Si hay un postre que nunca pasa de moda y siempre nos saca del apuro, es la tarta de ricota y limón, que es una combinación perfecta entre lo dulce y lo ácido, entre lo cremoso y lo fresco. Es de esas recetas que parecen salidas de una pastelería, pero se prepara con apenas cinco ingredientes y en pocos minutos.
Ideal para quienes cuidan su alimentación sin resignar placer, esta tarta de ricota y limón es suave, aireada y con un perfume irresistible. Se puede disfrutar fría, con un toque de mermelada de frutos rojos sin azúcar o simplemente sola, porque tiene ese equilibrio justo que enamora al primer bocado.
Lo mejor es que no necesitás ser experto en repostería ni pasar horas en la cocina porque solo mezclás, horneás y listo. En menos de media hora, tenés un postre que podés guardar en la heladera y disfrutar toda la semana.
Además, como lleva ricota, es una opción rica en proteínas y baja en hidratos, ideal para quienes siguen planes de alimentación saludable o buscan opciones más livianas para el postre o la merienda.
tarta de ricota y limón (2)
Y si querés un plus, esta tarta queda espectacular acompañada con una cucharada de yogur griego, unos arándanos frescos o una mermelada casera sin azúcar. Es el tipo de receta que podés adaptar a tu gusto y que, una vez que la probás, se convierte en un clásico infaltable en tu repertorio de postres fáciles y sanos.