Ezequiel Almirón: de quedar libre en Boca a nuevo artillero del Deportivo Maipú

Con sus reflejos en la cabeza y la “8″ sobre su espalda, Ezequiel Martín Almirón se puso el traje de héroe en el momento en que el Deportivo Maipú más lo necesitaba. A puro oportunismo y olfato goleador, el delantero de Maipú apareció una vez en cada tiempo para facturar y darle la victoria al Cruzado, que recuperó la punta de la Zona B de la Primera Nacional.

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Llegó el tiempo de revancha para Almirón. Porque su historia es el fiel reflejo de lo maravilloso y cruel que puede ser el fútbol. En apenas dos años, el nacido en Temperley hace 20 años, pasó de un debut agridulce en la Primera División de Boca, a este presente goleador en el equipo de Luis García, quien se la jugó por él.

Pasaron exactamente dos años de aquella noche del 24 de julio de 2021 en la que, junto a otros pibes (Valentín Barco, Equi Fernández, Vicente Taborda y Gabriel Aranda, entre otros) debutó hace dos años en el Boca de Sebastián Battaglia, quien por ese entonces conducía la Reserva campeona.

Fue contra Banfield en el Florencio Sola, y al Xeneize no le quedó otra que poner la totalidad de la Reserva porque el Ministerio de Salud de la Nación no autorizó al plantel profesional dirigido en ese entonces por Miguel Russo, ya que habían regresado de Brasil tras enfrentar a Atlético Mineiro y debieron someterse al aislamiento obligatorio por la pandemia de Covid-19.

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Esa noche, Almirón comenzó como titular, pero duró en cancha apenas 27 minutos en cancha. El delantero, que en esa casi media hora de juego no había tenido ninguna situación clara, y que salió a la cancha con el dorsal 55, fue a buscar un pase de Valentín Barco: saltó y apenas volvió a tocar el campo de juego, se frenó y se tiró en el césped.

El pibe había pagado caro el riesgo de jugar dos partidos con poco más de 24 horas de diferencia entre ambos encuentros. El punta había disputado 70 minutos contra el Taladro en Reserva. Y por la lesión, debió ser sustituído por Éric Bodencer. Nunca más volvió a tener la oportunidad.

Nacido en San José, Temperley, Almirón había llegado a Boca en 2013, pero el Xeneize lo dejó libre en diciembre de 2022 y firmó con el Deportivo Maipú.

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Eso sí, le costó tener su lugar entre los titulares: en la tercera fecha, ante Chacarita, debutó sumando apenas 11′. Y no volvió a aparecer hasta la octava fecha, cuando tuvo 31′ ante Ferro.

Su debut como titular fue ante Mitre, en la fecha 19. Esa tarde convirtió su primer gol con la del Súper Dépor. Sin embargo, en la fecha siguiente, ante el Funebrero, no fue titular. Recuperó su lugar en el once ante Tristán Suárez (como extremo derecho), repitió ante Atlanta (como centrodelantero) y frente a la Academia cordobesa volvió a aparecer en su máximo esplendor: doblete y a la punta.

“Estoy muy contento y disfrutando de este presente. Luis (García) me pide que ayude en la parte defensiva porque Gonza (Klusener) no tiene esas características y yo tengo que dar una mano a los mediocampistas”, comenzó diciendo el atacante.

“En lo personal trato de dar lo mejor y el máximo en cada entrenamiento porque sabía que la chance de jugar en algún momento iba a llegar y cuando tocara tenía que estar preparado”, anadió en la conferencia de prensa que brindó después del partido.

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Consultado por Los Andes sobre cómo había vivido el empate agónico de Atlanta ante Independiente Rivadavia, que le permitió retornar a la cima tras el triunfo propio, Almirón no anduvo con vueltas: ”La verdad que no lo ví al partido porque estaba con mi familia, que justo vinieron de Buenos Aires. Sí después ví el resumen y bueno, un poco se festejó”, confesó con una sonrisa en el rostro.

Sobre el segundo tanto, que le dio el triunfo a Maipú, contó: ”Piqué al primer palo, el defensor pifió y quedó justo ahí y por suerte la pude empujar. Los goles se los dediqué a mi familia, que vinieron de Buenos Aires y me trajeron suerte”, cerró el joven goleador que vive su revancha.