Cuáles son los mitos, prejuicios y verdades que aún existen en torno al uso del vibrador

Aunque es un artículo que se ha popularizado, -más aún durante la pandemia- siguen quedando pre conceptos, juicios y temores vinculados al dispositivo y a las personas que los usan. Y no, nunca podrán sustituir a un hombre.

Huevo vibrador con mouse
Huevo vibrador con mouse

La vinculación con el juego y los juguetes siempre ha sido parte de la vida, y varían de acuerdo a los intereses y las edades, ya que facilitan las relaciones sociales, estructuran el concepto de compartir, ayudan a desarrollar la imaginación y la creatividad y sobre todo actúan a nivel lúdico del cerebro. Por eso en la vida adulta, los juguetes sexuales pueden ser un gran aliado para las personas con o sin pareja, motivando a explorar nuevos aspectos del “yo erótico” y otorgando una vida sexual más placentera. Sin embargo, pese a este cúmulo de beneficios, aún existen prejuicios y mitos en torno a su uso, aunque en los últimos 10 años, se ha masificado el consumo de distintos juguetes y dispositivos gracias a los cambios sociales y culturales en torno a la concepción del sexo.

Aunque existe una gama muy amplia de juguetes sexuales, el más común es el clásico vibrador y aunque se lo ha usado desde tiempos remotos, -vendidos bajo el confiable argumento de que se trataba de un masajeador de espalda- aún está rodeado de mitos y prejuicios, sobre todo en los grupos sociales más conservadores, que puertas adentro califican a las personas que los usan de “insaciables”, y a las mujeres, específicamente, de “ninfómanas”. En cualquier caso, son etiquetas creadas, ya anacrónicas, que deben ser dejadas en el pasado.

Además de los beneficios mencionados, el uso de vibradores contribuye a la prevención de enfermedades de transmisión sexual, disminuyen los encuentros sexuales casuales o con personas desconocidas durante largos periodos de soltería, y ayuda a conocerse mejor en la intimidad.

Entre los prejuicios más populares se cuentan los siguientes

-Los pervertidos usan vibrador: Los estudios indican que los vibradores son un buen instrumento para autogestionar mejor el placer y como complemento en las relaciones sexuales en pareja. Asociarlo con perversiones es fruto del desconocimiento y los prejuicios.

-Los vibradores son malos para la salud porque producen infecciones: como cualquier otro instrumento que se introduzca en una cavidad, el vibrador requiere de una rutina de limpieza y mantenimiento. Correctamente higienizados y hechos de buenos materiales no producen ningún tipo de patología.

-La mujer sustituye al hombre en las relaciones sexuales: El problema aquí no es el vibrador, sino las inseguridades de la pareja y el desconociento acerca de còmo satisfacerla.

-Adormecen los genitales: Es reversible con el uso correcto, ya que la sensación de adormecimiento suele deberse a que se usa el vibrador a demasiada potencia o que se aprietan más fuerte de lo recomendado sobre los órganos sexuales.

-Los vibradores son adictivos: que algunas personas tengan un gusto específico e intenso por estos juguetes no implica una adicción. Estas deben ser diagnosticadas por un profesional y, en este caso, sería más probable una adicción a la masturbación, no al vibrador.

-Los vibradores causan debilidad en el suelo pélvico e incontinencia: al contrario, estos juguetes fortalecen las contracciones de los músculos de Kegel, lo que a su vez previene la incontinencia.

Stuart Nugent, manager de la marca sueca de juguetes sexuales de diseño LELO explica que “Por mucho tiempo la mayoría de los juguetes sexuales eran carnosos, venosos, rosas y obscenos. Eso hacía que mucha gente no quisiera comprarlos”, dice. Pero con el tiempo los diseños fueron cambiando. Desde el famoso Rabbit (conejo, en inglés) con el estimulador de clítoris en forma de animal (aparece en uno de los capítulos de Sex and the City, cuando Charlotte decide experimentar con uno) fueron poco a poco cambiando sus formas, tamaños, texturas y colores. Los actuales juguetes sexuales son muy diferentes de los originales. “En los años 90, los diseñadores comenzaron a crear productos más lujosos, centrados en el diseño”, dice Nugent. Y al crecer el interés por los objetos de mejor diseño hizo que aparecieran vibradores de muchos estilos y precios.

En cuanto a los mitos, como siempre, se terminan convirtiendo en un laberinto sin sentido pero que de todos modos conviene explorar, para conocerlos y desterrar dudas.

