22 de octubre de 2025 - 18:42

Sin harina y sin azúcar: cómo hacer una tarta de ricota y limón con solo 5 ingredientes

Esta es de las recetas que parecen difíciles, pero que pocos minutos te solucionan el postre o una merienda especial en la que tenés que sorprender.

Si hay un postre que nunca pasa de moda y siempre nos saca del apuro, es la tarta de ricota y limón, que es una combinación perfecta entre lo dulce y lo ácido, entre lo cremoso y lo fresco. Es de esas recetas que parecen salidas de una pastelería, pero se prepara con apenas cinco ingredientes y en pocos minutos.

Ideal para quienes cuidan su alimentación sin resignar placer, esta tarta de ricota y limón es suave, aireada y con un perfume irresistible. Se puede disfrutar fría, con un toque de mermelada de frutos rojos sin azúcar o simplemente sola, porque tiene ese equilibrio justo que enamora al primer bocado.

Además, como lleva ricota, es una opción rica en proteínas y baja en hidratos, ideal para quienes siguen planes de alimentación saludable o buscan opciones más livianas para el postre o la merienda.

tarta de ricota y limón (2)

Y si querés un plus, esta tarta queda espectacular acompañada con una cucharada de yogur griego, unos arándanos frescos o una mermelada casera sin azúcar. Es el tipo de receta que podés adaptar a tu gusto y que, una vez que la probás, se convierte en un clásico infaltable en tu repertorio de postres fáciles y sanos.

Ingredientes para el postre de ricota y limón

  • 500 g de ricota magra
  • 3 huevos medianos
  • Endulzante a gusto (puede ser stevia líquida, eritritol o el que uses habitualmente)
  • Ralladura de 1 limón
  • 4 cucharadas de maicena
    tarta de ricota y limón (1)

‍ El paso a paso para preparar el postre de ricota

  1. Precalentá el horno a 180 °C y enmantecá o rociá con spray vegetal un molde desmontable de unos 15 cm de diámetro.
  2. Mezclá los ingredientes: en un bowl amplio, colocá la ricota, los huevos, la maicena, la ralladura de limón y el endulzante.
  3. Batí o mezclá bien hasta que quede una preparación lisa y sin grumos. Podés hacerlo a mano con un batidor o con una minipimer si querés una textura más cremosa.
  4. Volcá la mezcla en el molde y nivelá la superficie con una espátula.
  5. Llevá al horno por unos 20 a 25 minutos, hasta que la superficie esté apenas dorada y firme al tacto.
  6. Apagá el horno y dejá la tarta adentro hasta que se enfríe completamente.
  7. Llevá a la heladera por lo menos una hora antes de servir (si podés dejarla de un día para el otro, mucho mejor).
  8. Servila fría con una capa de mermelada de frutos rojos sin azúcar o con unas rodajitas finas de limón confitado por encima.
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