El kirchnerismo lanzó su ofensiva para acorralar a la Justicia

Un día después del discurso del Presidente, desde el oficialismo pidieron una comisión del Congreso para forzar reformas.

Ladero. Oscar Parrilli es senador nacional y un incondicional de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ladero. Oscar Parrilli es senador nacional y un incondicional de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Oscar Parrilli le echó más leña al fuego al clima político. Al discurso de Alberto Fernández, cargado de ataques al Poder Judicial, el senador ultrakirchnerista le agregó su propia interpretación —que en verdad es la de la vicepresidenta, Cristina Kirchner— y sostuvo que el lunes, ante la Asamblea Legislativa, el Presidente propuso la creación de una comisión bicameral de diputados y senadores, que investigue a la Justicia.

Sin embargo, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el jefe de Estado no aludió específicamente a la creación de una bicameral con tal propósito: le pidió a los diputados y senadores, textualmente, que asuman “su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial”, porque “así lo prevé” la Constitución.

En diálogo con la radio El Destape, el senador por Neuquén dijo que “el Presidente lo que dijo es que el Poder Legislativo tiene que asumir el rol que le corresponde” y que, al hablar del “rol cruzado de control de los poderes, sugirió la creación de una comisión bicameral que se encargue precisamente de analizar, estudiar, debatir, discutir y que la sociedad vea cómo está actuando el Poder Judicial”.

La oposición no tardó ni un minuto en reaccionar, otra vez, cuestionando con dureza las palabras de Parrilli, un día después de su rechazo generalizado a los proyectos de ley de reforma judicial que el mandatario anunció que enviará al Congreso.

En diálogo con La Voz, el senador  Ernesto Martínez (Frente Cívico-PRO) sostuvo que lo que la Constitución prevé es que “si hay mal desempeño de los miembros de la Corte Suprema, opera el instituto del juicio político”, instaurado desde 1853, y que si se trata de magistrados inferiores, “es el Consejo de la Magistratura” el encargo de su remoción.

“No hay más que eso. Desde luego, puede propiciarse una reforma del Consejo de la Magistratura. Pero eso aún está por verse”, dijo el senador Martínez, abogado y vicepresidente de las comisiones de Acuerdos y de Justicia del Senado.

En efecto, el presidente Fernández anticipó que enviará “un proyecto de ley que reformule el funcionamiento del Consejo de la Magistratura, como órgano constitucional que debe optimizar todo el proceso de selección y capacitación de los jueces en la Argentina” y sostuvo que “este es un reclamo que la Corte Suprema de Justicia viene sosteniendo hace años”.

Pero el jefe de Estado no sólo no la mencionó específicamente sino que ni siquiera pareció insinuar la creación de una comisión bicameral que investigue a jueces, como dijo Parrilli, exsecretario de Inteligencia de Cristina Kirchner.

“A lo mejor es algo testimonial, retórico. No le veo ningún valor institucional. Una bicameral puede sacar conclusiones. Pero después, en su caso, hay que ir al juicio político o al Consejo de la Magistratura, si se trata de jueces inferiores. Una comisión bicameral puede sacar conclusiones, sí, pero las debe remitir a los organismos de la Constitución”, sostuvo Martínez en alusión a los dichos de Parrilli.

Agregó que, en caso de ser creada, dicha bicameral “no tendría facultad para citar jueces, ni para investigarlos ni para requerirles nada”.

Cómo se crea una bicameral

Las comisiones se crean mediante proyectos de resolución votados por los dos tercios de los legisladores presentes en una sesión.

Pero el kirchnerismo, como no tiene los dos tercios en el Senado, podría avanzar en su creación mediante un proyecto de ley, por mayoría simple, como lo hizo el 24 de junio del año pasado, al darle media sanción a la creación de una bicameral —también impulsada por el ultrakirchnerista Parrilli— que investigue la relación de la empresa Vicentin con el Banco Nación durante la gestión de Mauricio Macri.

Ese subterfugio parlamentario, que no es ilegal ni antireglamentario pero que sí rompió una regla tácita del funcionamiento del Senado, no le alcanzó al kirchnerismo para cumplir su cometido: dicha bicameral no solamente no se creó porque el tema Vicentin se apagó, sino porque en Diputados, donde el Frente de Todos (FDT) no tiene mayoría propia, la iniciativa nunca se trató.

Esa misma suerte le podría tocar a esta nueva bicameral propugnada por Parrilli, porque en Diputados la oposición no cambiemista, que le presta los votos al oficialismo para aprobar proyectos, rechaza de cuajo cualquier reforma judicial. De hecho, el proyecto del Ejecutivo que tiene media sanción del Senado, nunca logró los números para ser tratado en Diputados.

De cualquier manera, la oposición no se toma para nada en broma las movidas del kirchnerismo. Todo podría cambiar después de octubre, si el FDT obtiene una victoria en las elecciones legislativas y logra mejorar su número en la Cámara Baja, además de disponer de margen político para avanzar sobre otros propósitos de su plan judicial.

Inquisición

“Parrilli quiere crear una comisión bicameral inquisidora de jueces y fiscales. Con evidente abuso de autoridad, el kirchnerismo se quiere atribuirse facultades que la Constitución nacional le da al Consejo de la Magistratura y al Jurado de Enjuiciamiento. Inaceptable, no pasarán”, dijo el presidente del interbloque Juntos por el Cambio (JPC) de la Cámara Baja, el radical cordobés Mario Negri.

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