Al fin y al cabo

Vamos a examinar el significado de los vocablos ‘cabo’ y ‘fin’, muy ricos en acepciones y en locuciones.

Cabo de Buena Esperanza / Gentileza
Cabo de Buena Esperanza / Gentileza

La jornada fue ardua y con muchos obstáculos, pero terminó bien; entonces, uno de sus protagonistas dijo: “Al fin y al cabo, era cuestión de insistir con firmeza”. ¿Cuál es el valor de esa locución ‘al fin y al cabo’?

Vamos a mirar, en primer lugar, el significado del vocablo ‘cabo’, muy rico en acepciones y en locuciones.

El término ‘cabo’ posee origen latino, el sustantivo “caput”, que equivalía a “cabeza”. Los tres primeros valores nos dicen que un ‘cabo’ es cada uno de los extremos de las cosas, la parte pequeña que queda de algo o el mango: “El cabo es de madera”, “Solamente quedaba el cabo de la vela” y “Tómelo firmemente por el cabo”.

En el mar, en el ejército, en el límite

En términos geográficos, el sustantivo ‘cabo’ designa la lengua de tierra que penetra en el mar: “Cabo de Hornos”, “El cabo de Buena Esperanza”.

En el vocabulario militar, un o una ‘cabo’ es el “militar de la clase de tropa inmediatamente superior al soldado o marinero”: “Fue convocado un cabo para llevar adelante esa empresa”.

En determinados contextos, ‘cabo’ actúa como sinónimo de ‘fin’, ‘límite’, ‘confín’, ‘término de algo’: “Al cabo de la reunión, se repartieron los premios”.

Usos regionales

Para Cuba y República Dominicana, ‘cabo’ es equivalente a ‘colilla’, ‘pucho’, ‘resto del cigarro’: “El cenicero estaba repleto de cabos”.

Usado el vocablo en plural, puede hacer alusión a las piezas sueltas que se usan con el vestido, como aditamentos o adornos: “Con buen gusto, los cabos del traje estaban diseñados en colores contrastantes”.

También, puesto en plural, puede mencionar los diversos temas que se han tocado en algún asunto o discurso: “En ese suplemento, quedaron publicados los diferentes cabos de la conferencia del funcionario”. Y en el vocabulario de caballos, ‘los cabos’ son las “patas, el morro y las crines del caballo o la yegua”: “Era un potrillo castaño con cabos negros”.

Cabos sueltos

¿Qué queremos significar si, después de realizar una determinada acción, decimos que han quedado ‘cabos sueltos’? Coloquialmente, un ‘cabo suelto’ es toda circunstancia imprevista o que ha quedado pendiente en algún hecho: “Extremadamente organizado, no quiere dejar ningún cabo suelto”.

No es lo mismo decir ‘a cabo’ que ‘al cabo de’; en el primer caso, estamos en presencia de una locución adverbial con el valor de “al fin, por último”; en el segundo, tenemos una locución prepositiva que equivale a decir “después de”: “Al cabo de tres horas, tuvimos un resultado positivo”. Y la expresión ‘al cabo de Dios os salve’ toma el significado de “después de mucho tiempo”.

Valor temporal toman las locuciones ‘al cabo, al cabo’, ‘al cabo y al fin’ (también, a la inversa) y ‘al cabo y a la postre’, todas ellas equivalentes a “después de todo, por último, al fin”: “Al cabo y a la postre, concluyeron por adoptar una buena resolución”.

¿Y qué significa ‘atar/juntar/recoger cabos’? Es una locución verbal que se usa para indicar que se reúnen o toman en cuenta datos, premisas o antecedentes para sacar una conclusión: “Atando cabos, llegué a una conclusión bastante acertada”.

En el uso de preposiciones diferentes, se basa la diferencia de sentido de las locuciones ‘dar cabo a algo’ y ‘dar cabo de algo’, utilizados, en el primer caso, para indicar perfeccionamiento y, en cambio, en el segundo, para señalar destrucción: “El operario dio cabo al proceso ya iniciado” y “Lamentamos informar que ese ataque dio cabo de la desaparición definitiva del viejo negocio”.

También, sentido negativo posee la locución ‘echar a cabo un negocio’, que señala conclusión u olvido del mismo.

Alguien pregunta si se dice ‘de cabo a cabo’ o ‘de cabo a rabo’: son correctas las dos formas, cuyo significado es “del principio al fin”: “Pudo recitar la extensa poesía de cabo a rabo”.

Si alguien está por morir, ya en el fin de su vida, pueden usarse dos locuciones: ‘estar al cabo’ y ‘estar muy al cabo’: “Ya no tiene posibilidad de mejorar pues está muy al cabo de su vida”. En cambio, ‘estar al cabo de algo / de la calle’ va a significar que un tema o asunto se ha entendido bien y que se han comprendido todas sus circunstancias.

Diferencias

Pequeña diferencia existe entre ‘llevar a cabo’ y ‘llevar hasta el cabo’ (algo) porque, en un caso, se indica que se lo ejecuta y concluye, mientras que en el otro se señala que se lo sigue con tenacidad, hasta el extremo: “Llevó a cabo la obra anunciada” y “Llevó la disputa hasta el cabo”.

Si un asunto está lleno de dificultades y contradicciones y no se sabe cómo ponerlo en claro y por dónde empezar, se usa la locución ‘no tener algo cabo ni cuerda’: “El problema es muy difícil de encarar, no tiene cabo ni cuerda”.

A fin de cuentas

De las expresiones formadas con ‘fin’, elegimos ‘al fin se canta la gloria’, locución muy positiva que puede señalar que no se debe hacer juicio cabal de algo hasta que no esté concluido y que el premio viene después del trabajo: “No estés mal porque el proceso está en curso y solamente al fin se canta la gloria”.

La locución ‘a fin de cuentas’ se deja para concluir un discurso o un juicio porque su valor significativo es el de “en resumen, en definitiva”: “No sé, a fin de cuentas, si las relaciones entre ellos se han reanudado o no”. Si, en cambio, se dice solamente ‘al fin’, equivale a “por último, después de superar todos los obstáculos”: “Al fin, ¿hay acuerdo entre las partes?”.

Y vamos a concluir la nota con el uso correcto de la locución conjuntiva ‘a fin de que’, equivalente a “para que”: “Quiero dejar en claro el asunto a fin de que no haya errores posteriores”.

La normativa señala que no debe omitirse la preposición ‘de’ antes de la cláusula que comienza con ‘que’: “Ha venido a fin de que concluyan las negociaciones” y “Ha dejado su testamento a fin de que, luego, no surjan problemas entre los posibles herederos”.

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