Medicina estética: cada vez más varones buscan verse y sentirse mejor
Según especialistas, en Mendoza hay un aumento de la demanda por parte de los más jóvenes. Se trata de buscar el bienestar general. Los signos estéticos que revelan otros problemas.
Más varones buscan verse mejor y se realizan tratamientos estéticos.
El cuidado estético masculino ya no es un tabú. EnMendoza, como en buena parte del país y del mundo, cada vez más varones se acercan a lamedicinaestética con un objetivo que va más allá de la apariencia: sentirse bien, cuidar su salud y recuperar la confianza.
“Se está alineando con una tendencia global y nacional muy marcada”, explicó la médica especialista en medicina estética y funcional Elina Meneo. “Se empieza a romper este tabú y a normalizar, quizás se empieza a despedir el prejuicio de que el hombre no se tiene que realizar tratamientos de estética porque eso es más para la mujer. Históricamente la estética era exclusiva para mujeres. Hoy ese tabú se ha roto —no totalmente—, pero la mayoría de los hombres se sienten más cómodos, más empoderados y buscan procedimientos que mejoran su aspecto y su bienestar general”.
El doctor Anibal Mira, Cirujano Plástico, coincidió con la observación de la tendencia: “Sin duda ha aumentado la demanda de procedimientos estéticos de los hombres en los últimos años, quizás más en los últimos 5 o 10, y cada vez crece más”.
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Llegan más jóvenes
Gran parte del impulso a la demanda proviene de hombres de mediana edad, etapa en la que comienzan los cambios hormonales.
Mira se refirió a esta particularidad de que no se tratan, como puede suponerse, de algo que busquen personas mayores, sino que llegan más adultos jóvenes.
“Sobre todo ha aumentado en un pool de pacientes que antes no consultaban, que es el adulto no tan mayor. Antes las consultas eran muy segmentadas de gente ya de más de 50 años por algunas cirugías estéticas de párpados, por ejemplo, para rejuvenecer, y en chicos jóvenes la nariz, eran las dos cosas que hacíamos en varones. Hoy en día ha aumentado mucho la consulta también de estética de contorno corporal en adultos jóvenes, lipoaspiración, mucho, y en tratamientos estéticos también en adultos jóvenes aunque no es lo que hago yo, pero hay mucha consulta de rellenos y de cuidados de la piel”, comentó.
El perfil más frecuente, según señaló Meneo, son hombres de entre 35 y 60 años y se refirió al impacto de la forma de vida que afecta en diversas dimensiones, y por eso la necesidad de abordar la situación también de manera multidisciplinaria. Es que no se trata simplemente de algo estético sino que explicó que muchas veces, hay algunos signos que se hacen visibles en la apariencia pero que “denuncian” otras problemáticas de salud a resolver.
Qué hay detrás de los signos visibles
En definitiva, se busca calidad de vida general. “Hay un nivel de estrés laboral tan grande que el paciente busca no solo estética, sino sentirse bien. Muchos vienen diciendo ‘estoy cansado’, aunque hagan ejercicio y se cuiden, pero tienen el cortisol altísimo. Y eso envejece”, afirmó.
En paralelo con las cuestiones orgánicas y de hábitos de vida a resolver, comienzan los tratamientos estéticos externos: “Ahí empezamos con la toxina botulínica, una higiene facial o una renovación celular. Son mínimas cosas que uno va haciendo para mejorar ese estado de la piel, de ese envejecimiento que se aceleró por un desarreglo interno”. Por otra parte señaló que si no se mejoran esas cuestiones de fondo, en poco tiempo vuelven a aparecer los signos externos que se habían tratado.
Otro ejemplo es el de las ojeras: “Si uno se pone a investigar la parte metabólica y hormonal, puede ser que tenga una alteración, ya sea en la función de la tiroides o en la función metabólica, como una hiperinsulinemia o una diabetes, o las famosas prediabetes, que se llaman resistencia a la insulina, puede ser también esto, que no tenga un buen descanso, un sueño no reparador”. Agregó que también el ceño fruncido puede ser por mal descanso, porque siguen tensionados.
En ese sentido, la profesional explicó lo que comienza a suceder a una determinada edad y que puede motivar esta intención de cuidarse más. “A partir de los cuarenta años, tanto hombres como mujeres, tenemos un cambio en la evolución hormonal o un decaimiento de las hormonas. Nuestro cuerpo empieza a funcionar diferente por carencias hormonales, vitamínicas, mala nutrición, falta de ejercicio y estrés. El aumento del cortisol diario hace que el cuerpo se vea diferente”, detalló.
