Voy a comenzar a abordar este tema con la definición de diccionario de manejar: “emplear o tratar una cosa, con un fin determinado”. A partir de esto, se permite dilucidar la dualidad que surge a la hora de abordar las emociones.
Queremos manejarlas; y por lo general, ni siquiera sabemos qué son, cómo se sienten, si son buenas o malas, raras, o quizá ni siquiera sabemos si es una emoción, sensación o un sentimiento.
¿Qué son las emociones?
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación del individuo y trabajan en pos de nuestra supervivencia.
Son estados afectivos que experimentamos y que vienen acompañados de cambios orgánicos fisiológicos y endócrinos de origen innato. Es decir, una emoción se vive de manera transversal abordando mente, cuerpo, alma y espíritu.
Como las emociones nos impulsan a la acción o inacción; se sienten y manifiestan en nuestro cuerpo, gestos, voz y comportamiento. Es ahí donde tenemos que estar atentos para ver cual es su mensaje.
Algo muy interesante es que las emociones se convierten en sentimientos cuando permanecen por mucho tiempo en nosotros. Las emociones básicas como la ira, el miedo, la tristeza, la alegría, el asco, el disgusto.
La sociedad actual
En una sociedad donde el sentir es un tabú y está glorificado el sentir algo positivo; pareciera que no hay lugar para algo más dificultoso. Este tema se ha vuelto algo complejo e importante en relación a la salud psíquica, física y mental.
Una manera saludable y equilibrada de pensar el “manejo de las emociones” podría ser considerarlo como el desarrollo y aprendizaje en la interpretación de ellas; y la expresión de vivencias, recuerdos o procesos mentales.
Cómo manejar nuestras emociones
La verdad es que no hay una receta para ello. Está en cada uno descubrir su propio camino, y construir y sostener herramientas que refuercen la salud y el bienestar.
En lo personal, se puede recurrir al diálogo interno, a la identificación de la emoción y a la atención a los cambios corporales y mentales que produce cierta emoción. También se puede practicar el control de la respiración, la meditación y el yoga: un espacio terapéutico donde se trabaja codo a codo con un profesional.
Acompañar la interpretación y el abordaje de las emociones resulta mucho más enriquecedor y sanador que continuar con el espiral de confusión y lectura de emociones personal.
Algunos tips para que te familiarices con las emociones
- Aplicar técnicas de respiración consciente
- Meditar
- Tener un cuaderno donde poder registrar tus vivencias
- Permitirte sentir tanto lo agradable como lo desagradable
- Pedir ayuda
- Conectar con tu cuerpo
- Conectar con la naturaleza
- Hablar del tema
- Saber que a todos nos pasa y tenemos emociones agradables y desagradables
Espero que te sirva y haya gustado esta nota. Si querés saber más sobre yoga y psicología, consultá en nuestra cuenta de Instagram @namasteespaciodebienestar.