25 de junio de 2025 - 12:33

El día en que quien "condenó" al elefante Tamy al cautiverio dijo que era "injusto" prohibir animales en circos

El dueño del circo en que nació el elefante Tamy y que lo "donó" al ex Zoo Mendoza en 1984 criticó hace 12 años las leyes que prohíben animales en los circos. El elefante murió a los 55 años en el Ecoparque mendocino y nunca vivió en libertad.

La muerte del elefante Tamy, el único ejemplar asiático que quedaba en el Ecoparque de Mendoza -también está Kenya, aunque es una elefanta africana- causó gran consternación, no solo en Mendoza y en el país, sino también en el Santuario de Elefantes de Mato Grosso (Brasil). A ese mismo sitio donde fueron trasladadas Pocha (QEPD) y Guillermina -pareja e hija de Tamy, respectivamente- y a donde se apresta a ir Kenya, iba a ser derivado Tamy una vez que estuviese preparado. Pero, a los 55 años, el querido paquidermo falleció este martes.

Nacido en 1970, Tamy vivió siempre en cautiverio. Previo a su estadía forzosa en el ex Zoológico de Mendoza (hoy reconvertido a Ecoparque), era una de las "atracciones" (entre comillas, ya que es la denominación que se les daba a los animales que vivían cautivos) de un circo colombiano . De hecho, nunca hubo planes ni una decisión previa para que el elefante Tamy llegara y se quedara en Mendoza.

Los cuidadores y el especialista han logrado hacer con éxito un entrenamiento específico con Tamy para luego trasladarlo. | Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
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Cuando quien "condenó" al elefante Tamy a vivir prisionero dijo que era "injusto" prohibir animales en circos. Foto: Archivo Los Andes.

En 1984, cuando el "Circo de los Hermanos Gasca" pasó por Mendoza, Tamy era parte del staff, decisión que -desde luego- no había pasado por él mismo. Sin embargo, cuando el espectáculo y sus hacedores intentaron seguir con su itinerario y cruzar hacia Chile, se encontraron con que el animal necesitaba de permisos y autorizaciones especiales y no contaban con ellas. Así fue como se decidió dejar a Tamy en el entonces Zoo mendocino, como una "donación".

"Un circo sin animales es poco atractivo"

En 2013, el Senado de Colombia aprobó el proyecto de ley que establecía la prohibición para utilizar animales en los circos. En Argentina, una ley similar había sido aprobada en 2004 (y entró en vigencia en 2006), mientras que en México fueron prohibidos en 2015.

En Mendoza, en tanto, la ley provincial 7.887, sancionada en 2008, también prohíbe "en el ámbito de la Provincia de Mendoza el establecimiento, con carácter temporal o permanente, de espectáculos de índole circense, que ofrezcan como atractivo principal o secundario, la explotación, exposición, exhibición y/o participación de animales, cualquiera sea su especie" (según consigna el artículo 1).

Elefantes en Mendoza: el día en que Tamy se fugó del Zoo y lo encontraron deambulando en Papagayos. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes.
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Cuando quien "condenó" al elefante Tamy a vivir prisionero dijo que era "injusto" prohibir animales en circos. Foto: Archivo Los Andes.

De regreso a 2013, mientras el Senado colombiano aprobaba la ley que prohibía espectáculos circenses con animales en aquel país, Raúl Gasca (uno de los responsables del "Circo de los Hermanos Gasca") criticaba públicamente la normativa y la consideraba "injusta".

“En la mayoría de países de Europa, el circo es patrimonio cultural (…) acá en Suramérica, los países donde se prohíbe los animales en los circos es donde no hay circos, como en Bolivia. Pero en Colombia se quedarán sin trabajo muchos por cuenta de la medida”, destacó Gasca hace 12 años en declaraciones a Blu Radio y que fueron recopiladas por el medio "El Espectador".

“Es triste que quieran acabar con un entretenimiento de los niños", lamentó Gasca, quien resaltó que "un circo sin animales es poco atractivo para los menores”. Además, agregó que jamás maltrataron a ningún animal (“en cada ciudad donde vamos, llegan las autoridades competentes y ellos han certificado siempre el buen trato a los animales") y que "nos visitan miles de personas y salen felices de ver animales bien tratados".

Los 41 años que Tamy vivió en el Zoo y luego Ecoparque de Mendoza

Cuando Tamy llegó a Mendoza tenía 14 años y fueron 41 los que vivió en cautiverio y en soledad en Mendoza. Hace un par de años había comenzado con su entrenamiento con miras a viajar al Santuario de Elefantes de Brasil, pero distintas situaciones llevaron a que no sea posible considerar su traslado en lo inmediato.

De acuerdo a la primera información oficial confirmada, el elefante falleció durante la mañana del martes 24 de junio. Y, mientras se esperan los resultados oficiales de la necropsia, a priori todo parece indicar que el deceso tuvo que ver con su avanzada edad (a los 55 años se considera gerontes a los elefantes).

