En los últimos años, cada vez más personas buscan opciones de panes alternativos, sin harinas tradicionales y con recetas simples que se puedan preparar en casa. La idea de hacer algo casero, rico y saludable siempre tienta, y si encima lleva pocos ingredientes y está listo en menos de media hora, mucho mejor.
Los pancitos sin harinas se convirtieron en un verdadero furor porque combinan practicidad, sabor y la posibilidad de adaptarlos a diferentes gustos. Además, no necesitan ingredientes raros ni difíciles de conseguir.
Esta receta tiene como protagonista un producto que suele estar en la alacena de muchas casas argentinas que es la leche en polvo. Ese es el secreto para lograr la textura esponjosa y la consistencia ideal para armar sandwiches, hamburguesas caseras o simplemente comerlos tibios con un poco de manteca y queso.
Estos pancitos son ideales para quienes buscan alternativas bajas en carbohidratos, para los que tienen ganas de probar algo distinto o para resolver un almuerzo rápido sin complicaciones.
Son tan versátiles que podés usarlos en un desayuno con mermelada, en la merienda con palta, o a la noche como base para un buen tostado. Una receta que nunca falla y que, además, es apta para toda la familia.