Gimnasia y Esgrima se consolida como uno de los equipos más sólidos de la Primera Nacional: apenas recibió 7 goles en 18 partidos y suma 11 vallas invictas.
El Lobo sumó tres puntos de oro en su visita a Defensores de Belgrano.
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Gentileza San Telmo - Gimnasia de Mendoza, por la Primera Nacional
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GyE Ocho goles en 18 partidos (incluyendo el triunfo 2-0 ante Nueva Chicago por los 32avos de final de la Copa Argentina, en el Estadio Único de San Nicolás) marcan una característica principal de este Gimnasia y Esgrima de Ezequiel Medrán: lo bien que defiende.
Más allá de las intenciones reales del entrenador una vez que la pelota comienza a girar y el equipo se posiciona en un rol ofensivo, el aspecto que hace fuerte a este equipo tiene que ver con su rendimiento a la hora de proteger el arco propio. Y nada mejor que las frías estadísticas para contarlo: el Lobo no recibió goles en sus últimos tres partidos en la competencia. Pero además, sumó once vallas invictas en la actual temporada. Es decir, ¡apenas le convirtieron en 7 partidos! En este rubro, el plantel blanquinegro solo es superado por Atlanta, el equipo sensación de la Zona A, que solo recibió 7 goles en 17 partidos. Mientras, el líder de la Zona B, Gimnasia de Jujuy, también acumula 8 tantos en su propia valla. Además, para marcar el recorrido realizado por los mendocinos en la temporada, apenas perdió un solo partido en este periplo y fue ante su homónimo jujeño, en condición de visitante, 2-0, en una tarde para el olvido. ¿Hay más equipos con esa estadística? Si, el Atlanta de Luis García.
El análisis del entrenador santafesino para la conformación de la última línea varió en los últimos partidos. Si se tiene en cuenta los últimos cinco juegos, el director técnico eligió cambiar casi siempre sobre los márgenes de la defensa, mientras que los centrales tuvieron asistencia "casi" perfecta (Diego Mondino solo se perdió el choque ante Agropecuario, por lesión, y fue reemplazado por Elías Calderón). Luego, y con la vuelta Ismael Cortez tras la grave lesión ligamentaria, los laterales se repartieron entre el ex Godoy Cruz, Facundo Nadalín, Matías Recalde y Franco Saavedra. Distintas características, distintas visiones y un solo objetivo: nada como mantener la valla propia en cero.
Aunque Gimnasia y Esgrima es uno de los equipos que más goles ha convertido en la actual temporada (tiene 18, con un gol de promedio por partido), en los últimos tres encuentros sumó dos empates sin goles (vs. Chacarita Juniors y San Telmo) y si se extiende el panorama un poco más, en sus últimas cinco presentaciones anotó cuatro goles en dos juegos (triunfos ante Agropecuario y Defensores de Belgrano). Los tres restantes, no pudo abrir el marcador.
El dato llama la atención porque el Mensana anotó en 14 de los 18 partidos que disputó en este 2025. De hecho, el único encuentro donde no había convertido databa de la cuarta fecha, cuando visitó a Estudiantes de Caseros.
Después, hasta la derrota en Jujuy y los mencionados empates ante el Funebrero y el Candombero, marcó siempre. No es un dato que deba preocupar al cuerpo técnico blanquinegro, pero marca el pulso a una temporada que ya cumplió su primera ronda y mostró un equipo con múltiples argumentos para soñar con algo más que competir. A medida que pasen las fechas, el margen de error será cada vez menor. Y eso, Medrán ya lo sabe.