La uva es uno de los productos más representativos de Mendoza. Además de las que se usan para vinificar -estamos en plena época de vendimia-, las frescas o pasificadas, blancas o tintas, son un ingrediente ideal para introducirlo en tu cocina y preparar los platos más apetitosos, tanto dulces como salados, además, esta rica fruta encuentra ahora uno de sus mejores momentos para el consumo.
La uva, como otras frutas, contiene fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Su consumo regular durante los períodos de cosecha puede contribuir a una alimentación saludable, ya que el aporte de estos nutrientes es una de las bases para la prevención de muchas enfermedades no transmisibles, como también, para prevenir algunos tipos de cáncer.
Variedades de uvas
Las variedades se cuentan por miles (existen alrededor de 3.000) y se clasifican en dos grandes grupos. Por un lado, las uvas de mesa -que se consumen tanto frescas o como en forma de uvas pasas-, muy carnosas y de semillas grandes. Y por otro, las uvas viníferas, menos dulces e ideales para la elaboración de vinos (blancos o tintos, en función de la variedad).
Nos detenemos hoy en el primer grupo, las uvas de mesa, entre cuyas variedades más consumidas se encuentran albillo, moscatel, aledo, villanueva, chelva, palomino y vinapoló.
Es posible utilizar la fruta dentro de cualquier preparación que hayas realizado anteriormente, como torta invertida de uvas, budín o bizcochuelo de uvas, crumble de uvas, tarta de uvas, galletas, panqueques o magdalenas.
También en jaleas y mermeladas, las uvas son perfectas para realizar estas preparaciones caseras, solo necesitas uvas, azúcar y un poco de limón.