Conmoción en Estados Unidos por la muerte de un niño de tres años: se disparó en la cara con el arma de sus padres

El menor se encontraba al cuidado de su hermana mayor, debido a que sus padres realizaban compras en un supermercado. El niño encontró el arma de fuego en la habitación de los adultos.

Imagen ilustrativa. Foto: Pexels.
Imagen ilustrativa. Foto: Pexels.

Una familia estadounidense fue víctima de una tragedia el pasado miércoles luego de que su hijo de tres años muriera al dispararse accidentalmente en la cara con una pistola. El menor, a cargo de su hermana adolescente, encontró el arma de fuego guardada en la mesa de luz de sus padres.

De acuerdo con lo informado por efectivos del condado de Volusia, Florida, la policía local debió asistir a al domicilio ubicado en la ciudad de DeLand tras recibir un llamado de una adolescente de 16 años a horas de la tarde.

La joven había quedado al cuidado de sus hermanos de 7 y 3 años mientras sus padres se encontraban en un supermercado realizando compras. Cerca de las 18.30 horas alertó a las autoridades que su hermano, de 3 años, se había disparado en la cara y no respiraba, informó el sheriff Mike Chitwood en una conferencia de prensa.

“No creo que haya nada en la legislación que pueda castigar más a esa familia de lo que ya la ha castigado esta noche”, manifestó el oficial. Según lo reconstruido, el menor habría ingresado a la habitación de sus progenitores y tomó un arma de 9 milímetros de la mesa de luz. Las pesquisas indican que el niño se habría apuntado a la cara y apretado el gatillo accidentalmente.

Chitwood detalló que el arma homicida era una Canik 9mm, cuyo gatillo no es particularmente sensible, puesto que se necesita infligir 2 kilos de presión para que sea disparada. Asimismo, explicó que incluso para un niño es sencillo activarla.

En cuanto a la presencia del arma de fuego en la vivienda, el sheriff explicó que se debe a la profesión del padre, quien ejerce como agente penitenciario en el estado de Florida. En adición, la familia informó que, por seguridad, guardaban sus armas en una caja fuerte. Cuando esta dejó de funcionar, debieron esconder una en el dormitorio y otra -una Glock- en lo alto de la heladera.

El trauma y el shock que enfrenta la familia ha conmovido tanto a los residentes de DeLand como a las mismas autoridades. Por ello, el departamento de Niños y Familia de Florida ha dispuesto ayuda psicológica para los familiares y los efectivos.

Por su parte, el sheriff de Volusia aconsejó “a todos los padres que tienen armas: si tienen niños pequeños, incluso adolescentes, deben guardarlas muy bien porque simplemente no saben lo que puede ocurrir”.

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