Lalalandear en Los Ángeles

La La Land, la película más nominada al Oscar, bien puede funcionar como una entretenida guía de viajes por la ciudad.

La mirada personal es la que en muchos casos vuelve interesantes a los destinos. No importa lo que digan las guías de viajes, los comentarios que se hayan escuchado previamente, ni lo que es moda en materia de viajes. En definitiva son las vivencias particulares las que hacen algún punto del mundo cautivante para nosotros mismos. Eso es justamente lo que refleja inmejorablemente el film La La Land. Las escenas reflejan que Damien Chazelle, el director, es un enamorado de Los Ángeles. La pregunta obligada es ¿por qué? Posiblemente lo que sigue, ensaye una respuesta.

1 Desde la primera escena. La autopista que sale del aeropuerto internacional hacia el centro es la 105, un eje este-oeste. Cuando se junta con el gran eje norte-sur, la 110, se forma una suerte de nudo vial de cuatro pisos, emblemático de la ciudad. Ésa fue la locación escogida para la escena inicial de La La Land. Fue filmada en el carril de arriba, con una gran vista hacia el norte, con el downtown al fondo y las montañas.

2 Una cena especial. Es memorable la escena de la primera noche de Mia (interpretada por la actriz Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling), cuando danzan por Griffith Park, el enorme parque municipal en las montañas de Hollywood. El sitio exacto donde bailan se denomina Kathy's Corner y es un recodo de la vieja ruta del monte Hollywood. Seguramente muchos turistas querrán tener una foto in situ.

3 Ícono local. El Observatorio Griffith manifiesta el estilo futurista de los años 30 que define la ciudad. Ya era uno de los puntos urbanos recomendados antes de que la peli lo rescatara. Desde allí se obtiene la mejor vista urbana.Es el sitio donde se ven por primera vez Natalie Wood y James Dean en Rebelde sin causa y también donde nace Terminator cuando viene a matar a Sarah Connor. Sin dudas es un emblema de Los Ángeles.

4 Recordando Casa Blanca. Mia trabaja en una confitería e los estudios de la Warner Brothers en Burbank. Cuando va a visitarla Sebastian, le muestra una fachada donde está la ventana en la que Ingrid Bergman y Humphrey Bogart escuchaban desde el centro de París el avance de los tanques alemanes en Casablanca. Es verdad, está ahí y es lo único que queda en pie de ese clásico del séptimo arte. Cerca de allí está el Hangar número 7, donde se rodó esa película. Vale decir que la Warner ofrece un tour para ver estas cosas, uno de los planes más divertidos por allí.

5 Un restó. Enfrente de los estudios Warner, en medio del gran parque industrial donde se hace casi todo el cine y la televisión de Hollywood, está Smoke House Restaurant. Allí Sebastian se marchita como artista tocando al piano canciones navideñas. Se trata de un espacio gastronómico histórico, ya que acaba de celebrar su 70 aniversario. ¡Imperdible!

6 No podía faltar un puente. Durante el montaje de los paseos de Mia y Sebastian por la ciudad, hay un plano rodado al atardecer en el que caminan por el antiguo puente de Colorado Street (que conecta Los Ángeles con Pasadena). Data de de principios del siglo pasado y ya se utilizó de localización en El Chico, de Chaplin. Hoy no hay ninguna razón para pasar andando por aquí más que admirar el puente en sí. Hay que tratar de llegar a la hora correcta, para que la luz se vea exactamente como en La La Land.

7 Un muelle de City of Stars. Todos los turistas van a la playa en Los Ángeles. Santa Mónica o a Malibú, en la parte norte de la costa, son las dilectas. No obstante La La Land aporta una excusa perfecta para ir a las playas más al sur, como Redondo, Manhattan o Hermosa. La escena de Ryan Gosling cantando City of stars está rodada en el muelle de Hermosa Beach. Pero nada de agobios... se puede "imitar" la foto en cualquier otro muelle.

8 Otra gastronómica. La cena de Mia con su novio y otra pareja en la que se da cuenta de que ella en realidad quiere estar con Sebastian es el Restaurante Jar, ubicado en la milla de oro de Beverly Hills.

9 El cine Rialto de South Pasadena. Aquí es donde quedan Mia y Sebastian para ver Rebelde sin causa. Es una de esas joyas arruinadas de los años 20, semejante a los de Broadway en los que se estrenaron los grandes clásicos. Está cerrado.

10 Un café. Lighthouse Café, un ámbito en el que la película refleja fielmente la realidad. Allí es donde el protagonista explica a la chica los secretos del jazz. Resulta que allá por la década del 50 fue uno de los templos de la música de ese estilo.

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