28 de mayo de 2025 - 14:32

Vino: por qué mejoró el consumo en medio de la caída generalizada

En los últimos cuatro meses la venta de vinos creció en Argentina en medio de salarios que no se recuperan. Cuáles son las causas, los riesgos y las expectativas.

Tomarse un vinito es un gusto que disfrutan muchos argentinos que no siempre pueden dárselo en épocas de baja de consumo. Mientras los últimos datos de ventas de supermercado han ido a la baja, los de vino se han mantenido se han mantenido casi estoicos durante el primer cuatrimestre de 2025. No se trata de números altos ni de, como dice el dicho, “tirar manteca al techo”. En especial porque el 2024 terminó con una caída en los despachos internos de esta bebida, según lo informó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Ahora, los números parecen haber dado vuelta una tendencia que ya se podría marcar con cuatro meses de medición.

El INV informó que en abril el consumo de vinos dentro de Argentina creció 7,9% en la comparación interanual y tuvo un alza de 6,5% al considerar los despachos acumulados entre el primer y el cuarto mes de 2025. En la medición mensual, entre marzo y abril también se registró una mejora que fue de 5,1%. En cada uno de los datos se observó un crecimiento en los despachos de vino color en torno al 15% y una baja en el blanco que rondó el 10%. En este contexto, los espumosos dieron un salto del 55% en la medición interanual y en la acumulada crecieron 14%.

Más allá de esto, tanto en el lapso de un año como en el de los primeros cuatro meses, los grandes ganadores han sido los vinos varietales. En el primer corte crecieron el 16,6% con una preferencia por los de color y en el segundo mejoraron un 14% con la misma tendencia. Con relación al tipo de envase creció la botella en detrimento del tetra brik lo que también ha marcado una tendencia que -el tiempo y el precio dirán- si se mantiene o no. Otros envases como la damajuana, la lata o el bag in box también cayeron, pero no son significativos en el consumo total.

Relación precio-prestación y rentabilidad en baja

Sergio Villanueva, gerente del Fondo Vitivinícola Argentino, explicó que en cuatro meses ya se puede observar una tendencia y que los números positivos hay que leerlos con entusiasmo moderado. En un contexto de baja de consumo generalizada, la mejora del vino se ata fuertemente al precio que -con salarios deteriorados- todavía es el límite a partir del cual la gente decide o no una compra. “El vino está en precios muy competitivos y la gente compra”, observó Villanueva.

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En este marco, en el último mes se vio una caída del tetra en pos de los varietales en botella debido a que el bajo techo de precio incentiva estirarse un poco para tomar un vino de mayor calidad. De este modo, los consumidores hoy pueden adquirir una botella por 4.000 pesos, unos $1.500 más, aproximadamente, de lo que cuesta el vino en caja. De este modo, el tema precios es clave en la mejora del consumo. De manera simplificada, quiere decir que el vino es percibido como “barato” o con mayores prestaciones con relación a otras bebidas con las que compite como puede ser una gaseosa o la cerveza.

El aumento de ventas dentro del país –donde se vende más del 70% del vino que se elabora en Argentina- es un motivo de alivio para el sector. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el menor precio tiene que ver con la caída del consumo lo que ha impactado fuerte en los márgenes de rentabilidad de bodegas y productores. En un marco de crecimiento de costos en dólares, desde hace más de un año no es posible trasladar a la góndola dichos incrementos por las pérdidas mayores que esto podría conllevar. Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), explicó que el costo se ha incrementado al ritmo de la inflación, como mínimo, lo que impacta contra la rentabilidad.

“Desde hace diez meses el precio del vino está casi igual porque cualquier traslado que se haga de costos, se traduce instantáneamente en una reducción de ventas”, relató Ruggeri. En este contexto, agregó que desde el segundo semestre de 2024 hubo una recuperación de consumo que se frenó en abril y mayo pese a los bajos precios relativos del vino. “En general el precio de perforación era el de la cerveza, hace tiempo que estamos por debajo de eso, pero el consumo no se ha reactivado”, sumó Ruggeri con preocupación. El dirigente agregó que carne, leche, pan han bajado sus ventas y que el vino podría ir por el mismo camino.

Delicado equilibrio

En este marco, hacia adelante la situación es compleja ya que desde el sector no perciben que haya una reactivación del consumo. No, al menos hasta luego de las elecciones ya que pese a la inflación relativamente pisada, el poder de compra de los argentinos no se recupera y habrá que ver si aparecen los dólares que están guardados debajo del colchón. En este marco, la vitivinicultura no ha podido todavía salvar la ropa de la mano de las exportaciones que habían mejorado, pero que también frenaron su mejora. La baja competitividad, un dólar planchado y costos al alza hacen que exportar sea cada vez menos conveniente.

Vinotecas: se retraen las ventas
Vinotecas: se retraen las ventas
Vinotecas: se retraen las ventas

Con relación a las ventas, Villanueva expresó que es importante repensar los cambios que se están produciendo a nivel global en lo que a consumo de bebidas respecta. Argentina no está exenta de las tendencias en las que crece el avance del “no alcohol” en detrimento del mundo con alcohol. “Ante esta situación de que cada vez una porción mayor del mercado la tienen las bebidas sin alcohol, hay que ver cómo reaccionan las otras”, observó el también gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA).

En este marco, una de las competidoras directas del vino como es la cerveza –que tiene menor gradación alcohólica- ha avanzado fuerte en una opción desalcoholizada y esto le implica ganancias varias. Por un lado puede ampliar su base de consumo y, por el otro, tiene la posibilidad de hacer publicidades en donde no se podía porque no debe sumar la inscripción de “prohibida su venta a menores de 18 años”. “Hay muchas marcas de vino que ya han bajado su gradación, pero que todavía no lo destacan ese beneficio en su etiqueta como sí lo hacen las cervezas”, comentó Sergio Villanueva.

En este marco, el especialista celebró el crecimiento de los despachos de vino que tuvo su correlato en las ventas por los principales canales como son los supermercados, según la consultora Scentia. Sin embargo, Villanueva expresó: “Hay que ser moderadamente optimistas ya que a la gente le gusta el vino hasta un nivel de precio”. En esta línea, recordó que la caída generalizada del consumo y de salarios podrían alterar los números en cualquier momento y en buena parte de los segmentos de valores.

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