Los salarios públicos crecieron más que los privados en 2021

Los trabajadores estatales tuvieron una actualización del 45%, mientras los del sector privado alcanzaron un ajuste promedio del 42%.

A los sueldos del sector privado les cuesta recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años.
A los sueldos del sector privado les cuesta recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años.

Los trabajadores del sector público están cerrando el 2021 con una actualización salarial del 45%, mientras que los del privado han obtenido, en promedio, un 42% de incremento. Se trata de unos pocos puntos de diferencia y se debe tener en cuenta que en 2020 los estatales no tuvieron ninguna actualización, mientras que los privados avanzaron tímidamente, también afectados por la pandemia.

El economista José Vargas, de la consultora Evaluecon, indicó que el sector privado tuvo un ajuste anual promedio del 42% y que el sueldo medio de los trabajadores registrados es de unos $64 mil. De todos modos, resaltó que se trata de una media, ya que comercio recibió un porcentaje de actualización, el de la construcción otro y los bancarios uno diferente, además de un importante bono.

En tanto, los datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo muestran que el salario promedio de los empleados de la administración pública provincial asciende a unos $62 mil (desde el gobierno provincial expresaron que su cálculo es complejo). Los estatales, que en 2019 -y hasta enero de 2020- se habían visto beneficiados por la cláusula gatillo, que ajustaba de modo automático los sueldos a la inflación, no tuvieron ningún tipo de ajuste durante 2020 y ese año se cerró con un 20% de actualización prevista para 2021, que luego se revisó para alcanzar el 45% anual.

La tendencia es similar a nivel nacional, aunque los porcentajes sean diferentes. El Índice de salarios del Indec revela que, a setiembre de este año, el incremento acumulado en promedio de los salarios fue de 36% para el sector privado registrado, de 42% para el sector público y de 18% para el sector privado no registrado en todo el país.

Tendencia de largo plazo

Jorge Day, economista del Ieral (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), detalló que hacia el año 2011 los salarios públicos y privados iban de la mano. Sin embargo, en 2012 la economía se empezó a estancar y el sector privado lo sintió, siendo el primero en retrasarse respecto a la inflación (la pérdida de poder adquisitivo inició en 2014).

Si bien tuvieron momentos de recuperación y otros de atraso, la recesión en 2018 y 2019, y la pandemia en 2020 llevaron los salarios privados hacia abajo. Day señaló que recién a partir de la segunda mitad de 2021 los sueldos privados comenzaron a aumentar un poco más que la inflación, pero sobre el atraso que venían trayendo.

Los salarios del sector público, en cambio, siguieron creciendo por encima de la inflación, con una leve caída en 2014 pero un nuevo repunte en 2015, lo que generó un desajuste entre los sectores privado y público. Esto, planteó el economista, complicó financieramente al gobierno. Es que más de la mitad de los gastos corresponden a los salarios y, como en ese momento la actividad económica no mejoraba, los ingresos públicos se mantenían bajos. Por esa causa, no era sostenible mantener un nivel salarial acorde al índice inflacionario, al punto que en 2015 se llegaron a producir demoras en los pagos.

La realidad cambió en los últimos dos años, indicó Day. Entre 2020 y 2021 la caída de poder adquisitivo de los salarios públicos ha sido mayor que la de los trabajadores privados. “Ahora se ha regresado a una situación similar -cuando ambos avanzaban al mismo ritmo- pero con pérdida de poder adquisitivo”, apuntó.

Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de la provincia, comentó que el Estado provincial ha hecho un esfuerzo importante para que el aumento de salarios se acerque a la inflación -que se estima en 2021 cerrará cerca del 50% anual- y para, incluso, estar un poco por encima del ajuste del sector privado.

Para 2022, sumó, se espera nuevamente un año con bastante suba de precios, porque la Nación no está manejando de modo eficiente la macroeconomía ni la inflación, que tiende a seguir subiendo. Laza sostuvo que, ante este contexto, la provincia seguirá haciendo lo posible para mantener el poder adquisitivo de los salarios de los empleados públicos.

Sueldos en 2022

Sobre las perspectivas para el año próximo, Jorge Day expresó que es muy importante la macroeconomía y que en un escenario en el que la economía crezca poco, siga alta la inflación y el dólar vaya siguiendo la evolución de los precios, pero no se produzca un shock negativo, se puede pensar en que los salarios irán siguiendo la inflación; aunque el repunte sería poco probable.

Sin embargo, si el dólar aumenta más que la inflación, porque el Banco Central se queda sin reservas, manifestó que sería una mala noticia para los asalariados, ya que sus ingresos quedarían por debajo de la evolución de los precios y el poder de compra volvería a caer.

Day explicó que el salario depende de cuánto se produce en una economía. De ahí que, cuando ésta crece en forma estable, se favorece una recuperación de los salarios. Y si bien en Argentina hubo un fuerte repunte después de la pandemia, no se ve que en 2022 y 2023 vaya a haber una tasa de crecimiento significativa, porque no hay buenos precios internacionales y los gobiernos están ajustados con los fondos por lo que, posiblemente, ajusten el gasto público. Esto significa que no estarían funcionando los principales motores de una reactivación, lo que se traduce en que a los sueldos les costará aumentar.

Por su parte, Vargas estimó que en 2022 la evolución de los salarios será similar a la de 2021 y señaló que ninguna de las actualizaciones salariales se otorgó en una sola vez, sino en etapas, como 10% en los tres primeros meses, otro 10% en el segundo semestre y así hasta en cuatro o cinco pagos. De hecho, algunos sectores todavía están recibiendo algunos ajustes. El economista planteó que la inflación promedio también sería parecida a la de este año, con lo que las negociaciones que se cierren en los primeros meses del año seguramente definirán porcentajes similares y en etapas.

Asimetrías

Los datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación evidencian las asimetrías en el salario promedio de los trabajadores formales –tanto del sector público como el privado- según la rama de actividad. Así, en el segundo trimestre de este año, quienes trabajan en la industria manufacturera ganaron $52.602; en la construcción, $44.224; en el comercio, $46.744; en hoteles y restaurantes $36.647; en transporte, almacenaje y comunicaciones, $65.144; en servicios financieros, inmobiliarios, alquileres y empresariales $68.434; en administración pública y defensa, $66.002; en enseñanza, $60.442; en servicios sociales y de salud, $57.219; en trabajo doméstico, $21.971; y en otros servicios comunitarios, sociales y personales, $46.353.

También muestra las diferencias entre el salario promedio de las mujeres y los varones: $52.770 y $59.291, respectivamente. Y según nivel educativo: hasta primario incompleto, $38.718; primario completo, $44.988; secundario incompleto, $41.591; secundario completo, $48.966; terciario o universitario incompleto, $55.964; y terciario o universitario completo, $79.862.

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