Profesionales destacados: el Dr. Julio César Ficcardi

“Mi labor ha sido siempre pensando en la cirugía infantil”, afirma el profesional.

Profesionales destacados: el Dr. Julio César Ficcardi
Profesionales destacados: el Dr. Julio César Ficcardi

El cirujano pediátrico es reconocido por su labor como médico y docente. Formador de varias generaciones, vivió los comienzos del Hospital Notti, donde trabajó más de 20 años. Resalta el crecimiento del área y especialidades.

“Es una suerte para un profesional inaugurar un hospital. Un evento muy especial, que les pasa a muy pocos profesionales. Es una esperanza muy grande, porque llegás a un hospital nuevo, mejor equipado, limpio”, expresa el mendocino Julio César Ficcardi, médico y cirujano pediatra destacado en la medicina provincial y ex Jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Notti, quien fue protagonista de un sueño que se hizo realidad a comienzos de los ´90, con la creación del centro dedicado a la infancia y adolescencia.

Cientos de niños y niñas pasaron por sus manos en el quirófano y gracias a su labor, salvó y mejoró la calidad de vida de muchos pacientes. En su carrera procuró colaborar con el crecimiento de la cirugía infantil en Mendoza. “Mi labor ha sido siempre pensando en la cirugía infantil y como podrían ser mejores los nuevos profesionales no sólo en su habilidad, sino en la parte ética, moral, humana”. Integrante de la Sociedad Argentina de Cirugía Infantil, también se desempeñó como docente en la Facultad de Medicina de la UNCuyo, de donde egresaron varios colegas con los que comparte la profesión.

Es un referente no sólo como médico, sino como formador de generaciones en Mendoza…

Fui docente de la Facultad de Medicina, tengo una carrera docente, lo cual hace que frente a la formación de nuevos profesionales tenga formados algunos conceptos. A su vez, hice la carrera de docencia universitaria, que te enseña a enseñar.

También fue partícipe de momentos de cambio y evolución de la cirugía pediátrica.

La residencia de Cirugía Pediátrica nace como una necesidad. Haciendo un poco de historia, la pediatría se hacía como se podía y los niños eran operados por cirujanos de adultos. Tuvimos la suerte de tener un médico como Humberto Notti, que tuvo algunas ideas muy importantes y que hizo al desarrollo de la especialidad. En 1936 viajó a Europa y visitó algunos centros de importancia. Cuando vino a Mendoza era un hombre conocido dentro de la sociedad, porque atendía a los hijos de gente reconocida. Entonces pidió que en el viejo Hospital Emilio Civit se hiciera una estructura para atender a los chicos. Eso le dio un impulso a la cirugía pediátrica. Y yo fui un poco el heredero de esas cosas. Distintos médicos se fueron a especializar afuera e hicieron crece a la cirugía pediátrica.

Yo me siento muy orgulloso de lo poco o mucho que pude hacer. Muy contento de la gente que trabajó a mi lado y me gustaría que ese camino, iniciado por tanta gente, no quede trunco y entre en una meseta.

En ese crecimiento del área en el Hospital, se lograron grandes avances en cuanto a las especialidades.

En el crecimiento del hospital y la especialidad hay una cosa que se llamó “departamentalización”. Es decir, el grupo de cirujanos se dividió en especialidades. Los cirujanos plásticos, los traumatólogos, los urólogos. Cada uno tuvo su ámbito para desarrollarse. Actualmente muchos de los cargos están cubiertos por ex residentes y además, muchos residentes están en otros centros del país.

Una de las cirugías que más se recuerda es la de las hermanas Cortez…

Una de las cosas que demostró un verdadero equipo de trabajo, fue el nacimiento de las siamesas. Cada uno de los especialistas dio su opinión sobre lo que había que hacer, cómo había que prepararlas. Luego de esa cirugía se hicieron otras muy importantes. Pero las niñas, que actualmente tienen 19 años, no quedaron con ninguna lesión especial. Eso fue la culminación de un grupo de trabajo: urólogo, traumatólogo, plásticos, clínicos.

El cirujano pediátrico, ¿tiene que tener una actitud especial ante su tarea?

Nadie nace para ser cirujano pediátrico. A medida que va teniendo contacto con el niño, después empieza con cirugías simples y luego a desarrollar la especialidad. Desde mi punto de vista no hay elegidos para el tema. Lo que no puede existir en un cirujano pediatra es la duda. Frente a una situación, tiene que tomar una decisión. Porque tenés que trabajar con los papás y con el paciente. Contra eso hay que luchar y aprender, aún después de muchos años, todos los días adentro del quirófano se aprende algo.

El Notti es un gran formador de cirujanos, ¿cuál es el desafío para los nuevos profesionales?

Un hecho muy destacable respecto de los ex residentes es su trabajo en otros centros, como el caso de los tres profesionales que se desempeñan en el Hospital Scaravelli, de Tunuyán. Es para felicitarlos. Y ahora el residente Serrano se irá a trabajar al Hospital Schestakow de San Rafael. Está tan contenta la gente del lugar porque pueden tener una consulta sin trasladarse a Mendoza. Eso me pone muy contento y que no todos se junte acá. Hay que pensar en el futuro, no sólo que llegue y se haga cirugía robótica en Mendoza, sino también que un chico que tiene una patología baja se pueda atender en el hospital de su departamento.

Un hito

El 3 de julio 1998 un hito de la cirugía pediátrica ocurría en el Hospital Humberto Notti: días atrás nacían en Mendoza las siamesas Ana Belén y Laura Noelia Cortez, unidas por las nalgas y la región sacra. La intervención tuvo repercusión a nivel nacional por su complejidad y por ser la primera cirugía de este tipo realizada en la institución. El doctor Ficcardi encabezó el equipo de 32 profesionales que lograron separar con total éxito a las hermanas Cortez.

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