Tamy, el último elefante en Argentina que espera ser trasladado de Mendoza al Santuario de Brasil.
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Cuando quien "condenó" al elefante Tamy a vivir prisionero dijo que era "injusto" prohibir animales en circos. Foto: Archivo Los Andes.

Entre 1970 y 1984, la vida de Tamy también transcurrió en cautiverio, como parte del circo colombiano que lo llevaba de un lado al otro, siempre como una "atracción" para visitantes y en hábitats que nada tenían que ver con su entorno natural.

Tras seguir el circo con su hoja de ruta hacia Chile (y luego, a los otros destinos que ya estaban confirmados o se fueron confirmando), Tamy se quedó definitivamente en Mendoza, también en cautiverio. Aquí se emparejó con la elefanta asiática Pocha y nació la cría de ambos, Guillermina (justamente Pocha y Guillermina fueron trasladadas al santuario de Mato Grosso en mayo de 2022).

Luego del nacimiento de Guille, y mientras los tres integrantes de la familia vivieron en Mendoza, el macho estuvo en un recinto separado de su hija y la madre de su hija (las dos hembras nunca se separaron).

En 2023, Tamy había recibido una primera visita para comenzar con el entrenamiento previo de cara a la primera posibilidad de un traslado. Sin embargo, muchas cosas cambiaron desde entonces. Por ejemplo, el crudo y frío invierno mendocino -sumado a las condiciones hostiles del cautiverio- llevaron a que Tamy desarrollara algunos dolores de articulaciones, por lo que permanentemente se estuvo trabajando en el monitoreo de su salud hasta el final.

Durante los últimos meses, el Ecoparque mendocino previó la preparación de una nueva puerta de entrenamiento en otro sector del recinto, todo para facilitar el acceso y que Tamy pudiese retomar su condicionamiento operante. Todo ello se activaría en plenitud una vez que Kenya (la elefanta africana que aún queda en Mendoza) partiese a Brasil. No, obstante, Tamy murió antes del viaje de Kenya.

Desde hace una década, la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque del Gobierno de Mendoza, junto a la Fundación Franz Weber y el Santuario de Elefantes de Brasil, trabajaban de manera sostenida en un plan de reconversión que incluyó, además del reacondicionamiento de su espacio, un protocolo de atención veterinaria constante y un sistema de entrenamiento positivo.

Además, Tamy había sido evaluado por profesionales del Global Sanctuary for Elephants de Brasil, quienes recomendaron ajustar su medicación, enriquecer su dieta y adaptar su recinto para acompañar los efectos del envejecimiento y los daños ocasionados por décadas de cautiverio.

El día que Tamy escapó del Zoo mendocino y fue recapturado en los cerros gracias a otra elefanta

Ni bien llegó al entonces Zoo de Mendoza, en 1984, Tamy fue destinado a su recinto (flamante hace 41 años). Sin embargo, durante la primera tarde en Mendoza y luego de algunas horas en el lugar, Tamy aprovechó un descuido y se escapó del Zoológico. Y, al menos durante unas pocas horas, el elefante asiático macho pudo disfrutar de lo más cercano a la libertad que estuvo en su vida.

Cuando los cuidadores se percataron de la ausencia de Tamy -fue casi en el acto, teniendo en cuenta que no es algo que pase desapercibido-, los responsables del espacio mendocino dispusieron un inmediato operativo de búsqueda por las inmediaciones, un piedemonte de la Ciudad de Mendoza no tan poblado como en la actualidad por entonces.

Los dos elefantes que quedan en Mendoza siguen entrenándose y la hembra se irá antes de fin de año. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes.
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Cuando quien "condenó" al elefante Tamy a vivir prisionero dijo que era "injusto" prohibir animales en circos. Foto: Archivo Los Andes.

Así fue como, en cuestión de minutos -porque buscar a un elefante claramente no es lo mismo que buscar una aguja en un pajar- dieron con Tamy deambulando con normalidad en la zona del dique Papagayos.

La recaptura de Tamy resultó casi tan cinematográfica como la fuga o como la postal de un elefante caminando tranquilamente por el piedemonte mendocino. Porque Tamy había sido encontrado completamente tranquilo, entre los cerros mendocinos. Pero recapturarlo fue otro desafío.

“Como era un elefante de circo y estaba entrenado para ciertos ejercicios, fue la misma gente del circo quien lo llevó de vuelta al Zoológico y lo hizo usando a otra elefanta. Cuando esa elefanta se le puso adelante, Tamy le agarró la cola con la trompa y así lo subieron al camión para dejarlo de vuelta en el zoológico”, rememoraron los cuidadores del recinto de elefantes y quienes trabajaron en la adaptación previa al traslado de Pocha y Guillermina hace tres años.

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