Cascada del ángel: una escapada “low cost” para la familia

Cuando un mendocino piensa en una opción para pasar un día agradable visitar la montaña mendocina es una opción muy votada, además lo que debería incluir ese paseo es: la posibilidad de ser compartido en familia o amigos; el disfrute de un paisaje hermoso; la opción de realizar un ejercicio físico que no necesariamente sea para deportistas experimentados y la accesibilidad tanto en distancia como en lo económico.

Si todo eso está presente, el paseo de montaña hasta la Cascada del Ángel -o Quebrada del 55- cumple con todos los requisitos. En primer lugar, está ubicada en Potrerillos, a siete kilómetros hacia el oeste por ruta 7, aunque se encuentra en un terreno privado, pero de acceso permitido, es perfecto para una experiencia inolvidable y accesible.

CÓMO LLEGAR A LA CASCADA DEL ÁNGEL

Para llegar hay que pasar la Villa Potrerillos y seguir la ruta 7 hacia la montaña, unos 80 kilómetros desde Ciudad. Por la ruta se puede distinguir un pequeño pero legible cartel del lado este que dice “Ingreso Cascada del ángel”, antes de llegar a un lugar conocido como Estación Aforadora, donde hay un conjunto de casas.

Desde ahí no hace falta más que mirar hacia los dos lados con cuidado y cruzar la ruta para enfrentarse, con la entrada donde hay un estacionamiento de autos. Luego hay que pagar una entrada en una garita donde vigila un hombre muy amable, quien además brinda recomendaciones para el paseo.

“En la entrada hay un cartel que indica que está abierto sábados, domingos y feriados de 10 a 16. Nos cobraron 500 pesos por adulto, los chicos no abonaron. Lo realizamos sin dificultad, cuesta la primera parte de subir y bajar la montaña que son unos 20 minutos. Luego se sigue el arroyo hasta llegar a la cascada unos 40 minutos más. Al menos ese tiempo fue para nosotros”, comentó una visitante hace unos meses.

Para el recorrido no se requiere ningún equipamiento especial, sólo un poco de esfuerzo y cuidado al caminar. Ya que al principio se trata de una subida empinada que a algunos les resultará fácil de encarar de un tirón y otros preferirán tomarla con algunos descansos. En cualquier caso, no es difícil, pero requiere de una media hora para llegar a la cima. Desde ahí se puede contemplar parte del hermoso paisaje, con el arroyo del Salto como guía y la montaña mendocina a pleno. Además, está toda la típica flora mendocina con diversos cactus y hasta algunas aves que pasan por el lugar en ocasiones.

Después de pasar “lo peor” la bajada inicia de inmediato y se llega mucho más rápido al sector del curso de agua, que está a mayor altura, por lo que en pocos minutos se puede seguir la caminata, ya sin tanto esfuerzo.

Para llegar finalmente a la cascada se debe seguir en sentido contrario el arroyo, en ocasiones por la orilla, en otras ya directamente sobre el agua, y sorteando algunas piedras. Al cabo de una media hora más, al final, aparece una enorme elevación de la que cae un hilo de agua que es el que le da nombre al lugar y es conocida como Cascada del Ángel.

Algunos valientes suben hacia la cima de la cascada costeando hacia la izquierda y atravesando algunas cortaderas. Incluso se animan a realizarlos con niños que maravillan con la vista desde esa altura, esto es trekking para toda la familia.

Respecto a la vestimenta para visitar el lugar, el equipamiento no es complicado, pero es fundamental llevar zapatillas comunes o botas de montaña, de preferencia no utilizar sandalias o calzado abierto, debido a los cactus presentes en muchos lugares. También es ideal llevar un cambio de calzado para la vuelta.

Además, es importante cargar una pequeña mochila para llevar agua y se pueden llevar sándwiches o frutas. Por supuesto, es importante también llevar gorro o sombrero y utilizar protector solar para protegerse del sol, especialmente en esta época. Muchos eligen bañarse bajo la cascada para refrescarse y si la temperatura fuera baja, es recomendable tener un rompevientos a mano.

EL TERRENO DE LA CASCADA DEL ÁNGEL

El circuito de senderismo es visitado por mendocinos y turistas cada año. Y hace un tiempo estuvo envuelto en la polémica cuando unos viajeros denunciaron que les quisieron cobrar por pasar al lugar, el cual antes solía ser de acceso gratuito.

El terreno dónde se encuentra la Cascada del Ángel es de la familia Fourcade. Hace varios años se quiso hacer un proyecto inmobiliario, se vendieron lotes y se colocaron alambrados que solían ser cortados.

Por esto, es que la Familia los reparó y comenzó a cobrar entrada. Por una parte lo tienen permitido, ya que el terreno es de ellos aunque no ocurre lo mismo con la Cascada, que es de dominio público pero para llegar a ella, inevitablemente hay que pasar por terreno privado y por eso se cobra la entrada.

En ese valor se incluye el costo de un seguro por si alguna persona sufre un accidente. Justamente, esta era una de las principales preocupaciones de los dueños de las tierras.

EL CAMINO ALTERNATIVO

Existe una segunda forma de acceder, que es poco conocida y está orientada para los más valientes que disfrutan del senderismo porque demanda mayor estado físico y una caminata de unas 2 a 6 horas de ida dependiendo el camino que se elija. El punto a favor, es que en este recorrido no hay que pagar peajes ni entradas.

Se trata del camino a realizar desde la localidad El Salto, para llegar por esa parte hay que ingresar por la bifurcación de la la avenida Los Cóndores, la calle principal donde se encuentra el Destacamento El Salto, y habrá que continuar por la calle La Estancia hasta pasar el Sector de La Ola, donde se realiza escalada deportiva.

De allí una opción es atravesar el Yacimiento minero San Félix y la otra es costearlo, el cual es un poco desafiante por el estado del área. Pero luego de eso hay que seguir una huella de unos 15 minutos que desemboca en el río, y luego seguir el camino por el mismo río donde puede llegarse a destino en unas dos horas. Si prefieren no mojarse, puede realizarse por el cerro pero eso conlleva a unas 6 horas de caminata para llegar a destino.

De paseo por otras caídas de agua

En el Salto, también Potrerillos, se encuentra una maravillosa caída a unas 3 a 6 horas de caminata de ida desde la tranquera ubicada en Avenida Los Cóndores, donde hay un campo privado por lo que es importante acercarse temprano. La pendiente es pronunciada en los últimos 300 metros y debe visitarse con previsión ya que es muy desafiante para algunos.

La Cámara de Turismo local también destaca el trekking hasta la Cascada de la Cruz, La Crucecita en Las Compuertas de unos seis kilómetros de caminata. Al oeste de la ciudad capital también se pueden visitar las cascadas Cajón de Minas, cercanas al puesto Chambón y Estancia La Obligación, a algo más de 15 kilómetros al oeste de la ciudad y con ingreso desde el barrio La Favorita. La otra cascada es la de San Isidro, con ingreso por el puesto Puerta de la Quebrada del Cerro Arco.