26 de diciembre de 2025 - 16:50

Dudas por la muerte de la elefanta Kenya en el Santuario: "Queremos entender exactamente qué ha pasado"

La ministra de Ambiente habló de la muerte de la paquiderma y confirmó que pidieron un informe al Santuario. Buscan saber cómo está la otra elefanta mendocina.

La muerte de Kenya, la última elefanta que había abandonado zoológicos y ecoparques en Argentina y quien había vivido 40 años en Mendoza, sigue dando que hablar. La elefanta africana falleció el 16 de diciembre en el Santuario Global de Elefantes en Brasil, y, dentro de los resultados preliminares de su autopsia, se destacan algunas lesiones como consecuencia del cautiverio prolongado. No obstante, el hallazgo más revelador estuvo en los pulmones, porque los especialistas consideraron "altamente probable" un cuadro tuberculosis avanzada.

Esta confirmación encendió varias alarmas, a tal punto de que las autoridades ambientales de Mendoza confirmaron que pedirían informes para conocer en detalle qué le ocurrió a Kenya. Pero, además, el pedido de información irá más allá. Porque hace un par de meses falleció allí también la elefanta Pupy (había llegado del Ecoparque de Buenos Aires), mientras que en 2022 falleció la elefanta asiática Pocha, quien había viajado desde Mendoza junto a su hija Guillermina. En el caso de Pocha, también se confirmó la presencia de tuberculosis.

La elefanta Kenya llegó al Santuario de Brasil tras 5 días de viaje desde Mendoza
La elefanta Kenya en el Santuario de Brasil

La elefanta Kenya en el Santuario de Brasil

"Hemos pedido los informes correspondientes, porque queremos entender exactamente qué es lo que ha pasado con Kenya. En el caso de Pocha y Guillermina, que eran mamá e hija, Guille sigue viviendo en el mismo santuario y no ha tenido ningún problema, Pocha falleció, y en ese momento la necropsia determinó que había sido por tuberculosis. Ahora se están esperando también las necropsias de Kenya y de Pupy", destacó la ministra de Energía y Ambiente de Mendoza, Jimena Latorre,

Cautiverio, deterioro de salud y pedido de informe

El martes 16 de diciembre, a los 44 años, falleció la elefanta Kenya en el Santuario Global de Elefantes de Brasil, ubicado en Mato Grosso. Hasta allí había llegado en julio de este año, trasladada desde el Ecoparque mendocino y tras cinco días de viaje por vía terrestre. Es el mismo camino que en 2022 habían completado Pocha y Guillermina (elefantas asiáticas) y quienes habían pasado gran parte de su vida en Mendoza.

En octubre de 2022, falleció Pocha, mamá de Guillermina, en el santuario. Entre la muerte de Pocha y el reciente fallecimiento de Kenya, en octubre de este año también falleció Pupy en este espacio natural de Mato Grosso. Pupy y Kenya compartían recinto en Brasil, puesto que ambas eran elefantas africanas.

Fallció la elefanta Kenya en Brasil
Falleció la elefanta Kenya en Brasil

Falleció la elefanta Kenya en Brasil

Las muertes de las dos paquidermas -con dos meses de diferencia- generaron una serie de interrogantes centrados en el Santuario. Y fue tanto el "ruido" que en las redes y la página web del propio Santuario Global de Elefantes compartieron información sobre la información disponible sobre las muertes de Pupy y Kenya. En simultáneo, el Gobierno de Mendoza oficializó un pedido de informe para que se amplíen los datos sobre el fallecimiento de Kenya y sobre la situación actual de Guillermina, la elefanta "mendocina" sobreviviente.

"En realidad, si nos ponemos una mano en el corazón, creo que lo más sensato es entender que lo que ha ocurrido a Kenya son 44 años de encierro. Ella llegó acá con 4 años, estuvo 40 años encerrada en el zoológico -luego Ecoparque-, y pudo volver a un hábitat bastante parecido a lo que nunca debería haber salido recién hace 5 o 6 meses", destacó la ministra Latorre.

En ese sentido, la funcionaria mendocina destacó que las cuatro décadas de cautiverio generaron lesiones como la artritis.

"También es probable que haya tenido alguna enfermedad, como el caso de la tuberculosis. Aunque no quiere decir que no se hayan hecho los estudios previos al viaje, podría haber sido una enfermedad latente", destacó Latorre. Ello en alusión a que ni en los estudios de la Provincia ni en los del Senasa se advirtieron rastros de tuberculosis, a diferencia de los primeros datos que arrojó la necropsia en Brasil.

