Dos nuevas pistas cambiarían el curso del caso Johana Chacón

Además de comenzar la búsqueda de los restos de la joven, peritos analizan una remera que ella usaba y que tiene manchas de semen.

Dos nuevas pistas cambiarían el curso del caso Johana Chacón
Dos nuevas pistas cambiarían el curso del caso Johana Chacón

Seis años después de su desaparición, comenzó ayer una nueva búsqueda del cuerpo de la adolescente de Lavalle Johana Chacón (13) en una zona de Tres de Mayo que nunca fue revisada en anteriores ocasiones. 

Si apareciera algún resto que pueda ser analizado se transformaría en uno de los dos elementos que podría cambiar el curso del juicio al cual está sometido actualmente Mariano Luque (33). La segunda pista de gran importancia podría transformarse en prueba en los próximos días: es un estudio de ADN sobre unas manchas aparecidas en una remera verde encontrada de la época en que la joven vivía en la finca.

La búsqueda

Por orden del fiscal Alejandro Iturbide, ayer comenzaron a remover una franja de terreno de unos cien metros de largo ubicada junto al canal de riego de la Calle 3. Se trata de un borde de tierra de casi dos metros de alto que se han ido juntando año a año por la limpieza del cauce.

“Han pasado seis años y se está trabajando en la hipótesis de un cuerpo calcinado. Las posibilidades de encontrar restos óseos o una tela son muy remotas”, admitió Iturbide.


Una retroexcavadora facilita el trabajo de los antropólogos forenses en Tres de Mayo. | Ignacio Blanco / Los Andes
Una retroexcavadora facilita el trabajo de los antropólogos forenses en Tres de Mayo. | Ignacio Blanco / Los Andes

Los trabajos se realizan con una retroexcavadora y cuatro especialistas en antropología forense de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Cuyo, que colaboran con el Cuerpo Médico Forense por un convenio.

Un testigo nuevo dijo haber visto a Luque trabajar con un tractor y una rastra de disco en esa zona días después de la desaparición de Johana.


    Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

Al hombre le llamó la atención porque Luque no estaba en su finca sino en un terreno cercano que no era el que le correspondía en la limpieza de cupo ordenada por Irrigación ni en la época en que se hacen estos trabajos.

La jornada de ayer fue aprovechada por el juez Gonzalo Guiñazú y por el fiscal Iturbide para conocer la finca donde desaparecieron Johana y también Soledad Olivera, por cuya muerte Luque cumple una condena de 12 años de cárcel.

La remera verde

Una remera verde fue secuestrada en un armario en la finca de los Curallanca y fue periciada por especialistas del Cuerpo Médico Forense. El análisis determinó que existe ADN de una mujer y de un hombre, extraído de una mancha de semen.

Ahora, seis años después, el fiscal Alejandro Iturbide le presentó la prenda a Beatriz, la hermana de la víctima. La joven dijo que la remera era de ella pero que habitualmente la usaba Johana.

Entonces el fiscal solicitó que se tomaran muestras de los padres de Johana y que se comparen también con el ADN de Luque. A los primeros, para ver si el material genético de la remera perteneciente a una mujer es efectivamente de Johana.

En cuanto al semen, podría saberse si es de Mariano Luque o de su padrastro, Luis Curallanca, los dos hombres que habitaban la finca de Tres de Mayo.

Si el resultado es positivo para alguno de ellos dos, se podría confirmar la hipótesis de móvil del homicidio: que la estudiante tresmayina era abusada y por eso la mataron.

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