Los contratistas de viña perciben una mensualidad que hoy asciende a $32.100 por hectárea. Eso significa que, quien trabaja 10 hectáreas, cobra $321 mil mensuales. También reciben 15% o 18% de la producción, lo que suele marcar una diferencia, pero el precio de la uva y el vino está por debajo del de 2024 y atraviesan una situación compleja.
En los viñedos existen dos relaciones laborales, con regímenes diferentes. Una es la del obrero de viña, que cobra un salario mensual, que hoy ronda los $600 mil de básico. La otra es la del contratista, que percibe una mensualidad y se le suma un porcentaje de lo que cosecha.
Sumó que, este año, vale igual o menos que el pasado, con inflación mediante. Recordó que en uno de los últimos “tractorazos” de los viñateros se viralizó una consigna de que un litro de vino tenía el mismo valor que un litro de gasoil, lo que ya era terrible. Pero este año, para comprar un litro del combustible se necesitan tres de vino.
“Antes ya era complicado, ahora es muy complicado”, resaltó Lera. Explicó que, además, hay contratistas a los que les están pagando de a poco. Algunos, detalló, vendieron la uva al contado y ya cobraron, pero otros accedieron a seis u ocho cuotas.
Y, como muchas bodegas no aportaron para la cosecha y el acarreo, hay quienes decidieron hacer vino, que no se está vendiendo, por lo que aún no cobran ni saben cuándo lo harán.
La bodega para los contratistas
Los contratistas atraviesan una situación compleja por el bajo precio de la uva y el vino
Impacto desigual por zonas y variedades de uva
Calcular cuánto percibe, efectivamente, un contratista, resulta complicado por el porcentaje. Lera explicó que la situación es diferente para los contratistas del Este, del Sur y del Valle de Uco, por el precio del producto y el estado de la finca. Detalló que hay propiedades en el Este que casi no curan, riegan ni aplican fertilizantes y si, antes, una hectárea de criolla tenía un rendimiento de 400 a 600 quintales, hoy apenas llega a 100 o 150.
Añadió que, además, hay muchas fincas abandonas y en venta, que suelen llegar a un acuerdo con el trabajador de obtener lo que se pueda del viñedo. “El que ha cosechado y buena cantidad y calidad, la pelea cómodo. El tema es con las fincas que, de a poquito, van abandonando”, señaló.
Pero también indicó que un pequeño productor de San Carlos, que tiene Malbec y este año no le dieron para cosecha ni acarreo, y tuvo que llevar la uva para hacer vino, cosechó en abril y todavía no ha vendido ese vino. Por otra parte, están pagando unos $600 pesos por litro de ese varietal, que es del Valle de Uco y Malbec, no uva común.
“Lamentablemente, toda la cadena está muy mal. Siempre el trabajador es el que más sufre”, planteó, pero también subrayó que es un problema profundo, porque si la uva y el vino no valen, “¿cómo hace el sector empresarial para sostener para sostener la finca si no puede cubrir los costos?”.
Explicó que la paritaria se extiende de mayo a octubre y espera que pronto se vuelva a abrir la negociación y pedirán un incremento por encima de la inflación, pero que la crisis del sector vitivinícola complica la discusión.
Esperan que este año haya 600 contratistas nuevos
El contratista de viña percibe una mensualidad y recibe un porcentaje de la producción
Costos elevados para los productores
Matías Manzanares, secretario de la Asociación de Viñateros de Mendoza, entidad que representa a la gremial-empresaria en las negociaciones paritarias, reconoció que el contratista la está pasando mal, pero que el productor no tiene con qué pagarle.
Indicó que, si el precio de la uva o del vino hubiera ido acompañando a la inflación, el salario hubiera sido similar al del obrero de viña, pero como es inferior al de 2024, el ingreso se les cayó.
Planteó que los que han tenido la posibilidad de elaborar vino a terceros también están muy mal, porque el valor del vino sigue bajando. Esto hace que, al salario bajo se le sume la crisis en la uva y el vino.
“Es una crisis que tiene no solamente el contratista, sino también el patrón”, recalcó. “En las paritarias estamos negociando pobres con pobres. Siempre decimos que es una negociación entre pobres”, indicó.
La Asociación de Viñateros de Mendoza emitió un comunicado la semana pasada en el que plantean que “el viñatero mendocino está atravesando una de las peores crisis de rentabilidad que hayamos vivido en décadas” y urgen a que se adopte un “compromiso real para salvar nuestra vitivinicultura”.
Señalan que, en la temporada 2024/2025 los costos se dispararon y detallan que la energía y el riego aumentaron más del 100%, la mano de obra de cosecha, un 115%, los fletes, un 95%, y las tasas e impuestos, del 50 al 250%. “Y si hablamos de presión fiscal, estamos soportando un esquema confiscatorio: el Estado se queda con el 57,1% del excedente puro de una finca productiva”, resaltan.
Esto, mientras la uva vale menos que el año pasado. “Y de esto no se salva ni el grande ni el mediano ni el chico, ni el que vendió el fruto o lo elaboró, ni el productor que está integrado o no lo está… porque somos quienes asumimos, por un lado, los riesgos de la actividad y, por otro, la medida de ajuste del mercado”, lanzaron.
Junín y Rivadavia lanzaron créditos para contratistas
Situación particular del contratista
En las últimas semanas, un grupo de autoconvocados de la zona Este ha visibilizado la situación del contratista de viña, ilustrando que quien trabaja en una finca de 5 hectáreas cobra $150 mil mensuales.
Manzanares indicó que es verdad, pero que omiten una parte, que es el porcentaje del 15% o 18%, como también señalar que el precio de la uva y del vino han caído con respecto al año pasado.
Por otra parte, mencionó que el contratista tiene otras posibilidades que el obrero de viña no tiene. Una, es que el dueño de la finca le tiene que dar una vivienda habitable, con lo que se evita el pago de un alquiler (si no tiene propia). La otra es que puede considerarse un profesional independiente.
La ley establece que tiene la obligación de desarrollar las tareas agrícolas que demanda el desarrollo vegetativo de la planta. Pero si tiene experiencia y logra terminar esas labores rápido, puede ir a trabajar a otro lado. Si bien coincidió en que el sueldo es bajo, señaló que no se está explicando el cuadro completo.