La humanidad requiere cada vez de más energía, por el incremento del consumo mundial debido a diversos factores, incluida la inteligencia artificial. Pero, además, debe avanzar en la transición energética para reducir las emisiones de gases de invernadero. En este contexto, detalla Alberto Lamagna, la energía nuclear se torna imprescindible.
“¿Por qué en el mundo se habla tanto de energía nuclear? Porque nosotros tenemos que suplir toda esa demanda de energía y no contaminar el planeta”, lanza luego de detallar que se estima que, para 2050 va a crecer, por lo menos, un 170% la demanda energética mundial. Y añade que la generación nuclear e hidráulica son las que menos contaminan.
En ese contexto, comentó que el informe más reciente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó que, en el escenario más conservador, se necesita un 50% de incremento de la capacidad instalada de energía nuclear en el mundo a 2050, para no seguir aumentando las emisiones que contribuyen al cambio climático.
- La provincia tiene una empresa, Impsa, que construye las vasijas de los reactores. De hecho, la vasija del reactor del Carem, que es el reactor modular argentino, la construyó Impsa. Además, tiene un potencial en minería de uranio muy grande en San Rafael, que habría que quizás repensar.
Por las nuevas necesidades que hay a nivel global y para que Argentina tenga independencia del recurso, del combustible de nuestras centrales nucleares, que hoy se tiene que importar.
Hay varios proyectos de minería en otras provincias, como Río Negro y Chubut, pero el potencial que tiene San Rafael en minería de uranio es muy grande y lo sabe la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Entre Impsa, que es constructora de partes de centrales nucleares, muy calificada, y la presencia del insumo principal, que es el uranio, podría decirse que están los dos extremos de la cadena en Mendoza.
- En el panel mencionó el potencial que tienen los reactores modulares…
- Se van a seguir construyendo grandes reactores nucleares. La penetración en el mercado global mundial de los reactores pequeños modulares va a ser gradual. Y las previsiones son que, para 2050, menos del 10% de todos los reactores nucleares van a ser modulares.
Y todavía no hay reactores modulares fabricados en serie a nivel global, como para poder demostrar que la tarifa final de un reactor de este tipo es competitiva. En cambio, sí se sabe muy bien cómo construir y cómo operar los grandes, de una potencia eléctrica de mil Megawatts o de un Gigawatt.
Pero estoy convencido de que los reactores modulares pequeños son el futuro. Y que Argentina puede construirlos. Es lo que está promoviendo el Consejo Nuclear Argentino.
La "deuda" de la cuarta central nuclear en Argentina
- ¿Y se está analizando la posibilidad de construir en el país una nueva central nuclear?
- Entiendo que el Gobierno no está pensando en nuevas centrales nucleares grandes para Argentina. Esa es una deuda pendiente. Primero habría que ver si el capital privado que ingresaría a la NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima, la empresa estatal que opera Atucha I, Atucha II y Embalse), se interesa en salir a buscar fondos para construir la cuarta central.
Es una licitación pública, nacional e internacional, para que un privado se quede con el 44% de las acciones. El Estado va a mantener el control, con el 51%: el 31% de las acciones van a ser de la Secretaría de Energía y el 20% de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Y el 5% será de los empleados, a través del PPP (Programa de Propiedad Participada).
Pero hay que ver si el privado que ingrese es un constructor de centrales o un generador de energía nuclear, o si se asocia a una empresa que lo sea, con la idea de construir en Argentina. Porque hay un sitio, que es algo importante, porque se necesita un lugar con licencia social.
En Atucha está el espacio para la cuarta central nuclear, está ya disponible, está aprobado, falta la inversión. Que, en este caso, no se sabe si sería pública, privada o mixta.
Alberto Lamagna y Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica
Transición energética y energía nuclear
- En el marco de la transición energética, ¿qué ventajas tiene la energía nuclear?
- Es la que menos emite gases efecto invernadero. Porque si bien los paneles solares, cuando están instalados, emiten muy poco, hay que analizar todo el ciclo de combustible. En el caso de los paneles, desde la arena, que tiene que ser purificada para obtener el silicio. Y, después, hay que pensar también en el desmantelamiento y la disposición final.
En la tarifa de la central nuclear está incluido el costo del desmantelamiento. Es decir, el de dejar el sitio donde se ubica la central como estaba antes, como un espacio verde. Hay ejemplos en Alemania. Pero si ese costo va a la tarifa, parece alto.
Pero las otras tecnologías no tienen el componente de remediación ambiental en la tarifa. O sea, parecen muy buenas las otras energías, pero no se mira todo el ciclo de combustible desde que se arma, por ejemplo, el panel fotovoltaico, hasta que después, cuando termina la vida útil, hay que sacarlo y dejar la naturaleza como estaba.
Si en el precio de la tarifa se incluye todo el ciclo de vida de esa instalación, quizá no es lo mismo. Lo que quiero decir es que a veces a la energía nuclear se le exige lo máximo y al resto de las tecnologías no tanto.
En el mundo también se está discutiendo eso. Porque la energía nuclear y las renovables tienen que ir de la mano y crecer. Y tiene que bajar el uso de carbón o fueloil para generar electricidad en algunos países. La última que se va a usar es el gas, que es la que menos emite.