Luis Romito: “El crecimiento de la sustentabilidad en las bodegas es permanente”

Se presentó la versión 4.0 del Protocolo de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina (BdA), el más difundido del país. Cuántas empresas certificadas hay y qué se proyecta para el 2024.

Luis Romito, Coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina.
Foto: Orlando Pelichotti
Luis Romito, Coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina. Foto: Orlando Pelichotti

La sustentabilidad se consolida como pilar fundamental en la industria vitivinícola y las bodegas emergen como protagonistas de un cambio significativo. Adoptando prácticas eco-amigables, las empresas buscan minimizar su impacto ambiental y contribuir al bienestar social.

La semana pasada Bodegas de Argentina (BdA) presentó la versión 4.0 de su Protocolo de Sustentabilidad, marcando un nuevo hito en el compromiso del sector vitivinícola con prácticas sostenibles. Este documento, meticulosamente diseñado por más de 100 expertos, establece una serie de requisitos esenciales para que cada bodega o finca pueda acreditar su condición de empresa sustentable.

Luis Romito, Coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina
Foto:  Orlando Pelichotti
Luis Romito, Coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina Foto: Orlando Pelichotti

Este escrito, que ha evolucionado desde su primera versión en 2011, se ha convertido en una credencial de sustentabilidad para bodegas y viñedos. Luis Romito, Coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de BdA, habló con Los Andes para dar detalles de esta renovación y cómo se lleva adelante la temática en Argentina.

- ¿Por qué es importante la sustentabilidad en bodegas?

- Es un requisito cada vez más fuerte, porque si no cuidamos a este planeta se va a terminar destruyendo. Este tema cada vez tiene más actores involucrados, se están comprometiendo los consumidores, los gobiernos, las empresas, las organizaciones sociales, etcétera. Es una tendencia creciente.

Certificar sustentabilidad da una credencial, demuestra que se está trabajando de manera sustentable, y eso, por un lado, abre mercados. Por ejemplo, el monopolio de Suecia, que exige la certificación del protocolo para exportar a este país. Y, por el otro, es una herramienta de sensibilización interna que genera mucho compromiso de todo el personal. La gente se vuelve obsesiva en el ahorro de agua, de energía, en cuidar la biodiversidad, entre otras acciones.

- En los últimos años, ¿han notado un crecimiento en el interés de las bodegas?

- Tenemos una curva que está creciendo permanentemente. Aún con la pandemia, se siguieron haciendo certificaciones.

- ¿Cuántas bodegas certificadas existen en la actualidad?

- El protocolo de Bodega Argentina tiene ya 213 certificaciones, entre fincas y bodegas, en bodegas de Mendoza, San Juan, Salta, Río Negro, Neuquén y La Pampa entre otras

Con el nuevo protocolo lo que estamos haciendo es demostrar que estamos en una tendencia de actualización, de acuerdo a las demandas de los objetivos de las Naciones Unidas, que es una tendencia global.

Hay elementos clave que abarca la versión 4.0 del protocolo. Además de aspectos tradicionales como suelo, viñedo, biodiversidad, agua y energía, se incorporan dimensiones esenciales como sustentabilidad social, Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS), consumo responsable, derechos humanos, perspectiva de género, discriminación, trabajo infantil, higiene y seguridad, jornada laboral, derecho de asociación, ética, anticorrupción y huella ambiental.

Bodegas de Argentina, imagen ilustrativa de viñedos.
Bodegas de Argentina, imagen ilustrativa de viñedos.

- ¿Qué es un protocolo de sustentabilidad?

- Un protocolo es un documento que establece condiciones para que una empresa u organización acredite en algo, en este caso se trata de un protocolo de sustentabilidad que tiene una serie de requisitos.

En este caso de vitivinícolas tiene que aplicar la bodega o la finca para acreditar que es una empresa sustentable, esto cubre la versión actual del protocolo que es la tercera, cubre aspectos como el suelo, el viñedo, la biodiversidad, el agua, la energía, vecinos en comunidad que fue desarrollado con la participación de varios organismos. En realidad, la génesis partió de la bodega Catena Zapata, la cual trajo el protocolo de California, esa fue la primera versión y esa se sometió a consideración de la Facultad de Ciencias Agrarias, el INV y el INTA, que dieron un feedback muy rico.

- ¿Qué reconocimiento tiene el Protocolo?

- El Protocolo es reconocido por el INV, los monopolios nórdicos de Suecia, Finlandia y Noruega, amfori, por la cadena británica Marks & Spencer, por la Sociedad de Alcoholes de Canadá, un reconocimiento internacional importante, y mantenemos también una comunicación con el Grupo Mundial de Comercio del Vino, con el cual estamos buscando lo que se llama la aceptación mutua de los protocolos de todos los países.

Con los monopolios nórdicos tenemos una relación de lujo, hay una organización que se llama amfori que está integrada por cerca de 2.000 organizaciones de importadores, supermercados y distribuidores en todo el mundo. Con esta entidad tenemos una relación muy rica, ellos tienen un código de conducta muy rígido para exportar a estos países, hay 80 bodegas de Mendoza que están integradas a ese programa y tienen que cumplir auditorías muy duras, pero, por otro lado, nos ayudan mucho, nos aportan sus reglamentos, y han tenido una participación muy importante en la redacción del propósito.

- ¿Qué es lo más destacable que tiene este nuevo protocolo, a diferencia de los anteriores?

- Estamos trabajando en la cuarta versión, que está muy aggiornada con las tendencias de los recursos de los mercados, por ejemplo, habla sobre derechos de asociación, de jornada laboral digna, remuneración digna, de la posibilidad de manifestarse, de poner quejas, del desarrollo del empleado, entre otras cosas. Entendemos que esta versión va a ser disruptiva, una vuelta de tuerca muy importante porque abarca temas muy actuales.

- ¿Para cuándo planean tenerlo terminado?

- Muy pronto, el lanzamiento se hizo hace unos días en Bodega Escorihuela y faltan unos ajustes. Esperamos estar publicando la versión final a principios de enero.

- ¿Y esa modificación significa que las bodegas que ya están adheridas a este programa tienen que volver a revisar los nuevos puntos?

- La certificación se tiene que hacer cada tres años y además las bodegas tienen que hacer auditorías internas anuales. Vamos a fijar un periodo de transición y en esos meses la bodega va a tener la opción de certificar el protocolo anterior o el nuevo, y a partir de cuando se agota ese periodo de transición ya empieza a regir plenamente el protocolo nuevo.

Perfil

Luis Romito es ingeniero químico y creador de la Comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina que lidera iniciativas que transforman la industria vitivinícola.

Realizó una Maestría en Energía de la Universidad Nacional de Cuyo y, además, fue docente en la carrera de Ingeniería Industrial de dicha casa de estudios y docente de posgrado en las Universidades de Cuyo y de Congreso. Hizo cursos presenciales con el premio Nóbel Al Gore y cursos virtuales con Jeffrey Sachs de la Universidad de Columbia. Su visión integral se plasma en la versión 4.0 del Protocolo de Sustentabilidad, elevando estándares en su rol coordinador.

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