8 de octubre de 2025 - 19:41

Chepo Vilapriño en Aconcagua Radio: cómo el agotamiento emocional moldea nuestras vidas

En su columna en Aconcagua Radio, el Dr. Chepo Vilapriño reflexiona sobre La sociedad del cansancio de Byung-Chul Han y analiza cómo la cultura de la hiperexigencia afecta nuestra salud mental

“Vivimos inmersos en una cultura de la exigencia, donde vamos tan rápido que no alcanzamos a detenernos ni un momento”, advierte el psiquiatra mendocino Chepo Vilapriño en su espacio radial ¿Por qué no un psiquiatra?, emitido por Radio 90.1. Desde su habitual tono cercano y reflexivo, propone pensar el cansancio no solo como un síntoma físico, sino como una expresión profunda de la vida contemporánea.

Inspirado en el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, autor de La sociedad del cansancio, Vilapriño explica que el estrés crónico se ha convertido en una marca de época. “Vivimos con el cerebro constantemente en actividad —dice—. Siempre estamos haciendo algo, conectados, produciendo, respondiendo mensajes. Ya no hay espacio para el descanso verdadero”.

El psiquiatra recuerda que, en una columna anterior dedicada al ocio, había recomendado reservar al menos 45 minutos al día para “no hacer nada”. Ese tiempo vacío, afirma, es esencial para recuperar el equilibrio emocional: “No se trata de mirar una serie o revisar el celular; se trata literalmente de detenerse, dejar que la mente descanse”.

Del estrés al agotamiento

Vilapriño diferencia entre el estrés agudo y el estrés crónico. El primero aparece ante una exigencia puntual —un examen, una presentación, una situación de presión— y suele ceder una vez superado el evento. El segundo, en cambio, “se instala de manera progresiva, sin que lo notemos”, explica.

“Cuando nos damos cuenta de que estamos quemados, ya es tarde”, agrega. A este fenómeno se lo conoce como burnout o síndrome del agotamiento emocional, una condición que afecta cada vez a más personas, especialmente en el ámbito laboral, pero que también puede aparecer en los estudios, en los vínculos y en la vida cotidiana.

“El burnout no solo tiene que ver con el trabajo. Hay vínculos tan tóxicos que también te queman. Terminan desgastándote, robándote la energía y la capacidad de reaccionar emocionalmente”, señala el psiquiatra.

Tres señales del desgaste emocional

Según Vilapriño, el agotamiento emocional se manifiesta de varias formas, pero hay tres señales fundamentales:

Pérdida de reactividad emocional. “Dejas de reírte como antes, de enojarte o de emocionarte. Entrás en un piloto automático, como si nada te afectara.”

Mecanización del trabajo o de las rutinas. “Todo se vuelve plano, rutinario. Ya no hay entusiasmo ni motivación.”

Dificultad para tomar decisiones. “Falta creatividad, falta originalidad. Cuesta pensar alternativas y actuar con espontaneidad.”

A estos signos se suman otros, como la desconexión con los demás y la pérdida de la empatía. “Se pierde la capacidad de interactuar genuinamente, de reírse con los otros, de disfrutar el presente. Y eso no solo afecta a la persona, sino también al entorno laboral o familiar”, advierte.

Aprender a detenerse

La reflexión final de Vilapriño apunta a recuperar una relación más saludable con el tiempo y con uno mismo. En una sociedad donde la productividad se ha convertido en una forma de identidad, propone un gesto contracultural: frenar.

“El descanso no es un lujo, es una necesidad biológica y emocional. Si no paramos, nos quemamos”, resume.

Y concluye: “Quizás el desafío más grande de esta época no sea hacer más cosas, sino aprender a no hacer nada por un rato, a permitirnos existir sin exigencias. Porque ahí empieza, de verdad, la salud mental”.

Escucha la nota completa acá y podés escuchar la radio en vivo en www.aconcaguaradio.com

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