La inflación también golpea a la cerveza: las ventas cayeron entre un 25% y 30%

Las consecuencias de la inflación también salen a relucir en el mercado de las cervezas. Según fuentes del sector, el consumo cayó entre un 25% y 30% en comparación a 2022.

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Además del descenso en las ventas las cervecerías tanto industriales como artesanales se enfrentan a los problemas para importar insumos básicos.

El mercado cervecero en Argentina está dominado por dos grandes compañías, Quilmes, que maneja marcas como Stella Artois y Andes y CCU, con Heineken y Amstel, entre otras.

El consumo de cerveza en el país es de 45 litros por persona al año, este índice está por debajo del promedio en Latinoamérica que es de 60 litros anuales per cápita. Las artesanales representan apenas un 2,5% del mercado.

“Los volúmenes de venta del mercado de cervezas están en niveles inferiores a los del año anterior”, afirmó Juan Pablo Barrale, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de CCU, en diálogo con Clarín.

La retracción en las ventas está más acentuada en el rubro de las cervezas artesanales. En este caso la caída ronda el 30%.

“Si los salarios caen el consumo se reduce. Este año el consumo cayó fuerte, cerca de un 30%. Hace siete años que hacemos cerveza, como pyme uno siempre está acostumbrado a sortear estos problemas, apelando a la creatividad, a la diversificación”, dijo al diario porteño Damián Martínez, gerente de Ventas de Bambú.

A la baja en el consumo, las empresas también deben hacer frente a los problemas para importar insumos básicos para la elaboración.

De acuerdo a la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina, para un 40% de los productores hay faltante de lúpulo en el mercado. Un porcentaje similar asegura que hay además escasez de malta y de botellas de vidrio.

Para intentar solucionar el faltante de lúpulo, Quilmes está ampliando la superficie de la plantación en Río Negro.

Actualmente el 70% del lúpulo que requiere la producción de cerveza se importa y el foco de Quilmes es triplicar la superficie cultivada para autoabastecerse.

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En el caso de las pymes artesanales, se juntan entre tres o cuatro cervecerías para realizar compras en conjunto.