-Los vibradores son para personas solitarias. Lo cierto es que en la actualidad, un tercio de las mujeres estadounidenses utilizan vibradores, según la especialista en sexo Laura Berman, doctora en Filosofía, de Chicago. Además las personas con pareja tienen más probabilidad de usar vibradores que las solteras. Las que viven en zonas rurales, urbanas y suburbanas tienen igual probabilidad de tener uno. Los usuarios también pertenecen a todas las escalas económicas. El único factor demográfico que afecta el uso de vibradores es el nivel de educación. Mientras más alto, mayor la probabilidad de que se emplee el vibrador. Además, los vibradores colaboran con el efecto positivo de la masturbación ya que ayuda a tener más placer durante más tiempo.

Muchos dispositivos son pequeños, algunos traen control remoto
Muchos dispositivos son pequeños, algunos traen control remoto

-Usar vibrador puede significar que la pareja no es suficiente: Los vibradores son herramientas personales que ayudan a conocerse mejor en la intimidad. No tienen nada que ver con el desempeño sexual de la pareja. De esta forma, al conocerse mejor, la persona puede indicar cuáles cosas le dan mayor placer y cuáles le desagradan. Nada peor que alguien que no sabe qué le gusta y qué no le gusta.

Además, los vibradores no pueden besar o abrazar a una mujer, calentar la cama, contar un chiste, susurrar “te quiero”, o escuchar a una mujer relatar sus triunfos y dificultades al final del día. Así que un vibrador no reemplaza a un hombre. Lo único que hace es proporcionar la intensa estimulación que quieren o necesitan algunas mujeres.

Una reciente encuesta del Kinsey Institute de la Universidad de Indiana, muestra que un 45% de hombres en Estados Unidos han utilizado vibradores en sus relaciones sexuales con su pareja por lo menos una vez. Uno de cada 10 lo ha hecho en el último mes.

-Si una mujer solo puede sentir orgasmos con un vibrador, es que tiene algún problema: Si una persona no puede satisfacer a su pareja como lo hace el vibrador, deben dialogar para conocer cuáles son los gustos de cada uno y usar el aparato como complemento. Porque lo cierto es que los vibradores sencillamente hacen más fácil que se excite y llegue al orgasmo. También contribuyen a la satisfacción sexual genital, pero tanto el hombre como la mujer pueden ser estimulados en otras zonas como el clítoris, pezones, incluso los muslos, los hombros o la espalda. Según el Journal of the American Medical Association (Revista del Colegio Médico Estadounidense), solo el 25 % de las mujeres se encuentran en esta situación y es por cuestiones que no tienen que ver con el dispositivo, sino con trastornos previos de la persona.

Hay casi tantas formas, tamaños y colores como personas que los usan.
Hay casi tantas formas, tamaños y colores como personas que los usan.

- El vibrador provoca pérdida de la sensibilidad del clítoris. Los juguetes sexuales están especialmente diseñados para evitar lesiones en distintas partes del cuerpo. Su uso favorece sobre todo a las mujeres porque a ellas les toma más tiempo excitarse y llegar al orgasmo que a los hombres. Hay que añadir que, en la medida en que la mujer envejece, se reduce el flujo sanguíneo hacia la vagina y el clítoris, además de que las paredes vaginales se vuelven más delgadas. Esta es la razón por la que la excitación y el clímax se consiguen más tarde, no porque el uso del vibrador haya afectado la zona.

-Los hombres se sienten menos frente a un vibrador: Desafortunadamente muchos hombres tienden a sentirse ofendidos si una mujer usa vibrador, pero no debe ser así. Las mujeres también tenemos la plena libertad de descubrir y explorar nuestra sexualidad, usando las herramientas disponibles. Estos juguetes sexuales pueden agregar algo extra hot al encuentro. Si el hombre cambia la perspectiva, ¡todos ganan!

-Se deben usar solo cuando hay disfunciones sexuales: Durante algún tiempo sobrevoló la idea general de que los vibradores o los dildos se necesitan cuando alguien no logra un orgasmo por medios naturales, pero los juguetes sexuales solo añaden alternativas, no reemplazan nada.

-Si usas vibrador no hace falta lubricante: Todo lo contrario. Los vibradores metálicos o de silicona pueden causar heridas si no hay niveles de lubricación correctos. En general, el lubricante puede ser un gran aliado tanto para usarlo a solas o con pareja, así que no está demás tenerlo junto a tu cama. Para los vibradores de silicona lo mejor es un lubricante a base de agua para que no se dañe ni se rompa.

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