Granizo: anticipan pérdidas de 100% y daños a largo plazo

Aun no hay mediciones oficiales, pero los productores advierten que la piedra del miércoles provocó grandes caídas de volumen.

En tan solo unas horas, las piedras arrasaron con la vid, olivo, floricultura y hortaliza de diferentes zonas de la provincia. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
En tan solo unas horas, las piedras arrasaron con la vid, olivo, floricultura y hortaliza de diferentes zonas de la provincia. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

El Instituto Nacional de Vitivinicultura había estimado que este año la cosecha en la provincia podría ser un 14% inferior a la de 2021; pero la caída de granizo del miércoles produjo nuevas pérdidas, que se suman a las provocadas por las heladas tardías y otras tormentas graniceras que cayeron a partir de diciembre. Aunque aún no hay datos de cuántas fueron las hectáreas afectadas ni cuál sería la merma adicional en la producción, los viticultores resaltan que habrá consecuencias incluso de largo plazo.

Juan Pablo Escudero, uno de los productores afectados, había previsto empezar la cosecha el lunes de Carnaval, porque era la fecha en que le iba a recibir la uva en la bodega, pero en su finca en Buen Orden cayó granizo muy grande durante 10 minutos. De sus 13 hectáreas, en tres hay duraznos, que ya había levantado (las plantas han quedado dañadas), y en las diez restantes tiene viñedos de tintas y de criollas.

“Hay un 100% de daño para este año y la yema está afectada para la próxima temporada en un valor de entre un 40% y un 50%”, planteó y recordó que en diciembre ya habían tenido dos mangas de piedra en una semana, que generaron un 20% y un 30% de afectación, aunque el viñedo había alcanzado a recuperarse bastante. Además, sumó, arrastraban una merma por las heladas.

Fabricio Sánchez, quien tiene una finca en El Ramblón, también se vio afectado por un granizo del tamaño de pelotitas de ping pong. El productor comentó que es la tercera tormenta que “le toca” esta temporada y explicó que le resulta difícil evaluar los daños, porque han quedado racimos en los viñedos, pero no saben qué va a suceder en los próximos días. Algunas uvas podrían pudrirse y otras secarse, porque las plantas han perdido las hojas que protegen a los racimos del sol.

Sánchez tiene uvas criollas, que son las últimas que se cosechan, por lo que aún le quedan entre 15 y 20 días para empezar a levantarlas. El productor señaló que no sólo le preocupa el daño al fruto, sino también a la planta, porque es probable que haya un rebrote, con lo que perderá las reservas para el año próximo.

Problemas productivos

Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, comentó que, si bien es pronto para hablar de números, el daño en algunas fincas está a la vista y el porcentaje de afectación es muy alto, en torno al 100%. Además advirtió que es probable que se vea reducida la productividad el año próximo e, incluso, el siguiente, por el estado vegetativo de los viñedos.

Sosa expresó que habrá que esperar el relevamiento de la Dirección de Contingencias Climáticas para conocer las hectáreas afectadas, ya que puede haber zonas incultas y el follaje puede haber amortiguado parte del daño. Pese a eso, señaló que en general ha sido un fenómeno excepcional con vientos fuertes, lluvia y caída de granizo de buen tamaño, que afectó sobre todo a los distritos de San Martín ubicados al norte de la ruta 7. A esto sumó que en muchos casos ha sido una tragedia, porque se ha perdido el trabajo de un año y, pese a las ayudas nacionales y provinciales que suelen llegar –como quitas y prórrogas- el productor debe recuperarse primero, para saldar las deudas.

Gabriela Lizana, presidente de la Asociación de los Productores del Oasis Este Mendocino (Aproem), contó que en varios lugares la tormenta pasó –en su camino desde la Ciudad hacia el Este- y se volvió a formar y a precipitar granizo, de gran tamaño, sobre zonas cultivadas. “Muchos productores vitivinícolas estaban cosechando o por cosechar, por lo que la piedra no sólo va a afectar la cantidad de uva, sino también la supervivencia de muchos viticultores, que estaban peleando para que subieran los precios de la uva”, comentó.

Lizana planteó que vienen advirtiendo desde hace tiempo que la lucha antigranizo no está funcionando como debe y que habría que repensarla, porque los eventos climáticos van a ser cada vez más adversos.

Desde la Dirección de Contingencias Climáticas detallaron que el Sistema de Mitigación de Granizo enfrentó una de las jornadas más severas de la temporada y que el operativo incluyó el trabajo de aviones: en el sector Norte y Este se completaron 9 horas con tareas de siembra (4 vuelos) y el oasis Sur 5 horas (2 vuelos). También informaron que se trabajó con la red de operadores del Valle de Uco, donde los dispositivos se mantuvieron activos durante 3 horas.

Eduardo Córdoba, presidente de la Asociación de Viñateros de Mendoza, lamentó la caída de granizo llegó en un año que ya venía complicado, con dificultades para conseguir cosechadores, heladas tardías y otras tormentas.

En cuanto al impacto que pueda tener la tormenta en la cosecha total, indicó que en una misma finca el daño es variable y que la uva se puede pudrir en los próximos días. Por otra parte, manifestó que espera que esta merma se vea reflejada en el precio, porque cada vez hay menos productores y la edad promedio es de 60 años, por lo que las perspectivas no son buenas.

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