27 de junio de 2025 - 15:35

Vitivinicultura: crisis de costos y de precios ponen en valor la integración

Acovi presentó su informe de cosecha y, junto a Fecovita, analizó los desafíos del sector para la temporada que se avecina.

La Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) presentó su informe de cosecha y realizó una evaluación de cuánto costó levantar la uva y acarrearla en sus distintas modalidades. Es decir, de manera manual, asistida o mecanizada. El espacio fue compartido con Fecovita, la cooperativa encargada de elaborar, fraccionar y vender el vino por lo que se brindó un panorama general de la vitivinicultura. En el contexto de un mercado que mejoró sus ventas hacia adentro y que tuvo números negativos en el externo, el sector se replantea cada vez más la integración y la mejora de la productividad para salir adelante.

La cosecha 2025 de vid terminó con 19,8 millones de quintales cosechados, de los cuales Mendoza recogió 14,8 millones y el sistema cooperativo 3,2 millones de quintales; lo que implicó un 22% del total. Esto implicó un incremento interanual del 18,5% en las cantidades cosechadas dentro de las cooperativas. Entre otros puntos, Fabián Ruggeri, presidente de Acovi, destacó que el asociativismo es una salida clave tanto para el productor como para el industrial ya que son dos partes de un mismo producto que salen juntos al mercado.

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“Puede o no ser una cooperativa, pero está claro que si no hay integración los que más pierden son los productores primarios”, observó Ruggeri. Este es uno de los motivos por los que los referentes de Acovi y de Fecovita creen que creció la cantidad de uva dentro del sistema cooperativo. “Hay confianza en la capacidad de respuesta que tiene el cooperativismo”, destacó Rubén Panella, presidente de Fecovita. Por este motivo, en medio de una crisis de costos, ambos dirigentes expresaron que es difícil la subsistencia para los productores no integrados.

Crisis de costos

Según los últimos datos cargados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y en líneas generales, ha habido un aumento de los despachos en el mercado interno. Esto es celebrado por el sector pese a que destacaron que se parte de una comparación baja dada la mala situación del año pasado. Por otro lado, expresaron que a partir de abril el consumo se comenzó a amesetar y aunque creen que seguirá positivo, el crecimiento será menor con cierta incertidumbre hacia final de año.

Uno de los motivos de esto es que los precios del vino están relativamente económicos en comparación con sus bebidas competidoras, con la dificultad en ventas que aparecen cuando los costos se trasladan a las góndolas. “Al no poder aumentar el precio, terminás con una crisis de costos”, subrayó Ruggeri. Con relación a lo primero, hay que recordar que la mitad del valor del producto corresponde a la carga impositiva que atenta contra la competitividad del sector a lo que se suma –entre otros- el fuerte incremento de la electricidad que hoy se lleva cerca del 40% de los costos.

En este contexto, los ingresos se mantienen estáticos, pero los gastos suben, como mínimo, al ritmo de la inflación. “Esto hace que sea inviable no para todos, pero sí para algunos productores”, destacó Ruggeri. Con pocas perspectivas de cambio en el mediano plazo, desde Acovi trabajan para mejorar el nivel de productividad hacia adentro de las empresas asociadas con compras conjuntas, abaratamiento de costos y consecución de mejor financiamiento; entre otros puntos.

Así, con la cooperativa de servicios, Acovi presta el servicio de cosecha mecanizada y asistida como una manera de achicar los costos de los productores. En el análisis presentado por la entidad y a la hora de proyectar los costos de la vendimia 2025, se evaluó que levantar la uva con una máquina tuvo un incremento interanual del 34%, lo que estuvo muy por debajo de la inflación. El valor fue de 700 dólares por hectárea y fijó un costo por quintal para la uva tinta común de $5.897 t para la varietal de $8.218.

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Fuente: Acovi

Fuente: Acovi

En la cosecha manual, se registró un aumento para la uva tinta común de 44% interanual con un valor de la ficha de cosecha en $600 y por quintal de $6.309. Para la uva varietal, el incremento fue del 39%, con una ficha de $850 y un valor por quintal de $7.996. Ambos valores fueron calculados bajo el supuesto de uso exclusivo de mano de obra intensiva. En tanto, la cosecha asistida –un sistema que combina recolección manual con herramientas de apoyo como carros o camiones- tuvo un aumento anual de 54%. Esta opción ofrece la posibilidad de una cosecha más humanizada.

En este marco y con relación a los costos, Ruggeri destacó que si bien la cosecha mecanizada no soluciona la vida, sí mejora un poco los costos internos. De este modo, se trata de una de las maneras de bajar los costos finales e incrementar así la productividad. “El sistema cooperativo ofrece importantes ventajas en cuanto a accesibilidad a tecnología y reducción de costos mediante economía de escala”, concluyeron los referentes del cooperativismo vitivinícola. “Gracias a este modelo, pequeños y medianos productores pueden acceder a maquinaria y servicios que, de forma individual, estarían fuera de su alcance”, agregaron.

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