Como arena entre los dedos

Godoy Cruz jugó mal y perdió bien. Dejó escapar otra chance por entrar en la Liguilla. La peor despedida en casa.

¿Quién dijo que jugar sin delanteros netos te hace menos ofensivo? Colón de Santa Fe puede dar fe de ello. Con un esquema en el que no colocó ningún punta definido, el Sabalero superó al Expreso de principio a fin. El equipo de Darío Franco sorprendió a Godoy Cruz con el planteo y la puesta en escena de los intérpretes.

Táctica y estratégicamente, la visita fue más. Con practicidad, disciplina y sencillez, lo maniató desde el comienzo del partido y le ganó con total justicia un partido en el que el Tomba jamás se sintió cómodo.

Tras una corrida supersónica, Leandro Fernández tuvo la apertura del marcador en su botín derecho a los dos minutos de juego, pero su búsqueda empecinada y egoísta del arco (Garro venía solo por el medio) terminó en un derechazo que salió apenas ancho del palo derecho de Broun, que miraba con poco para hacer.

Pero con el correr de los minutos, el elenco santafesino se soltó: de los pies de Pablo Ledesma y, fundamentalmente, de la zurda de Alan Ruiz, gestó lo mejor del primer tiempo. El gol de Guanca fue la síntesis de ese fútbol bien jugado.

Pivoteo de Ruiz, apertura de Ledesma para Sperdutti, centro pasado y Guanca metió un cabezazo cruzado (Galeano ni siquiera saltó). Colón se ponía arriba de manera merecida.

El Tomba sólo tuvo destellos a partir de Fernández y la zurda de Gonzalo Díaz, quienes probaron con remates de media distancia. Para colmo, Leandro no pudo sacar provecho de un grosero error de Broun y falló dos veces en el área chica ¿Del resto? Poco y nada.

El local estaba opacado por la producción visitante.

Colón siguió siendo mejor en el complemento. Y a poco de comenzado el segundo tiempo, Guanca apareció otra vez libre de marcas para poner el 2-0. ¿Partido liquidado? Daba esa sensación.

Sin embargo, Fernández hizo un caño exquisito y sacó un centro perfecto para que Ayoví pusiera el descuento. Se encendía la ilusión en el Malvinas Argentinas.

Pero nadie contaba con ese teledirigido del Gringo Sperdutti desde casi cuarenta metros. Golazo. Rey parecía estar parado demasiado adelante pero hay que darle el mayor mérito a la precisión del disparo.

Colón fue más claro, práctico y aseguró la permanencia ante un Tomba apático. El Sabalero lo ganó de principio a fin. Y a otra cosa.

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