurriera si la alianza no se sellara.
Los avances en ese sentido todavía son escasos. "No hay nada concreto todavía, ni siquiera hay conversaciones, son solo comentarios", dicen todavía algunas voces importantes del radicalismo mendocino.
El gobernador viene dejando claro desde la Fiesta de la Vendimia que quiere que se dé el acuerdo con Milei. Esta semana llegó a decir que el Gobierno nacional y el provincial se necesitan mutuamente y que se simplificará la oferta electoral para los ciudadanos si encuentran en la misma boleta a quienes comparten la misma "orientación económica".
En el medio, el tiempo se acaba. El gobernador tiene hasta comienzos de mayo para resolver la unificación o simultaneidad de elecciones con la Nación. El problema en este caso es legal, no político: para votar en forma unificada, hace falta que antes suspendan o eliminen las PASO provinciales. Eso ya lo hizo el Congreso nacional, pero no la Legislatura provincial.
"Primero hay que tomar la decisión política y luego avanzar con el andamiaje electoral", advierten en el radicalismo, que tiene a disposición en la Legislatura dos proyectos opositores contra las PASO. Uno de La Unión Mendocina que propone suspenderlas y otro del PJ de los intendentes que directamente pide eliminarlas.
Corrió por estas horas una versión de que el oficialismo mendocino ya estaba charlando con una parte del peronismo la posibilidad de suspender la PASO locales, opción que rechazaría La Cámpora, pero fuentes radicales descartaron rotundamente que haya habido algún encuentro.
Consultado sobre los dilemas electorales del oficialismo local, el presidente de la Cámara de Diputados y del radicalismo de Mendoza, Andrés Peti Lombardi, dijo abiertamente que considera "un retroceso" suspender las PASO. Sin embargo, señaló a la par que "la gente mayoritariamente quiere suspenderlas".
¿Lo hará o no el radicalismo?, consultó Los Andes. "No tengo instrucciones al respecto y cada vez queda menos tiempo", contestó Lombardi.