Vampiros espirituales: cómo actuar frente a una persona que te roba la energía

Expertos afirman que el organismo humano “succiona y absorbe la energía necesaria para alimentar los estados emocionales, dependiendo de sus necesidades”.

Los dementores de Harry Potter. Foto: Gentileza
Los dementores de Harry Potter. Foto: Gentileza

Está demostrado que las personas somo sensibles a las energías que nos rodean. Estas nos pueden afectar de manera positiva o negativa, según sea la situación nuestra o de nuestro entorno.

La realidad es que todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos cruzado con un “dementor” de energía que tras un corto encuentro nos deja con una sensación de cansancio o agobio.

Vampiros psíquicos, tóxicos o víricos, son los nombres que reciben estas personas en las diferentes partes del mundo. Aunque algunos lo hacen de manera inconsciente existen rasgos de personalidad que “matchean” con estos individuos.

* Narcisistas: necesitan la atención de las personas de su alrededor en todo momento. Son egocéntricos y aunque parezca lo contrario suelen tener un bajo autoestima por lo que alardean de las cosas para reconfortarse y sentirse mejor.

* Mártires: son dramáticos. Siempre tienen un problema sin resolver y aunque les den miles de soluciones parece que nunca van a poder salir de la situación en la que están. Estas personas suelen contagiar su angustia y preocupaciones a las otras.

* Conflictivos: son personas que están a la defensiva y buscan cualquier pretexto para pelear. Son agresivos verbalmente e intentan hacer sentir mal y bajar la autoestima de las personas a su alrededor.

* Pasivo-agresivo: estas personas generalmente hablan con una sonrisa, al tiempo que dicen o expresan cosas para dañar al otro. Maquillan sus sentimientos para hacer que se vea a los otros como los malos de la película.

En el libro “Emotional Contagion, Studies in Emotion and Social Interaction”, la psicóloga social y sexóloga estadounidense, Elaine Hatfield, junto a otros científicos indagaron sobre el efecto que tienen las emociones de unos en los otros.

En ese documento, Hatfield explica que “la tendencia a sincronizar e imitar expresiones del rostro, vocalizaciones, posturas o movimientos con los de otras personas y, como consecuencia, a la convergencia de las emociones”.

En otro estudio realizado por la Universidad de Bielefeld, en Alemania, se comprobó que las plantas se alimentan de la energía de las otras plantas que están a su alrededor.

Los cuerpos físicos de las plantas no solo realizan la fotosíntesis, sino que también actúan como esponjas que absorben la vibración energética a su alrededor.

Más tarde, la psicóloga y terapeuta Olivia Lee Bader demostró que lo mismo sucede con los seres humanos. Algunas personas son influenciadas por la energía de quien está a su alrededor, y eso explica, por ejemplo, por qué algunos se sienten mal en determinado grupo, aunque no conozcan a aquellas personas.

“El organismo humano es muy parecido a una planta, que succiona y absorbe la energía necesaria para alimentar los estados emocionales, dependiendo de sus necesidades”, explicó.

Qué hacer ante un vampiro espiritual

Lo primero y más importante es saber identificarlos. Si somos personas perceptivas esto será muy sencillo. Sentirse mal al lado de alguien debe ser un indicativo de algo. Está en nosotros determinar si es un problema nuestro o algo que el otro nos está “pegando”. Una vez hayas identificado el origen de la negatividad, intenta alejarte para que no te afecte.

Racionalizar es otra forma de detener los pensamientos y las premisas negativas. Hay personas que insisten hablar de problemas o simplemente habitan en la queja. A veces la mejor herramienta es pedirles que se ocupen de sus propios dramas y si no quiere una solución, simplemente, hacer oídos sordos.

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