Hace unos días tuve el privilegio de disertar en la 9ª Conferencia Global de Turismo del Vino, organizada por la Organización Mundial de Turismo de las Naciones Unidas. Este año, el encuentro se llevó a cabo en Plovdiv, Bulgaria, los días 6 y 7 de octubre.
Mi participación tuvo lugar en el panel “Creando el futuro: el arte del toque humano”, enfocado en analizar las necesidades y desafíos asociados al talento en el enoturismo. Allí debatimos sobre la importancia de las personas detrás de cada experiencia, quienes reciben, cuentan, emocionan y dan vida a los destinos vitivinícolas. También compartí la mirada de Luigi Bosca y nuestro trabajo en Mendoza, combinando innovación con el respeto por las tradiciones.
De nuestra provincia también participó Francisco Bragoni, en representación de Bodega Salentein, quien expuso en otro panel: “Excelencia en turismo del vino”. Convocada por la red Great Wine Capitals, esta sesión reunió casos premiados de distintas regiones vitivinícolas del mundo, demostrando que Mendoza es un importante referente internacional en calidad enoturística.
La conferencia reunió a más de 300 delegados de 27 países, además de numerosos participantes virtuales, lo que refleja cómo el turismo vitivinícola despierta un creciente interés alrededor del mundo.
Mejor capital europea del vino 2025
Las actividades comenzaron el domingo 5 con una visita a la Basílica Episcopal de Philippopolis, un tesoro arqueológico de Plovdiv. La ciudad anfitriona nos deslumbró con su impresionante riqueza histórica y cultural, siendo considerada la ciudad habitada más antigua de Europa. Además, la publicación European Best Destinations la destacó como la mejor capital europea del vino para 2025.
Más tarde asistimos al Urban Wine Fest, un festival donde pudimos degustar vinos locales y descubrir una tradición vitivinícola que supera los tres mil años. El Mavrud, la cepa insignia de Bulgaria y culturalmente comparable a nuestro Malbec, es una tinta con la que se elaboran vinos intensos, de gran cuerpo y estructura. También me sorprendieron otras variedades como el Gamza y blancos muy expresivos como el Vrachanski Misket y el Dimyat.
Esa noche, el cóctel de bienvenida en el Plovdiv Drama Theatre fue el punto de encuentro ideal para conectar con los demás participantes. Un divertido intercambio entre personas de diferentes países, culturas y trayectorias, unidas por una misma pasión: la hospitalidad.
El lunes 6, primer día de la conferencia, asistí a la masterclass “Staging the Moment: el rol de los eventos en el turismo del vino”, a cargo de Annareth Bolton, de Sudáfrica. Fue una charla inspiradora sobre cómo los eventos culturales, artísticos y estacionales pueden potenciar los destinos y generar experiencias memorables, reafirmando mi convicción del enorme potencial que tiene Mendoza en este sentido.
Esta jornada concluyó con una elegante cena de gala en el Grand Hotel Plovdiv, donde disfrutamos de una gastronomía exquisita y vinos de alta gama. La Big Band de Plovdiv acompañó la comida con música en vivo, creando un ambiente cálido y distendido que invitó a compartir y disfrutar. Entre risas, brindis y música, terminamos bailando todos juntos, celebrando con alegría esa maravillosa diversidad que el vino logra reunir.
Vino, cultura, territorio y comunidad
El martes 7 llegó el turno de exponer la perspectiva de Finca El Paraíso en el panel de debate al que fuimos invitados, junto a colegas de España, Bulgaria y Turquía. Fue muy enriquecedor escuchar sus experiencias sobre cómo fortalecer el capital humano en la cadena de valor del turismo del vino y compartir nuestra visión desde Mendoza.
Durante la jornada también se presentó una síntesis del Global Wine Tourism Report 2025, un notable trabajo de investigación estadística sobre 1310 bodegas de 47 países, desarrollado por la Hochschule Geisenheim University de Alemania. Entre las conclusiones más relevantes del estudio se destacan:
- El enoturismo representa un sector rentable, que genera cerca del 25% de los ingresos totales de las bodegas analizadas.
- Tres tendencias atraviesan la actividad: la integración de gastronomía y vino, las propuestas personalizadas y el uso creciente de redes sociales.
- La sostenibilidad se consolida como un eje fundamental en el desarrollo del turismo del vino.
- El panorama es altamente positivo: cada vez más bodegas planean incorporarse al enoturismo, y las que ya participan prevén seguir invirtiendo y creciendo en este ámbito.
Terminada la conferencia, visitamos Midalidare Estate, una bodega que nos sorprendió al llegar con rituales tradicionales de la región. Luego, nos deslumbró con tecnología de avanzada durante el recorrido y degustación, y finalmente nos agasajaron con obsequios, fieles a la hospitalidad búlgara, presente en cada detalle del viaje.
Esa noche, la cena de despedida permitió saludarnos y compartir impresiones, cerrando formalmente la agenda de la conferencia con un brindis grupal.
Enoturismo que innova desde sus raíces
Para mí, la experiencia no terminó allí. Tuve el honor de recibir, por parte del comité organizador, una invitación adicional para participar al día siguiente en una sesión en la Universidad de Tecnologías Alimentarias de Plovdiv, junto a tres de los ponentes internacionales de la conferencia.
Frente a docentes y estudiantes, profundizamos aún más en temas de turismo del vino y pude presentar los elementos que hacen única la experiencia de Finca El Paraíso. A muchos les sorprendió nuestra manera de innovar, incorporando herramientas modernas combinadas con la historia y tradición que hacen a la identidad de Luigi Bosca dentro de la cultura vitivinícola argentina.
Este viaje fue, sin dudas, una experiencia enriquecedora en lo profesional y personal. Permitió compartir una visión mendocina en un escenario global, aprender con colegas de todo el mundo y apreciar la pasión con la que cada región aborda el enoturismo. Me llevo recuerdos, aprendizajes y, sobre todo, la certeza de que el vino tiene el poder de unir culturas, generar encuentros y transformar cada visita en un recuerdo memorable.
La autoria de esta nota es Vanina Manini Williams – Jefa de Experiencias en Finca El Paraíso de Luigi Bosca