“Cada imagen es un espasmo más de vida”, dice Andrés Casciani, en una expresión verbal tan poética como sus pinturas, sus ilustraciones o sus grabados. El artista plástico es, probablemente, uno de los más activos y personales de Mendoza, con una obra de enorme expresividad y, valga el término, casi expresionista, en el que las figuras tienden a expandirse e integrarse al resto de un espacio que parece no les bastara.
Nacido en nuestra provincia en 1982, Casciani lleva mucho tiempo pintando y dibujando (esto último, antes de aprender a hablar), y ahora presenta una retrospectiva de lo que viene realizando en la última década.
La muestra quedará inaugurada hoy a las 12.30, en la Cava de Arte de Bodega Santa Julia (Ruta provincial 33 km 7.5 Maipú, Mendoza), y podrá visitarse hasta el 29 de noviembre, diariamente de 9 a 17, con entrada libre y gratuita.
A las puertas de esta inauguración, el artista cuenta a Los Andes, con su lucidez habitual, qué ofrece esta muestra y cómo concibe su arte.
–¿En qué consiste esta muestra, que ofrece un recorrido por tu trayectoria?
–Es una selección de más de 40 obras realizadas con acrílico sobre lienzo, en un lapso aproximado de 10 años. Ofrecen una crónica visual del viaje que realiza el trazo expresivo, desde un planteo más gráfico hasta fundirse con lo pictórico y el color en obras más recientes. Las obras seleccionadas representan a las series Fruto luminoso (temática vendimial), La orquesta del Titanic (metáforas visuales sobre la condición humana), La Batea (reversiones de tapas históricas de historia del rock) y El barro y el viento (interpretación pictórica del Quijote).
– Algunos te conocen más como ilustrador que como pintor, otros, todo lo contrario. ¿Cómo conviven esas dos facetas y qué ventajas tiene cada una en cuanto a lo que te permiten expresarte?
–Ambas disciplinas son muy distintas en su origen. Lo pictórico, mucho más interno y subjetivo; la ilustración, mucho más funcional al diálogo con el texto y su fin comunicacional. Pero se funden en la expresividad visceral del trazo y las explosiones abstractas de textura y color. La línea es “la voz” que se presenta acompañada de diversas “orquestaciones”: técnicas “tradicionales”, en el caso de la pintura y el dibujo, y los recursos digitales, en el caso de la ilustración. Pero ambos mundos, lejos de mantenerse separados, colisionan dando a luz un “todo orgánico”, en el cual cada imagen es un espasmo más de vida.
–Por el lado de tu trabajo como ilustrador, has tenido oportunidad de ilustrar para medios de todo el mundo. ¿Tiene alguna exigencia especial el “hablar” desde tu obra gráfica para públicos que no son del lugar que residís?
–La ilustración tiene la mágica capacidad de “comunicar sin palabras” en un lenguaje que, lejos de ser unívoco, se regenera en cada espectador. La ilustración acompaña un texto, pero muestra lo que no dice, muestra “la sombra” que lo rodea, o el espacio en el cual viven los personajes. Es lo que “dice el silencio” que rodea al ruido de los hechos. La exigencia consiste siempre en “traducir” a otras miradas ese mundo interno que se expresa en la imagen, dando al “lector” la posibilidad de recrearse en la contemplación de la imagen y comprender otros significados menos verbales y racionales. El ilustrador y el lector se unen así en el silencio afilado de la contemplación.
–¿Cómo nace el Andrés Casciani artista? ¿Cuándo te descubriste como artista visual o gráfico?
–Desde antes de saber escribir siempre supe que me dedicaría a lo gráfico. Tengo historietas realizadas sin palabras porque no sabía escribirlas. Los mundos de la pintura, el grabado y la escultura se sumaron luego pero siempre abordados desde un enfoque irrespetuoso, que bebe del arte universal con la urgencia de quien llena muchas viñetas de una historieta sin principio ni fin.
–¿A qué artistas admirás y a quiénes considerás que son tus influencias?
–A todos. Pero especialmente a aquellos que han “traficado” desde el mundo del arte tradicional al de la gráfica: Carlos Alonso, Alberto Breccia, Luis Scafati, Carlos Nine, Ralph Steadman... El estallido visual que significó Ediciones de la Urraca, Revista Fierro... Gratitud infinita a mis maestros: Osvaldo Chiavazza, Gastón Alfaro y Marcelo Marchese.
–En tu caso se ve claramente tu diálogo con otras artes: la literatura, la música o el cine. ¿Se da por gusto o por una búsqueda de buscar inspiración?
–El oficio de la ilustración presenta esa característica maravillosa de “tender puentes” con otras disciplinas: al realizar imágenes destinadas a acompañar recitales, teatro, cine, libros etc. aprendés a sospechar “pinturas en otros idiomas”. En definitiva, todo “arte” no es más que un reflejo fragmentado de esa “obra” que es todo: los artistas son amigos atemporales que nos ayudan a frenar y prestar atención. El “arte” no es una obra, es la forma en que percibís lo que sea que se presente.
–En tu obra aparece también la crítica, a través del retrato de personajes de la actualidad y la política. ¿Sobran los pliegues en la realidad para reflejarlo en tu obra?
–La caricatura política realizada para medios me brinda muchas veces la posibilidad de transmutar la impotencia ante el desgarro social y la tragedia absurda en un testimonio dramático o un espasmo de humor: como mensajes arañados en la pared de una celda que te dicen “yo también estuve acá”.
Dónde ver la muestra de Andrés Casciani
Andrés Casciani - Retrospectiva 2011/2023 – Dibujos y pinturas
Cava de Arte de Bodega Santa Julia (Ruta provincial 33 km 7.5 Maipú, Mendoza)
21 de octubre al 29 de noviembre de 2023 - Todos los días de 9 a 17 hs
Entrada libre y gratuita