Por el cepo a las importaciones, se anticipan faltantes de productos de consumo masivo

De sostenerse las restricciones más recientes, podrían escasear el café, el chocolate y el papel higiénico, entre otros. El Banco Central se comprometió a revisar las disposiciones

El papel se produce en el país, pero las fábricas utilizan insumos importados que están ingresando a cuenta gotas. Foto: Orlando Pelichotti
El papel se produce en el país, pero las fábricas utilizan insumos importados que están ingresando a cuenta gotas. Foto: Orlando Pelichotti

Durante un buen tiempo, cuando se hablaba del cepo a las importaciones, se detallaban las dificultades que generan a las industrias locales, que tienen trabas para traer desde el exterior insumos necesarios para la producción, que no se producen en el país. Sin embargo, con la profundización de las restricciones, cada vez son más los rubros que se ven impactados y se empieza a hablar de faltantes de ciertos productos de consumo cotidiano por parte de la población.

En un intento por contener la salida de divisas, con una balanza comercial que ya tenía un equilibrio delicado y que se desequilibró cuando los precios internacionales del gas y del gasoil -dos combustibles que se importan- treparon por la guerra de Ucrania, a fines del mes pasado el Banco Central emitió una nueva disposición que extendió los cupos a productos que, hasta ahora, no tenían limitaciones.

De esta manera, a la lista de artículos que hace un buen tiempo no se consiguen o no hay suficiente variedad, como los neumáticos o los artículos de electrónica, en los últimos días se sumaron el café, el chocolate y el papel higiénico; además de las bebidas alcohólicas importadas.

En el caso del café, los granos no se producen en la Argentina, porque el clima no es propicio y esto obliga a traerlos del exterior. El dueño de la cadena Café Martínez, Marcelo Salas, comentó a medios de Buenos Aires que este producto podría empezar a faltar en unos 30 a 45 días, porque las últimas medidas “han restringido aún más el poco cupo que había y los trámites de importación comienzan a ser denegados”. La empresa optó por reducir el abastecimiento a los supermercados, para priorizar el de los locales.

Con el chocolate sucede lo mismo que con los granos de café, ya que la materia prima se importa. En el caso del papel higiénico y el papel de cocina, detallan en Infobae, la celulosa con la que se fabrican es importada y, como escasea a nivel global, los precios internacionales han alcanzado niveles récord. Se debe tener en cuenta que este insumo también se utiliza para fabricar pañales.

Producción local en jaque

Sin embargo, la falta de stock podría extenderse incluso a las elaboraciones que se hacen en la provincia. En este sentido, recientemente, el presidente de la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim), Raúl Giordano, le comentó a Los Andes que la industria de conservas de frutas y hortalizas está teniendo demoras en las autorizaciones para poder importar algunos repuestos o maquinarias que necesitan en este momento, que es cuando realizan las tareas de mantenimiento y reparaciones. Y también, en la compra de productos para el agro, como fertilizantes; algo que es una preocupación compartida con otras entidades del sector productivo.

Por otra parte, comentó que las latas que tienen un anillo para abrirlas (abre fácil) son importadas y que las dificultades se extienden a sus proveedores, como las fábricas de los sellos plásticos de las tapas de los frascos para mermeladas. Estas complicaciones, detalló Giordano, provocan atrasos en las entregas, que podrían generar faltantes de ciertos productos o marcas en las góndolas, lo que reduce la variedad de opciones para el consumidor.

Hace unos días, la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal, la Cámara Argentina de Productores Avícolas, la Cámara Argentina de Feedlot, la Asociación Argentina de Productores de Porcinos y el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas enviaron una carta al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, para manifestarle el impacto que tienen las restricciones en la industria de la nutrición animal.

En el escrito detallaban que las vitaminas, minerales y aminoácidos, entre otros “micro ingredientes” son imprescindibles en la dieta de los animales y generan una mayor eficiencia en la conversión alimenticia. Y resaltaban que estos insumos son de origen importado y no se producen en el país, por lo que, en caso de no contar con ellos, se producirá un incremento en el costo de producción de pollo, huevo, leche, cerdo y carne bovina; que, por supuesto, se trasladará a los precios al consumidor.

En tanto, desde la Asociación de Bioquímicos de Mendoza resaltaron que todos los insumos provienen de la importación ya que, si bien existen fábricas de reactivos en el país, la materia prima se importa. Además, sumaron que algunos laboratorios ya no están enviando los antisueros que se utilizan para detectar grupos sanguíneos. Por ahora cuentan con stock, no saben cuándo se va a normalizar la situación y advierten que pronto podría haber faltantes.

Endurecimiento del cepo

Entre otros puntos, las nuevas disposiciones del Banco Central extendieron los cupos a rubros que no tenían restricciones, por lo que varios más sólo pueden importar un 5% más de lo que compraron desde el exterior en 2021 o deben esperar 180 días para poder pagarle al proveedor desde el momento del despacho de la mercadería; lo que resulta bastante complicado. La alternativa es recurrir a otras divisas -no el dólar oficial- como el MEP, cuya cotización es bastante más elevada.

El director ejecutivo de Bodegas de Argentina, Milton Kuret, explicó que el Banco Central ha seguido implementando algunos ajustes, como la reducción del plazo de pago para algunos productos agrícolas, y acotó que el lunes se reunirá con distribuidores para conocer mejor el alcance. Pero indicó que les preocupa que el cupo se haya extendido al pago de servicios en el exterior, como las comisiones a distribuidores o las promociones.

Y, en este caso, ni siquiera se permite un 5% de incremento con respecto al año pasado. Por eso, Kuret plantea que estas medidas afectan el crecimiento de los negocios, ya que no se pueden reforzar las acciones de promoción, ni tampoco comprar más insumos. Incluso, en el caso de aquellos que tuvieron un aumento en el precio internacional, puede suceder que las empresas tengan que reducir las compras. Por eso, comentó que desde la entidad insisten en la importancia de eliminar las retenciones del 4,5%.

Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara Exterior de Cuyo, contó en que esta semana las industrias alimenticias le plantearon al Banco Central la necesidad de acortar los plazos de pago de algunos insumos, de 180 días a 90, y que desde la entidad se comprometieron a estudiar algunas medidas. De todos modos, consideró que se trata de un paliativo y que igual se debe lograr que el proveedor acepte ese tiempo.

Con las dificultades para conseguir insumos, la suma del dólar, la inflación y la falta de referencias de cuál será el futuro rumbo de la economía, planteó Bustos Carra, lo que predomina es la incertidumbre y el pesimismo por el cambio de reglas. “Mucha gente deja de vender, porque no sabe a qué precio hacerlo o teme no poder reponer el producto. Realmente, estamos atravesando un momento muy difícil”, manifestó.

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