"Puede que ni siquiera haya habido una relación de causa-efecto directa en la muerte, puede que haya sido una enfermedad que tuviera. Esto me lo decían algunos profesionales, que puede haber tenido esta enfermedad desde los cuatro años, cuando llegó al zoológico, y nunca haberse manifestado. Incluso, puede que no haya sido la causa de muerte", insistió Latorre.

Kenya, desconsolada ante la muerte de su compañera Pupy en el santuario de elefantes de Brasil
Kenya, desconsolada ante la muerte de su compañera Pupy en el santuario de elefantes de Brasil

Kenya, desconsolada ante la muerte de su compañera Pupy en el santuario de elefantes de Brasil

No obstante, la funcionaria destacó que es fundamental esperar el informe de la necropsia para recién allí analizarlo.

"Se ha pedido también un informe sobre Guille, que, luego del fallecimiento de su mamá Pocha, siguió viviendo en el mismo santuario y está muy bien, aparentemente. Esperaremos los resultados para poder tener una conclusión final", cerró la ministra.

Qué se sabe de la muerte de la elefanta Kenya en el Santuario de Brasil

En un extenso texto publicado en la web GlobalElephants.org, desde el santuario detallaron la semana pasada lo que se sabía sobre la muerte de las elefantas Pupy y Kenya, ambas fallecidas recientemente y en medio de cuestionamientos, dudas y versiones cruzadas.

Si bien aclararon que las necropsias son procesos largos y que demandan meses -incluyen análisis de laboratorio, cultivos y estudios complementarios-, brindaron algunos detalles preliminares. En el caso de Kenya, especificaron que los resultados finales se conocerán recién en enero debido al cierre temporal del laboratorio universitario que analiza las muestras.

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Al explicar el panorama con que se encontraron tras la muerta de la elefanta africana que vivió 40 años en cautiverio en Mendoza, resaltaron que su cuerpo evidenciaba de manera clara las consecuencias del cautiverio prolongado. En ese sentido, detallaron que las radiografías revelaron una osteomielitis severa, con pérdida de falanges en varias patas, además de un deterioro articular crónico en uno de sus codos.

También, resaltaron, se detectaron lesiones, quistes y alteraciones en distintos órganos abdominales; así como también diarrea crónica, infecciones en los colmillos, dieta deficiente y escasa atención veterinaria antes de su traslado. No obstante, el hallazgo más grave estuvo en los pulmones. Allí los especialistas consideraron altamente probable una tuberculosis avanzada, con infiltraciones granulares y colapso alveolar.

Todos estos daños fueron catalogados como crónicos por las autoridades del Santuario, lo que significa que fueron previos a su llegada a Brasil.

Otro dato que llama la atención es que, según resaltan en el comunicado del santuario, durante su estadía, a Kenya le realizaron análisis de sangre, orina y heces, estudios que arrojaron valores dentro de los parámetros esperables para su edad. En ese sentido, aclaran que esos resultados contrastan con la gravedad de los daños internos detectados tras su muerte.

Dudas sobre la estadía de Kenya en Brasil

Tras confirmarse la muerte de Kenya en Brasil y los informes preliminares de su autopsia, se generó una fuerte polémica, que encendió alarmas sanitarias y políticas. Fue a raíz de la presencia de signos avanzados de tuberculosis en la elefanta "mendocina", y que eran compatibles con tuberculosis humana.

La elefanta Kenya llegó al Santuario de Brasil tras 5 días de viaje desde Mendoza
La elefanta Kenya en el Santuario de Brasil.

La elefanta Kenya en el Santuario de Brasil.

Según la necropsia preliminar realizada el mismo día de su muerte, Kenya tenía lesiones pulmonares severas, granulomas en ambos pulmones y colapso alveolar, lo que sugería que la enfermedad no era reciente y que habría estado presente antes de su llegada a Brasil.

Las muertes de la elefanta asiática Pocha (mamá de Guillermina) y de las africanas Pupy y Kenya -todas registradas en los últimos tres años- han encendido las alarmas y posado los ojos sobre el Santuario Global de Elefantes. Dos de estas tres elefantas habían partido desde el Ecoparque de Mendoza, y también aquí falleció este año -y antes de partir a Brasil- el elefante asiático Tamy, pareja de Pocha y papá de Guillermina.

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