Las exportaciones de vino fraccionado volvieron a crecer

Los niveles generales fueron negativos, por el arrastre del granel, pero los embotellados siguen repuntando. Desde el sector hay preocupación por las complicaciones con la logística y las botellas.

Desde el sector hay preocupación por las complicaciones con la logística y las botellas.
Desde el sector hay preocupación por las complicaciones con la logística y las botellas.

Si se miran las estadísticas de las exportaciones de vino para setiembre, nos encontramos con el dato de que acumulan una caída de 16% en los primeros nueve meses del año, pero el dato positivo para el sector es que la venta de vinos fraccionados volvió a crecer en este período con un 9,3% más que en 2020 y el ingreso de dólares al país fue un 14,4% superior al de ese año, pese a que fueron menos los litros de vino exportados.

Según las cifras del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante los primeros nueve meses del año se vendieron 1.664.588 hectolitros (hl) al exterior bajo la modalidad de fraccionados, lo que se traduce en un crecimiento del 9,3%. En este punto, la única caída respecto de 2020 se dio en los vinos sin mención varietal (-0,5%), mientras que crecieron los varietales (10,4%) y los espumosos (54,7%).

La cantidad de dólares FOB que generó el vino fraccionado creció en este período en un 17,8%, representando más del 90% de los 673.620.000 dólares (14%) que significaron las ventas totales al exterior en los primeros nueve meses de 2021.

Con este panorama y ante la caída del granel, Silvina Barros, subgerente de Marketing de Bodega Trivento, sostuvo que la mayoría de las bodegas se ha enfocado en los fraccionados, algo muy importante para la industria argentina como la filiación de marca. “Argentina es un país que tiene muchísimas posibilidades. Viene creciendo y lo sigue haciendo en los segmentos de precios medio, medio-alto y alto. Por encima de los 30 dólares FOB se ven crecimientos grandes y más arriba también. Creo que las bodegas más importantes han aprovechado lo que está pasando a nivel mundial, que es que el consumidor de vino está gastando un poco más, dando prioridad a la calidad”, manifestó.

En su caso, el vino que mejor se ha posicionado es el Trivento Reserva, que tiene un retail en Estados Unidos de 10 dólares, en Inglaterra a 7 libras y en Europa a 8 euros. “Nos ha ido muy bien y se trata de un trabajo a largo plazo, que no comenzó este año, de construir una relación con los consumidores, campañas de marketing, reconocimientos internacionales a la calidad, que se está viendo reflejado en este último tiempo”, comentó la representante de la bodega.

La gran caída del granel

Para entender la baja del 41% que ha tenido en estos nueve meses el granel, Ramiro Barrios, director de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina (BdA), explicó que en las exportaciones de vino, este segmento debe dividirse en dos. Por un lado, los volúmenes, donde se compite con otros mercados y entra en juego a qué precio posiciona cada país los excedentes exportables. “Algunos años el precio más competitivo lo tiene Sudáfrica, algunos Australia, otros España, y el año pasado le tocó a Argentina. Con un tipo de cambio más competitivo y con cierto sobre stock, el país tuvo los precios más bajos a nivel internacional, por lo que hubo muchos compradores y tuvimos un buen año en 2020″, manifestó.

Pero esa parte del negocio no es el 100% del vino a granel. “Hay un porcentaje que pertenece a embotelladores de Europa, Canadá, Japón y Estados Unidos, quienes tienen un programa de producción y comercialización de un vino que tiene que ser argentino y que normalmente, año tras año, le compran al país. Esa parte del mercado normalmente se mantiene y corresponde a vinos de una gama más alta”, añadió.

“En este 2021, seguimos viendo exportaciones de vino a granel, que corresponden al segundo grupo. Se han perdido más las transacciones de tipo oportunistas, porque Argentina dejó de ser el origen más competitivo de vinos, en parte por la caída de stock del país y por la evolución del costo de la materia prima que aumentó considerablemente este año”, aclaró.

La oportunidad para los blancos

Un dato que puede ser positivo de los números de setiembre es que los vinos blancos volvieron a crecer, no sólo en la cantidad exportada, sino también en su participación sobre el total. En los fraccionados, los sin mención varietal llegaron a los 30.954 hl (+19% respecto 2020) y los varietales a 192.935 hl (+3,5% que el año anterior). La participación sobre el total enviado fue de 13,6% y 13,7%, respectivamente.

Para Ramiro Barrios, pese a este crecimiento, Argentina sigue siendo un país exportador de tintos, pero podría tratarse de una tendencia que puede llegar a consolidarse si se mantiene en el tiempo. “Sería bueno que Argentina pudiera desarrollar la exportación de blancos, porque sería diversificar nuestra oferta. Tanto con los chardonnay, sauvignon blanc y torrontés, tenemos calidad para crecer, pero es un trabajo fuerte que hay que hacer para posicionarlos”, consideró el referente del mercado externo de BdA.

Desde Trivento consideran que es algo muy bueno el crecimiento de los blancos, sobre todo si se mira al mercado europeo, donde es muy requerido. “Argentina no se ha caracterizado por ocupar ese espacio. Siempre ha sido más de los tintos, pero ahora está sucediendo que nos hemos dado cuenta de que es muy importante y algo que el consumidor está buscando. En 2019 lanzamos el White Malbec y le ha ido muy bien. El consumidor lo ha tomado como un producto innovador y a la gente que ya conoce el varietal, le atrae la idea de probar este vino. Ha sido muy bueno el desempeño, así como también la línea Trivento Reserva”, argumentó Silvina Barros.

Panorama complicado

A pesar de que el resultado hasta el momento en las exportaciones es bueno, el sector mantiene sus reparos de cara al futuro por problemas conocidos en la industria, como la falta de contenedores para la exportación y la crisis de las botellas que están viviendo por estos días.

“La tasa de crecimiento en setiembre es menor a la que hemos visto en los meses anteriores. Entendemos que de a poco se va a ir viendo el impacto de los grandes problemas logísticos que tiene el mundo, con congestionamiento en grandes puertos. Sudamérica y África son los continentes más afectados por la falta de buques, falta de servicios y de contenedores, algo que se fue agudizando en julio y continuó con un agosto complicado y setiembre también”, sostuvo Ramiro Barrios, de Bodegas de Argentina.

Aunque esperan terminar el año con buenos rendimientos, desde BdA entienden que las cifras de este mes podrían haber sido un tanto mayores de no existir estos inconvenientes, así como la falta de botellas.

Por supuesto, Trivento no es ajeno a estos problemas: “Estamos todos muy complicados con estos aspectos. En cuanto a los contenedores, exportamos mucho por Chile y por ahí no se refleja en las estadísticas. En agosto y setiembre ha sido mucho lo que ha quedado en el puerto esperando un barco”, declaró Silvina Barros, en coincidencia con las sensaciones de BdA.

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