Cannabis y humanidad: breve historia de una planta ancestral

Cuánto tiempo se ha ligado esta formidable planta a la humanidad, es aún un dato impreciso. Lo que sí sabemos es que ninguna otra planta ha acompañado tanto tiempo y en tantos territorios al ser humano como el cáñamo.

Sativa, Planta con la que se hace el cannabis. Foto: Archivo
Sativa, Planta con la que se hace el cannabis. Foto: Archivo

Por conocimiento empírico y por evidencias científicas sobre el uso histórico inmemorial, cada vez es más notable la forma en que la planta de cannabis sativa ha acompañado a nuestra humanidad por miles de años.

Si bien son más claros los hallazgos que nos hablan de los últimos seis mil años, hay rastros de una conexión constante desde varias decenas de miles de años más. El uso del cannabis en el mundo antiguo fue múltiple, no limitándose a lo ceremonial y recreativo. Con sus semillas fue un alimento muy nutritivo; con sus tallos largos y flexibles, una fibra importante; y con las diferentes partes de la planta, en especial sus flores, hojas y raíces, una medicina temprana.

Cuánto tiempo se ha ligado esta formidable planta a la humanidad, es aún un dato impreciso. Lo que sí sabemos es que ninguna otra planta ha acompañado tanto tiempo y en tantos territorios al ser humano como el cáñamo. Se sabe que hay registros antiguos de alfarería de la zona de Taiwán, en diferentes partes de Asia y en Medio Oriente con usos antiguos diversos. Edificios de hace más de mil años como el conjunto de monasterios de la India llamado las Cuevas de Ellora, nos permiten reconocer la incorporación de cannabis sativa entre las mezclas constructivas para prevenirlas del deterioro.

Sobre usos medicinales, un registro lo brinda el fundador de la medicina china, el emperador Shen Nung, quien lo dejó plasmado en el libro Ben Ts’ao King hace más de cuatro mil años. Él mismo la utilizaba para calmar los dolores crónicos que padecía y lograr entonces continuar con su pasión, la agricultura. Asimismo, los hindúes -al igual que los incas con la coca- le otorgaban un origen divino, y la India actual es uno de los pocos países que autoriza la venta callejera del bhang, una bebida lechosa hecha con hojas y flores machacadas de cannabis.

Tanto ha estado el cannabis sativa acompañando la aventura humana, que los cientos de años de disputas comerciales tanto en el Mediterráneo como en los diferentes océanos, nos hablan del tránsito constante de materias primas diversas, especias e incluso del fuerte intercambio del cáñamo en sus múltiples formas, sobre todo lienzos. A varios de los imperios de los diferentes siglos les hubiera sido imposible avanzar en sus conquistas territoriales sin el dominio textil de la fibra del cannabis, ya que, hasta la vestimenta de guerreros, bolsas, cordeles y demás objetos domésticos estaban hechos con esta planta que era parte de la vida cotidiana.

Así fue como griegos, celtas, vikingos, romanos, y luego toda la Europa medieval, utilizaron cannabis para desarrollar fibras textiles utilizadas para la vestimenta popular (pues los ricos se vestían con finas telas o sedas) y para todo tipo de implementos marítimos, gracias a los cuales el ser humano se animó luego a cruzar los grandes océanos. Tal fue la influencia del cáñamo que ni siquiera los europeos podrían haber arribado a América sin las sogas de amarre, velas o antorchas que permitían esas largas y oscuras travesías. Si bien la pérdida del conocimiento marítimo fue enorme, se estima que en una carabela unas ochenta toneladas correspondían a objetos realizados a partir de la fibra obtenida de los tallos de cannabis sativa.

Pero el cáñamo podría haber jugado un rol aún mayor. Algunos científicos plantean que podríamos ir todavía más atrás en el camino del homo sapiens: antropólogos y etnobotánicos nos plantean nuevas hipótesis que se encuentran en plena discusión. ¿Pudo cannabis haber sido responsable del “gran salto adelante” de la humanidad prehistórica, que comenzó hace unos 65.000 años? En una sociedad nómade de cazadores-recolectores, ¿pudieron los fitocannabinoides -esos compuestos químicos que sólo posee cannabis sativa-, mejorar el olfato, la visión nocturna, la percepción del color, la sensación del tacto y del ritmo incluso reproductivo, al punto tal de influir de manera crítica en nuestra aptitud evolutiva? Los científicos postulan que los compuestos vegetales de cannabis, que ligan casi a la perfección con los receptores que posee nuestro sistema endocannabinoide animal, pudieron ejercer una presión de selección suficientemente dura como para pensar en una relación co-evolutiva entre cannabis y humanidad. Estas fascinantes teorías de alguna manera proponen qué, así como hemos cultivado cannabis, es posible que también cannabis nos haya cultivado a nosotros, al punto inclusive de haber catalizado el surgimiento del lenguaje, el gran salto en el comportamiento humano junto con la creación de herramientas. De allí que algunos etnobotánicos se refieren al cannabis como uno de los progenitores de la civilización. Incluso el astrobiólogo y reconocido divulgador científico Carl Sagan, gran defensor del cannabis, sostuvo que habrían sido los pigmeos africanos nómades cazadores-recolectores quienes comenzaron a cultivar cannabis con fines rituales y medicinales, dando inicio a los primeros actos de sedentarismo humano varios miles de años atrás.

Esta es una breve historia sobre como el cultivo, el uso y el consumo de cannabis fueron una práctica humana habitual, por lo que la planta pasó de una cultura a otra durante miles de años sin ninguna restricción. Lamentablemente, la prohibición sólo explicada por intereses especulativos de unos pocos, hizo que en las últimas décadas no sólo se frenara el conocimiento científico y el desarrollo, sino que nos hizo retroceder, perder un legado, un patrimonio, una conexión vital, un conocimiento. Y es necesario destacar especialmente el saber medicinal, ya que cannabis parece vincular al reino vegetal con el reino animal a un nivel que ninguna otra planta logra. Pero esa es otra historia que más adelante será contada.

*La autora es ecóloga médica. Investigadora de cannabis sativa. Autora de la idea y montaje del Muca-Museo del Cáñamo, muestra itinerante sobre cannabis sativa finalista del Concurso Experiencias Turísticas de Innovación Emetur 2022. Instagram: muca.peraqua

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