Guardó una medalla bendecida por el Papa en el botín y salió goleador en cuatro categorías

Jonathan Herrera delantero de Ferro recibió el obsequio especial de parte de Diego Maradona cuando estaba en Riestra y la mufa se le fue.

Guardó una medalla bendecida por el Papa en el botín y salió goleador en cuatro categorías
Guardó una medalla bendecida por el Papa en el botín y salió goleador en cuatro categorías

Jonathan Herrera había marcado sólo un gol en 19 partidos disputados con Deportivo Riestra, un equipo que en aquella temporada de 2014 militaba en la cuarta división del fútbol argentino.

Ese año, de regreso desde Italia tras participar del "Partido por la paz" organizado por el papa Francisco, el astro argentino Diego Maradona visitó al plantel de Riestra.

El "Pelusa" ya había destacado las cualidades goleadoras de Herrera, pero el delantero parecía haber perdido el rumbo dentro del área rival. 
Maradona, que es amigo del presidente de Deportivo Riestra, Víctor Stinfale, se acercó al delantero y le obsequió con una medalla que había sido bendecida por el pontífice días antes en Roma.

Herrera tomó emocionado la presea y la guardó. Al siguiente partido del torneo de Primera C, decidió colocársela en el botín derecho. Y no dejó de convertir goles: en la segunda mitad del campeonato anotó 18 en 19 partidos, y en tres ocasiones marcó cuatro goles en un mismo encuentro.

El atacante, de 26 años, se convirtió este lunes en el único jugador del fútbol argentino en ser goleador en las cuatro divisiones en las que jugó: Primera D (27 tantos), C (19) y B (29) -con Riestra- y B Nacional (13), con Ferro.

En declaraciones al diario deportivo "Olé" en 2015, Herrera destacó su admiración por el delantero brasileño Romario y el delantero alemán del Bayern Múnich Thomas Müller, a quien señaló como su "espejo".

"De ellos veo algunos movimientos para imitar" en el campo de juego, comentó el argentino.

En 2017, después de tres años y medio en Deportivo Riestra, fue traspasado al Atlético Venezuela, de Caracas, con el que jugó la Copa Sudamericana de ese año. En trece partidos convirtió cinco goles, uno en el torneo continental.

Antes de eso, dos equipos de la primera división de Argentina habían mostrado su interés en contratarlo: Huracán y San Lorenzo, el equipo del que es aficionado el papa Francisco.

Después de su paso por Venezuela, Riestra regresó a Argentina para jugar en la segunda división: en 11 partidos anotó cinco goles.

De allí, por recomendación del entrenador Alejandro Orfila, que había disfrutado sus goles algunos años antes en Riestra, Herrera fue transferido a Ferro, donde marcó ocho tantos en 12 encuentros.

Así, al finalizar este lunes la temporada de segunda división,  celebró ser el máximo artillero con 13 goles en 23 partidos.

A los 26 años, Herrera sólo tiene por delante convertirse en el goleador de la primera división. Cualquiera que sea su destino, allí llevará la medalla bendecida por el papa Francisco en su botín derecho.

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