En los hombres, esas transformaciones se evidencian en la acumulación de grasa abdominal -“la famosa pancita o panza cervecera”, dijo-, que no solo tiene causas estéticas, sino también funcionales y metabólicas. En definitiva, hoy los varones buscan estos tratamientos estéticos para verse bien, pero también para sentirse bien, porque la imagen es su carta de presentación y los hace sentirse más seguros.
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Autoestima y bienestar
Según la especialista, el cuidado personal del varón ya no es solamente una cuestión de vanidad, sino que se percibe como una inversión en la imagen, tanto social como profesional.
“El hombre empieza a buscar sentirse mejor, eso influye en su confianza, porque aunque no lo creamos, tanto la mujer como el hombre tienen su autoestima vulnerable. Muchos hombres también se miran al espejo, tienen problemas a la hora de mirarse o de salir, y eso tiene que ver con una esfera más psicológica, de autoestima. Entonces, los procedimientos mínimamente invasivos de estética mejoran esa autoestima: yo me veo mejor y puedo andar mejor”, sostuvo.
Por su parte, Mira analizó: “El hombre es más consciente hoy en día a todas las edades de su estética y de la importancia de mantenerla, de ir previniendo lo que pueda el envejecimiento también. Así que sí, por todo eso hay un aumento respecto de lo que hacíamos antes, que era por ahí solamente cosas bastante más acotadas en el hombre. De todas maneras, sigue siendo mucho más frecuente la mujer. Yo te diría que en mi práctica debe ser un 70% mujeres y un 30% hombres”.
Por qué eligen los varones los tratamientos estéticos
“A mí me convenció el simple hecho de querer verme bien, que cumplí 50 años, entonces dije no pierdo más tiempo, seguía en Instagram a una gran profesional y ahora es mi doctora, me convenció de empezar de a poco y en la medida que uno ve los resultados se siente pleno”, relató Rubén (50). Sostiene que le cambió la cabeza y que encontró el soporte que se buscaba y seguridad.
“Les diría a los hombres que sí, que la medicina estética también es para nosotros. Creo que es un poco de bobos pensar que no podemos nosotros, ¿por qué no? Si también nos quieren ver bien, así como queremos ver bien a una mujer, también nos quieren ver bien a nosotros como hombres, y tiene que ver con todo eso. Entonces ¿por qué no animarse?”, planteó.
Andres (39) contó que para él fue una decisión práctica. “Siempre me ha gustado mantenerme acorde a mi edad — no por estética pura, sino para mostrar cómo me sentía por dentro. Consulté con profesionales y descubrí que había opciones médicas seguras y efectivas para acompañar ese proceso. No fue por moda ni por presión, sino por querer estar bien conmigo mismo y pensar en cómo me quieren ver mis hijos dentro de 10 o 15 años”, aseguró y por eso hizo hincapié en que es importante planificarlo.
Consideró que lo que más cambió fue la relación con su cuerpo y su energía diaria. “Al tener un seguimiento médico, entendí mejor cómo funciona mi salud en conjunto, desde la piel hasta el descanso. No se trata solo de verse bien, sino de sentirse bien y tomar decisiones informadas. Eso me dio más seguridad, no solo en lo físico, sino también en lo emocional”, comentó.
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Tratamientos integrales: más allá de lo físico
Meneo destacó la importancia de que haya un enfoque integral: combina medicina estética, clínica y funcional. “El tratamiento es integral, desde la esfera psicológica, la suplementación y también desde las carencias hormonales”, explicó.
Entre las opciones que se utilizan mencionó los pellets de testosterona, una terapia de reemplazo con hormonas bioidénticas que se aplica tanto en hombres como en mujeres. “Obviamente todos los tratamientos deben ser personalizados y adecuados a cada paciente. No es algo que se pueda hacer porque lo recomendó un amigo o en el gimnasio. Hay que evaluar al paciente, porque a veces alguien viene por un ceño muy marcado y resulta que tiene anemia o el cortisol muy alto. El tratamiento no es solo estético, es clínico”, advirtió.
Qué se hacen los varones mendocinos
La especialista señaló que los tratamientos más demandados en Mendoza son los mínimamente invasivos, especialmente la toxina botulínica y las bioestimulaciones, que se utilizan para mejorar la piel y relajar la musculatura.
Otros procedimientos en auge son:
Endolift o Mela-láser, para eliminar papada o grasa localizada.
Plasma rico en plaquetas, considerado “el gold standard” por su capacidad regenerativa, que se usa tanto para tratar la alopecia como para rejuvenecer la piel.
Marcación mandibular, que busca acentuar los rasgos masculinos del rostro.
También mencionó que hay consultas por ginecomastia, el aumento del tejido graso en las mamas masculinas, que se trata de manera ambulatoria. “Son todos procedimientos que no requieren internación y que se acompañan con suplementación y cuidado integral del paciente”, indicó.